Mujeres a las urnas: una lucha histórica

La ley de sufragio femenino fue sancionada en 1947, pero fue recién cuatro años después, un 11 de noviembre de 1951, el primer acto electoral que contó con la participación de las mujeres. Se presentó a votar un 90% del padrón femenino y ese día marcó un antes y un después en la historia: las mujeres comenzaban a tener voz y voto en las decisiones políticas. La lucha por el voto femenino venía gestándose desde hacía muchos años y desde diversos sectores. En 1910 se realizó en Buenos Aires el Congreso Femenino Internacional. Allí, promovido por Julieta Lanteri (la primera mujer que votó en Argentina), se elaboró un proyecto de ley para permitir el sufragio a las mujeres. Como obviamente no había representación femenina en las cámaras legislativas, se le entregó el proyecto al diputado socialista Alfredo Palacios, quien lo presentó ese mismo año. Ni siquiera fue tratado.

En 1912 fue sancionada la Ley Sáenz Peña, que otorgaba el derecho al sufragio universal, secreto y obligatorio; claro que su carácter “universal” no incluía a las mujeres. Para ese entonces todavía eran consideradas incapaces para el Código Civil, por lo tanto era imposible pensar que podrían elegir a los gobernantes. En 1926 se sancionó la Ley N° 11.357, donde se reconocía a las mujeres la gualdad legal con los varones aunque no incluía el derecho al voto, entre otras cosas. En 1932 se conformó una comisión interparlamentaria para rever el tema del voto femenino, el proyecto de la mayoría proponía que todas las mujeres de 18 años nacidas en la Argentina tuvieran los mismos derechos que los varones, con excepción del servicio militar, y declaraba el voto obligatorio. Tampoco prosperó. Al igual que los quince proyectos que se presentaron hasta 1947 cuando, impulsada por Eva Duarte, se aprobó la Ley N° 13.010, a través de la cual se equiparaban los derechos políticos de la mujer a los del hombre.

Aunque el camino hacia este derecho elemental está atravesado por muchos nombres. Las sufragistas fueron mujeres a lo largo de la historia que pelearon por el voto femenino: entre ellas Julieta Lanteri, Alicia Moreau de Justo, Carolina Muzzilli, Alfonsina Storni, entre otras tantas. A partir de allí se completó un paso, pero continuó una lucha que tuvo varios hitos importantes, como las leyes que garantizan la representación femenina en los ámbitos políticos, algo que hasta el día de hoy se sigue exigiendo.