Para el juez, Pérez fue asesinado con ensañamiento y alevosía

Dos agravantes le impuso el juez Penal 2 de Villa Mercedes, Leandro Estrada, al delito por el que está imputado Marcelo Jonathan "El Yayo" Cruz: el ensañamiento y la alevosía. Según explicó una fuente judicial, se actúa con saña cuando la intención es hacer sufrir a la víctima, y un crimen es alevoso cuando el agresor actúa a traición y sobreseguro.

La calificación del homicidio se debe, seguramente, a lo que la autopsia reveló sobre cómo fue asesinado Brian Leonel Pérez, de 22 años. El estudio, hecho por la forense Alba Pereira, indicó no solo el número exacto de estocadas que sufrió el muchacho —fueron 14—, sino también el hecho de que dos de esas heridas lo llevaron a la muerte, una que recibió en el hígado y otra en un pulmón.

A esa última cuchillada se la efectuaron por la espalda. Allí el motivo por el que Estrada entiende que el homicida actuó a traición y con la seguridad de que la víctima no podría defenderse.

Este martes a media mañana, Cruz tuvo ante sí la primera oportunidad que la Justicia le da para defenderse de una imputación: la indagatoria. Y el delito por el que está detenido no es uno que pueda darse el lujo de tomar a la ligera. El asesinato por el que debe responder ocurrió el viernes pasado en el barrio San Antonio de Villa Mercedes. Asistido por su defensor, Miguel Agúndez, el joven de 22 años se abstuvo de declarar.

Después de eso, el abogado le solicitó al juez Estrada ocho días de prórroga del arresto. Eso quiere decir que el magistrado tendrá tiempo hasta el miércoles próximo para resolver si lo procesa.

A partir de este miércoles, el magistrado comenzará a escuchar lo que los testigos tengan para decir sobre lo que sucedió la mañana del viernes. Entre ellos están otros jóvenes que presenciaron la pelea en la que mataron a Pérez.

De acuerdo a lo que ellos les contaron a los policías de Homicidios, esa madrugada la víctima estuvo reunida con un grupo en una casa de Potosí y San Lorenzo.

Con el correr de las horas, algunos se fueron y llegaron otros. En un determinado momento, algunos de los que estaban ahí se cruzaron a la cuadra del frente.

Y allí, a escasos metros de la iglesia cristiana "Cielos Abiertos", comenzó un enfrentamiento. Lo declarado por los testigos hasta ahora indica que Pérez no fue atacado por una persona, sino por dos.

Si bien en un principio una fuente policial deslizó que pudo tratarse de un enfrentamiento entre bandas, lo recabado señala que todo pudo tener origen en una vieja disputa entre uno de los asesinos y la víctima.

De hecho, las averiguaciones indican que hace unos meses, antes del inicio de la cuarentena, Pérez protagonizó una riña que también pudo ser mortal, con el hermano de uno de los sindicados.