La Argentina llega a las PASO con un clima de polarización

Sin internas reales, habrá una medición de fuerzas entre  los Fernández y el presidente Macri.

Dentro de una semana, los argentinos irán nuevamente a las urnas para elegir los candidatos que pelearán el 27 de octubre en las elecciones presidenciales. Como en el 2015, el turno electoral encuentra a la sociedad envuelta en un clima de crispación política y un gobierno nacional cuestionado, en su momento más bajo de popularidad. Y a falta de una pelea interna directa, las PASO servirán como una gran encuesta para saber realmente qué nivel de apoyo tienen las fórmulas del Frente de Todos, Alberto Fernández-Cristina Fernández, y la del oficialista Juntos por el Cambio, Mauricio Macri-Miguel Ángel Pichetto.

Como los diez frentes y alianzas que presentan postulantes a la Presidencia participarán con lista única, el principal interrogante que responderá el resultado de las primarias es si, como adelantan las encuestas, el peronismo superará a Cambiemos y le abre la puerta de salida de la Casa Rosada, o si el Presidente que busca su reelección pega el batacazo, rompe con todos los sondeos y se impone a sus principales oponentes.

Desde el anuncio de Cristina Fernández de que ocuparía el segundo lugar de la fórmula acompañando a su ex jefe de Gabinete Alberto Fernández (18 de mayo), el Frente de Todos logró aglutinar a un amplio sector del justicialismo tras la dupla. Cuentan con el respaldo explícito de la mayoría de los gobernadores peronistas y va por la vuelta a la Presidencia.

Con fuertes críticas a las políticas económicas y sociales de Macri, Fernández plantea atender menos a los intereses de las Leliqs y priorizar la recomposición de salarios y jubilaciones para levantar el alicaído mercado interno a través del consumo perdido. Además el frente apuesta a devolverles competitividad a las pymes y la industria, castigadas duramente por la recesión económica.

Del otro lado, el actual jefe de Estado y su equipo apuntan a "profundizar el cambio". Mantiene la promesa de combatir la pobreza, que no hizo más que crecer durante todo su mandato, y agita la bandera de mirar al futuro para "no volver al pasado", en relación al gobierno kirchnerista. 

Dudas por el recuento
 

A una semana de las elecciones primarias, todas las miradas están puestas sobre el escrutinio provisorio: por primera vez desde 1997 no lo hará la empresa española Indra, sino la venezolana SmartMatic, muy criticada por la oposición por su pasado lleno de denuncias por irregularidades en comicios en varias partes del mundo.

Lo que más se cuestiona es el sistema digital de transmisión de datos que hará SmartMatic desde los lugares de votación: los opositores advierten que hay chances de "tergiversar" la información que llegará al Correo, sede del escrutinio provisorio.

El resto de los candidatos

Un escalón más abajo en la pelea por llegar a la Casa Rosada aparecen Consenso Federal, con la dupla Roberto Lavagna-Juan Manuel Urtubey, el Frente de Izquierda-Unidad, que postula a Nicolás Del Caño para presidente y a Romina Del Plá para vice, y el Frente Despertar, que presenta a José Luis Espert y a Luis Rosales.

También presentan candidatos el Movimiento al Socialismo con Manuela Castañeira, la única mujer que irá por la Presidencia, el Frente NOS, el Frente Patriota, el Movimiento de Acción Vecinal y el Partido Autonomista.
Las PASO se realizaron por primera vez en 2011 con el objetivo de que todas las fuerzas políticas definan el mismo día a sus candidatos. Cada fuerza debe dirimir en esa instancia sus internas para las distintas categorías, en caso de presentar dos o más listas. 

La Ley Nacional Nº 26.571, sancionada en 2009, estableció un piso necesario para pasar a la elección general, que este año se realizará el 27 de octubre: quienes no obtengan el 1,5% de los sufragios respecto del total de empadronados en las PASO, quedarán fuera de la lucha electoral.

Las boletas que están en juego