Los esfuerzos adoptados por los gobiernos en todo el mundo en respuesta a las amenazas de terrorismo están afectando negativamente y de muchas maneras a los niños, afirmó un nuevo informe de Watchlist on Children and Armed Conflict (Lista de Vigilancia sobre Infancia y Conflictos Armados) una red no gubernamental internacional dedicada al tema.
La agrupación destaca, en un reporte difundido a fines de enero, que muchas de estas medidas antiterroristas “carecen de garantías adecuadas para los niños” y dejan de lado sus daños a la población infantil porque solo se concentran en la lucha contra las amenazas terroristas.
La red enumeró seis formas o episodios en que los niños se ven especialmente perjudicados durante las actuaciones antiterroristas de los Estados. Los tres primeros son el tratamiento de los niños que supuestamente tienen afiliaciones terroristas; la incapacidad de los gobiernos para mantener estándares de justicia juvenil internacionalmente reconocidos; y la erosión del “principio de distinción” de la población infantil que debe tenerse en las operaciones.
Le siguen: englobar a los niños dentro de “combatientes terroristas extranjeros”; la denegación de acceso a las necesidades humanitarias provocadas por medidas como las sanciones; y las medidas de detección, enjuiciamiento, rehabilitación y reintegración que se aplican.
Los niños asociados con presuntas organizaciones terroristas deben ser tratados como víctimas del terrorismo, no como cómplices, según el informe de Watchlist, que agrega que con demasiada frecuencia los gobiernos “criminalizan” a los niños sin brindarles el apoyo obligado.
“Los niños han sido torturados, sometidos a malos tratos y detenidos ilegal y/o arbitrariamente por cargos relacionados con la seguridad nacional por su asociación real o supuesta con estos grupos”, se lee en el informe.
“Los niños también pueden ser vulnerables al reclutamiento y explotación de estos grupos armados”, dijo el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). “Desde el noreste de Nigeria hasta Somalia, Iraq y Siria hasta Yemen y más allá, los niños que han sido reclutados y explotados por grupos armados en cualquier tipo de conflicto son, ante todo, víctimas cuyos derechos han sido violados”, añadió.
Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de 2019 sobre la explotación terrorista de los jóvenes, las unidades terroristas pueden reclutar niños por una variedad de razones, como su ubicación y su proximidad a un grupo terrorista, inestabilidad financiera, percepciones sociales o marginación política, y exposición a propaganda extremista. Se tratan todos, añadió la ONU, de factores sobre los que los niños tienen poco control.
Los grupos armados utilizan la coacción, la coerción, la manipulación y la violencia para forzar o persuadir a los niños a unirse a ellos, mientras que algunos niños que pudieron haber vivido en áreas controladas por estos grupos armados no tienen otra opción que asociarse con ellos.
Es por eso que es crucial que los niños reciban atención en lugar de una mayor marginación si son atacados o utilizados por grupos terroristas.
“Todos los niños en estas situaciones deben ser tratados principalmente como víctimas de violaciones de derechos humanos. Los niños afectados por conflictos armados deben recibir apoyo con servicios basados en evidencia que ayuden a su recuperación y apoyen su reintegración en las comunidades”, dijo Unicef.
Además, es importante que los niños reciban apoyo para “reintegrarse en sus comunidades y recuperarse”.Mientras tanto, también es determinante garantizar que se sigan las leyes y procedimientos internacionales en caso de que los niños sean detenidos.
Como afirma el informe Watchlist, se deben seguir disposiciones especiales diseñadas para niños en el sistema de justicia, según lo dictado por el Derecho Internacional Humanitario.
Unicef remarcó que “la detención de niños solo debe ser una medida de último recurso y por el menor tiempo posible. Los niños no deben ser investigados ni procesados por presuntos delitos cometidos por sus familiares o por asociación con grupos terroristas designados u otros grupos armados. Los niños deben recibir servicios psicosociales, asistencia legal y apoyo para reintegrarse a sus familias y comunidades”.


Más Noticias