“Mambosavia” debutó en el mayor festival rockero del país

En la noche en que Cosquín Rock le hizo un emotivo homenaje en vida a Charly García; en la que Mon Laferte conquistó gracias a su magnetismo y en la que "Los Auténticos Decadentes" terminaron una fiesta descomunal bajo una incipiente lluvia, un grupo de San Luis escribió su pequeña, pero contundente historia. “Mambosavia” debutó en el mayor festival rockero del país con un show pleno de energía y potencia rockera.

En el escenario “Córdoba X”, donde actuaron los ganadores de los Precosquín de todo el país, el sexteto puntano dio un show arrollador, compuesto por un puñado de canciones entre alegres y certeras que fueron recibidas con efusividad por el público que se acercó hasta ese apartado en el Aeródromo de Santa María de Punilla. Al principio, la gente se mostró quieta ante la propuesta, pero a medida que avanzó el show se encendió a la par de lo que surgía por parte del grupo.

De hecho, en un momento, el baile fue tal que pareció que todos los que escucharon el breve set eran amigos de los puntanos. En el campo flameó una bandera de Mendoza y otro grupo de cordobeses aplaudieron con ganas, por lo que la conquista estaba consumada. También se acercaron a demostrar su apoyo los integrantes de “Vorsoto”, la otra banda sanluiseña de la grilla, que el domingo por la noche tendrá su participación.

“Queríamos estar a la altura de las circunstancias porque sabemos que son un público que conoce de recitales”, le dijo a la audiencia Franco “Negro Mambo” Alba, uno de los cantantes de la agrupación.

 

Una grabación y la mención al elefante (uno de los integrantes de la iconografía de “Mambosavia”) fue el inicio del show en el que los puntanos demostraron su personalidad para enfrentar el momento más glorioso de su carrera y un mensaje que tiene muchas aristas. Una de ellas fue el pedido de justicia para Fernando Báez Sosa, a los que se sumaron otros dos reclamos por hechos sucedidos de manera similar en San Luis: el crimen de Matías Auderut (el año pasado) y el de Fabio Bea (hace 18 años), ambos a la salida de boliches puntanos.

El grupo aprovechó la ocasión para difundir sus redes sociales y promovió el ska y otros géneros similares con su usual potencia, exacerbada por el ámbito y por una especial preparación del show. “Hace dos meses que venimos armando este momento, desde que ganamos el Precosquín en nuestra provincia. Queríamos estar a la altura de las circunstancias porque sabemos que son un público que conoce de recitales”, dijo Franco “Negro Mambo” Alba, uno de los cantantes de la agrupación.

En rigor, Franco fue quien acaparó la mayor atención sobre el escenario, acompañado de atrás por “Lobo”, el otro cantante; y en un segundo plano el cuarteto de músicos, integrado por dos guitarristas, un bajo y el baterista, quienes tuvieron tiempo de lucirse en un final instrumental y potente. Al terminar, se quedaron un rato en el escenario a repartir púas y tarjetas, y recibir el saludo cariñoso de la gente.

Alba, por su parte, se tomó un tiempo para salir al backstage y recibir los abrazos y los pedidos de fotos de un grupo de sorprendidos espectadores. Un chico que dijo ser de Villa Mercedes le pidió de regalo la camiseta, pero no tuvo suerte.

Un homenaje a Ricky Espinosa, el inolvidable cantante de “Flema”, con una versión de “Más feliz que la mierda” —que fue también un mensaje del estado de ánimo de la banda— cerró la presentación de los puntanos, que dejaron al público que los fue a ver dos frases que encerraron su imaginario y sus intenciones. Parado en la punta del tablado, Alba levantó los brazos, miró al cielo, dejó por un segundo que sus emociones jugaran en su mente y dijo: “Al infinito y más allá”. Un rato después, tuvo tiempo de un desafío personal: “Vamos a volver, qué mierda”, prometió.