Los rescatistas despiden a Debra, una heroína de cuatro patas
La perra ovejera tenía ocho años. Formó parte de los Bomberos y otras instituciones. Falleció hace cuatro días y dejó a dos hijas que están siendo entrenadas para seguir los pasos de su madre.
En medio del intenso trabajo que tuvieron durante los últimos días, bomberos y otras agrupaciones rescatistas debieron lamentar la partida de Debra, una perra ovejera que estaba entrenada para tareas de estructura colapsada y de grandes áreas. Falleció hace cuatro días, tenía 8 años y estaba enferma. Sus dos hijas, India y Aisha, están siendo preparadas para seguir los pasos de su madre.
La canina fue criada por Aníbal Smaniotto, quien la obtuvo con solo 87 días de vida. Nació en la provincia de Córdoba pero su dueño la trajo a Villa Mercedes para educarla en la búsqueda de personas. Así, trabajó en el K9, que es una institución que adiestra perros para actuar en emergencias, en el cuartel de Bomberos Voluntarios Los Molles, en El Fortín, de Villa Mercedes, y estaba en la lista de la Coordinación Única de Operaciones (CUO), que se especializa en asegurar la participación de las federaciones provinciales de Bomberos Voluntarios del país en circunstancias de alerta.
“Empecé a asesorarme con el subcomisario Ramón Escudero, quien me ayudó a entrenarla. Ella era muy chiquita y aprendió todo. También hicimos cursos y hasta tuvimos la autorización para ir a trabajar a los países limítrofes. En la provincia había solo dos perros que podían viajar por emergencias, una era Debra y el otro es Humo, de San Luis”, explicó el propietario del animal.
Aníbal se desempeñaba en el K9, pero se sumó a los bomberos después de que su mascota comenzara a participar con ellos. “Antes estábamos en Los Molles y hace poco tiempo que pertenecemos al cuartel local, aunque siempre trabajamos juntos. Me acuerdo que hace unos años se le cayó el maíz a un trabajador en Agrozal y fue Debra la que lo encontró atrapado en el silo”, sostuvo.
El dueño la recuerda como una perra muy cariñosa con todos, que no era agresiva con la gente ni con los niños, y era muy obediente. "Tenía todas las cualidades", dijo, en tono nostálgico.
El Fortín incorporó al hombre y a Debra este año. “Una de las participaciones que recuerdo fue en el caso Rubilar y el del chico Bolotti, en Papagayos, y el último fue en el derrumbe de una casa en San Luis, en la calle Aristóbulo del Valle”, contó Jorge Aberastaín, subjefe del cuerpo. Asimismo, agregó que los incluyeron como personal auxiliar porque ya conocían su trayectoria y era muy útil tener un animal con esas virtudes.
“Ella era la única en el cuartel. Cuando las otras perras estén listas para comenzar, irán a las emergencias con nosotros”, afirmó.
En diciembre del 2019, Aníbal y su perra viajaron a la provincia de Salta a trabajar, pero al regresar la ovejera comenzó con síntomas de desgano y falta de apetito. Consultaron a varios médicos veterinarios y, tras hacerle algunos estudios, no pudieron confirmar el diagnóstico.
“Tenía altibajos, podía pasar dos meses bien y después no quería levantarse. Hasta consulté con una profesora de la ciudad de La Plata por videollamada, le mostré los estudios pero no pudieron confirmarme qué era lo que tenía, aunque se presume que fue una bacteria. La semana pasada la veía decaída y nuevamente la hice revisar por profesionales, pero esta vez no salió adelante: el 4 de octubre murió. Era mi compañera, el vacío que queda es grande. La extraño, pero ahora me focalizaré en las dos 'semillitas' que me dejó”, finalizó Aníbal.


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