Carlos Borello: “La que no corre no juega, tienen que dejar todo en la cancha”
El entrenador de la Selección Argentina analizó la realidad del fútbol femenino en el país. Y apostó a las inferiores para elevar el nivel.
Carlos Borello, el director técnico de la Selección Argentina de Fútbol Femenino mayor y de la Sub 20 que jugará el Sudamericano desde el 4 de marzo, analizó el presente de las futbolistas en el país. A los 64 años, Borello vive su segundo ciclo a cargo de la “Albiceleste”. Fue el entrenador que consiguió las dos únicas clasificaciones a Mundiales Femeninos, en el 2003 y 2019, con el plantel superior. Y dirigió los tres equipos juveniles que obtuvieron pasaje a la Copa del Mundo Sub 20 en el 2006, 2008 y 2012. Ahora irá por el boleto al Mundial (en Panamá y Costa Rica) de esa categoría con las sanluiseñas Martina Del Trecco y Paloma Fagiano. “Conmigo, si no corrés, no jugás. Hay que dejar todo en la cancha, con dosificación. Pero hay que correr, porque si no te pasan por arriba”, aseguró.
Borrello puntualizó que existe mucho "desconocimiento" sobre el fútbol femenino en Argentina y que desde su vuelta al cargo en 2017 se concentró en el armado de "un proyecto integral y a largo plazo" que, entre otras cosas, posibilitó la histórica participación del equipo en el Mundial Francia 2019. El entrenador del seleccionado anheló que las futbolistas argentinas conformen uno de los veinte mejores equipos del mundo al cabo de los próximos diez años.
—¿Los hinchas desconocen la realidad del femenino?
—Sí. Muchas veces nos pasa que nos exigen como si fuéramos el seleccionado masculino. Todavía estamos a una distancia muy larga con los principales equipos. En Sudamérica nos colocamos con Colombia y Chile por debajo de Brasil; y con respecto a nivel mundial estamos entre los 30 y lo ideal es meternos dentro de 10 años entre las 20 mejores selecciones. En 2006, cuando ganamos la Copa América y nos clasificamos a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, estuvimos en el mejor momento.
—Algunas exintegrantes del plantel lo criticaron por sus planteos en Francia 2019…
—Es verdad y uno las escuchó y las entendió, pero desde afuera tuve que pensar con más frialdad. Yo también quiero ganar los partidos, pero no quise cometer errores del pasado, como cuando salimos de igual a igual contra Inglaterra en 2007 y perdimos 6 a 1. A mí eso me sirvió para tomar nota, obviamente tenía ganas de salir de otra manera.
—¿Y cómo se vive con la presión de llevar el escudo argentino?
—Por eso decía antes, la gente desconoce lo que es el fútbol femenino a primer nivel y lo compara con el masculino, que es protagonista siempre y es lógico. A nosotros nos falta una década y algo más para llegar a una competencia como un Mundial o Juego Olímpico con expectativas altas. Hay que respetar la historia de seleccionados como Estados Unidos, Brasil, Inglaterra, Holanda, entre otros, que llevan cuarenta o cincuenta años trabajando. Ahí las nenas llegan formadas a mayores.
—Estuvo desde 1998 hasta 2012 al frente del equipo y volvió en 2017: ¿Qué diferencias ve?
—Fueron dos momentos distintos, con logros en ambos procesos, pero en la primera faltó un sostén con la competencia previa. No jugábamos amistosos, ni teníamos roce internacional.
—Pensando en las mayores: ¿Cuánto ayuda la semiprofesionalización?
—Colabora un montón, nos ha pasado en la UAI Urquiza que las chicas venían corriendo y se alimentaban como podían. La alimentación y el descanso tienen que estar, si no después se lesionan.
—¿Ya se ve un salto de calidad en el fútbol femenino local?
—Ahora hay dinero, pero cuando no había yo les decía que se dedicaran igual. El problema es que asociamos todo a la plata. Si vos querés dedicarte al fútbol, hacelo bien, y si triunfaste es bárbaro y si no te quedás tranquila que hiciste lo posible. Hay que hacer sacrificios. Como les dijo Marcelo Bielsa a sus dirigidos: "Ustedes no pueden hacer lo mismo que hacen sus amigos, elige cada uno su camino".
—¿Qué falta en el país para ser formador de jugadoras?
—Tenemos un proyecto ambicioso para realizar una vez que tengamos la infraestructura, para arrancar en tres o cuatro años. Mientras tanto quiero un espacio para hacer pruebas en Buenos Aires y luego irnos al interior. La idea es que de 9 a 13 practiquen nenas con nenes, como en Holanda.


Más Noticias