El ninguneo a San Luis de parte de Nación no sorprende. Pasa en todos los ámbitos: no cumple con sentencias de la Corte Suprema, no reintegra fondos por autopistas y viviendas, no repuso al coordinador de la Unidad Ejecutora Caprina y Ovina... y sigue la lista de "no". Por supuesto, en materia de transporte también le da la espalda al aeropuerto de San Luis, donde dos por tres no anda la autobomba o no paga los sueldos de los que deben actuar en emergencias. Y como no podía ser de otra manera, desplegó una batería de vuelos low cost a través de empresas amigas pero, vaya casualidad, a ninguna le interesa operar desde San Luis. Que Fly Bondi o la debutante Jet Smart vayan a Mendoza, Bariloche o Salta es lógico, son ciudades con fuerte caudal turístico. Pero también vuelan a Bahía Blanca, Neuquén o Jujuy desde el aeropuerto de El Palomar. Un cronista de este diario usó un vuelo de Jet Smart para ir y venir de Buenos Aires y tuvo que irse hasta Mendoza, lo que agrega al "low" del costo unos $2.000 de combustible y otros $1.000 de estacionamiento en el aeropuerto. Repasando la lista de vuelos mientras esperaba el suyo en El Palomar (ver foto), contó una docena de destinos, pero San Luis sigue esperando a pesar de tener un aeropuerto en la capital y otro en el Valle del Conlara, en el corazón de la zona más turística del centro del país. Pero a las aerolíneas no les interesa. Y a la Nación tampoco.
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