Hernán Lucero: de apellido puntano

Hace una década, el ambiente del tango porteño encontró en Hernán Lucero a un cantor que traía al presente la figura de los viejos solistas del género. Dueño de una voz de inusitada fuerza y de una presencia estelar sobre el escenario, el intérprete reafirmó en cada paso y en cada disco todo lo bueno que asomó en su debut, “Tangos y canciones criollas”, de 2012.

El pico de esa popularidad lo consiguió en febrero de este año cuando presentó “Casualmente” en el Torcuato Tasso, el templo del tango porteño, que tuvo dos funciones plenas al calor del verano y cuando la pandemia era solo una amenaza. La gira que iba a emprender para continuar con la muestra de sus nuevas canciones (y que lo iba a traer a San Luis por primera vez en plan profesional) se suspendió por la cuarentena y, como muchos cantantes, la salida que encontró para hacer recitales es el streaming. Este sábado a las 22 por medio de revistamugica.com.ar donde también se pueden conseguir las entradas, los puntanos podrán escuchar al hijo directo de la provincia.

Es que el padre de Lucero, Lucio, nació en Ciénaga del Pozo, un paraje de San Martín, en el norte puntano, y aunque ahora vive en Buenos Aires, tiene una casa de campo en El Volcán que visita todas las temporadas. “Para mi viejo, San Luis es su lugar en el mundo. De hecho, tiene domicilio allá y se preocupó mucho cuando se enteró de los incendios que azotaron a la provincia”, dijo Hernán, de madre sanjuanina.

La relación del cantor con la provincia es, por ende, muy estrecha. “De chico veraneaba en El Volcán y cuando escuchaba las guitarreadas que se armaban en las casas de mis vecinos me quedaba horas”, aseguró el artista, quien en esas trasnochadas se hizo muy amigo de Ricardo Barbeito, el folclorista fallecido este año.

Lucero empezó a venir a San Luis cuando era adolescente, en una costumbre que se repite hasta la actualidad, a tal punto que Santiago, el mayor de sus dos hijos (producto de la relación con la también cantante Florencia Barrales), le pide cada tanto venir a vivir a la provincia.

Una de las cosas que más le llama la atención al cantante es que, pese a su dilatada carrera, todavía no tocó en vivo en San Luis. La única vez que el público puntano lo pudo escuchar fue en un bar de la avenida Illia, como invitado de “Los Barbeito”, el grupo que sostienen los hijos de su amigo Ricardo.

“Yo estoy muy relacionado con la música cuyana, grabé alguna tonada y cuando escucho una me siento un cuyano más”, recordó el hombre nacido en Buenos Aires hace 48 años y que ya tiene cuatro discos grabados. Dice que empezó cantando folclore cuando tenía 10 años; en la adolescencia pasó por el rock y a los 20 años se inclinó definitivamente por el tango.

La figura de Carlos Gardel fue la que lo condujo por los caminos del 2x4, aunque para Lucero su arribo al género “fue como descubrir algo que estaba adentro mío desde siempre”. Uno de los discos de Lucero está íntegramente compuesto por la obra gardeliana.

En “Casualmente”, el álbum que presentará mañana por internet, demuestra algo de su estadio rockero en una versión de “Carabelas de la nada”, de Fito Paéz. En el disco y en el show, el cantor goza de la compañía de la guitarra de Sebastián Henríquez, “un músico que hace volar a cualquiera”.