Se convocaron por redes sociales, dijeron que era a favor de la seguridad y lo único que consiguieron fue exponer a niños y evidenciar el manejo político de las necesidades de algunas personas. La concentración fue desde las 17 frente a la Jefatura Central de Policía y concurrieron 22 personas, 15 de ellas menores de edad. Dado que todo era orquestado por un puntero vinculado al Movimiento Evita, a quien se lo vio circular en un Renault 18 (un tanto magullado) por la zona, el encuentro que se anticipaba como social quedó manchado de opereta política. A las 18:45 los manifestantes comenzaron a dispersarse, no presentaron ningún petitorio, no pidieron ser atendidos y se retiraron con tranquilidad.
Además del puntero, estaba claro que un ex informante de la policía (a quien se le pidió la renuncia tras un error grotesco) se encargaba de convencer a la prensa para que vaya a cubrir una marcha a la que solo concurrió un medio. A las 18:50 no quedó nadie.
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