Una impactante grieta se abrió en el desierto de California tras los terremotos
Científicos aseguran que se puede ver desde el espacio, se trata de una fisura va desde la carretera 178 hasta el centro del terreno deshabitado.
Dos grandes sismos fueron registrados en California la semana pasada, el primero fue el 4 de julio, Día de la Independencia de Estados Unidos, y alcanzó una magnitud de 6,4 grados en la escala de Richter. Al día siguiente por la mañana ocurrió otro terremoto, esta vez con una intensidad de 7,1 grados. Lo percibieron también en Las Vegas y Tijuana, México.
Ambos movimientos telúricos dejaron destrozos en el estado en sectores aledaños. Uno de los más notorios ocurrió en el desierto de Ridgecrest, en donde fue el epicentro del terremoto.
Allí se abrió una grieta en el suelo que va desde la carretera 178 hasta el centro del terreno deshabitado. En el camino la fisura tenía un par de pulgadas de ancho, pero mientras se pierde en el desierto su tamaño aumenta.
El viernes por la mañana los vecinos se percataron de la enorme fisura, y acudieron a la zona para tomarse fotos con ella. Viajaron aproximadamente nueve millas para ver por sus propios ojos las consecuencias del terremoto. Testigos registraron que de profundidad tenía aproximadamente un metro.
Las personas aprovecharon para tomarse selfies con la fisura, grabar videos y comparar el tamaño que tiene con respecto a sus cuerpos.
Según un tuit de Will Marshall, director ejecutivo de Planet Labs, los patrones en la arena sugieren que el agua fue succionada desde el suelo en un proceso llamado "deshidratación".
El Servicio Meteorológico de Estados Unidos (USGS por sus siglas en inglés) advirtió que podría haber otro terremoto de magnitud similar en los próximos días, por lo que el gobernador del estado, Gavin Newsom, comenzó con estrategias de prevención y solicitó ayuda a la Oficina de Servicios de Emergencia (OES) para prepararse en caso de que un tercer sismo se hiciera realidad.
Imágenes del antes y el después del sismo fueron publicada por Planet Labs, una compañía privada de satélites de observación de la Tierra basada en San Francisco, Estados Unidos.
La imagen de satélite no es la única evidencia de que la topografía de la región fue cambiada por el terremoto. Una carretera cercana permanece cerrada después de que los temblores agrietaran y movieran varias secciones.
El sismo de magnitud 7,1 sucedió a una profundidad de solo 900 metros, creando una fisura cerca de su epicentro a unos 240 km al noreste de Los Ángeles. Se sintió a más de 560 de distancia.
Los investigadores del USGS reiteraron su predicción de que existe un 70% de probabilidades de que antes del 2030 un terremoto de magnitud 6.7 o superior afecte el área de la Bahía de San Francisco, asociado a la falla de San Andrés.
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