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Al menos 50 jóvenes imputados por participar de una fiesta clandestina

Afirman que muchas personas huyeron por los campos al ver a los efectivos. La casaquinta donde se hacía el evento ya ha sido clausurada.

Por redacción
| 23 de noviembre de 2020
En el operativo participaron personal de Control Urbano, efectivos de la Comisaría 29ª, Comando Radioeléctrico y COAR. Foto: URII.

No fue el "bum-bum" que emiten los parlantes a toda potencia lo que llamó la atención de los policías que patrullaban la zona sureste de La Ribera, cerca del río Quinto, en las afueras de Villa Mercedes. Tampoco las luces vistas a la distancia. Fue la interminable fila de autos que rumbeaban en medio de la noche por un camino vecinal conocido como la exruta 7. Los efectivos intuyeron que algo raro ocurría y siguieron la caravana. Y lo que descubrieron los sorprendió: en plena pandemia, con una prohibición de reuniones vigente, unas 200 personas bailaban, bebían alcohol y se divertían en una masiva fiesta clandestina en una casaquinta que ya había sido clausurada por la Municipalidad por realizar este tipo de eventos. El domingo a la tarde, la jueza Contravencional y en lo Correccional 2, María Antonella Panero, imputó a al menos 50 de esos participantes por infringir los artículos 205 y 239 del Código Penal, por el incumplimiento de medidas para evitar la propagación de la pandemia.   

 

 

Eran las 04:15 cuando los policías llegaron a la tranquera blanca de la casaquinta y descubrieron semejante discoteca a cielo abierto. Tomaron la radio, comunicaron lo que ocurría y pidieron refuerzos. A los pocos minutos, arribaron móviles de la Comisaría 29ª, del Comando Radioeléctrico y el COAR. También la Policía Municipal y personal de Control Urbano trabajaron para identificar a los infractores. Muchos estaban visiblemente alcoholizados.

 

 

Cuando llegó la Policía, paró la música y también las luces. Ante la irrupción, muchos descartaron los vasos, las botellas, cruzaron los alambrados y corrieron hacia el campo, con rumbo desconocido. Muchas mujeres, a pesar de tener puestos altos stilettos, también corrieron entre los pastizales para zafar. Otros hasta dejaron abandonados sus autos.

 

 

En las afueras del predio, los policías contabilizaron unos 70 vehículos estacionados. Hasta ayer al mediodía varios seguían allí, al rayo del sol.

 

 

A la salida, los agentes realizaron test de alcoholemia. Según fuentes policiales, el 65 por ciento de las personas dio positivo. Ninguno estaba en condiciones de manejar, por lo que muchos padres de esos jóvenes llegaron hasta el predio para retirarlos.

 

 

Por lo que indicó una fuente judicial, además de esos 50 asistentes, también fue imputado el propietario de la casaquinta, de apellido Murgo, quien sería notificado en las próximas horas.

 

 

No es la primera vez que el dueño de ese lugar recibe sanciones por hacer ese tipo de reuniones. Pero la de ayer fue la fiesta clandestina más grande que la Policía ha desactivado desde que comenzó el aislamiento y el distanciamiento físico para prevenir el coronavirus.

 

 

"Lamentablemente la gente no entiende que no puede realizar ni participar de este tipo de reuniones en plena pandemia. Había más de ciento cincuenta personas, unos setenta autos y entre sus conductores se detectó que un alto porcentaje no superó los controles de alcoholemia. No es la primera vez que ocurre esto en ese predio. Fue necesaria la presencia de personal policial de distintas dependencias", señaló el jefe de la Unidad Regional de Orden Público II, comisario general Oscar Contrera, en diálogo con El Diario.

 

 

El jefe de Control Urbano, Elvio Sepúlveda, reveló que en febrero, antes de iniciar la cuarentena, el predio había sido clausurado por el Tribunal de Faltas, sanción que aún no había cumplido. “En estos meses intervenimos en fiestas, juntadas, cumpleaños, pero nunca con más de 30 personas. Jamás una fiesta de esta magnitud”, aseveró el funcionario municipal.

 

 

Por su parte, la jueza Panero Magnano refirió que la investigación sigue su curso. "En las próximas horas tomaré más medidas en base al sumario. El objetivo es individualizar a más personas y luego notificarlas. Por ahora hay unas 50 personas imputadas. No fue un trabajo sencillo identificarlas en el lugar. Muchas escaparon y un gran número de jóvenes estaba ebrio. Seguimos trabajando, la causa recién comienza", dijo la magistrada en comunicación telefónica con El Diario.

 

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