Crece la matanza de animales en las periferias de la ciudad

Aukan, el caballo del Refugio Transitorio de Animales que fue brutalmente atacado hace poco más de dos semanas, no fue la única víctima que se cobraron la crueldad, las faenas clandestinas y el cuatrerismo. Este año ha vuelto a crecer la matanza de equinos y vacunos, fundamentalmente en los sectores más periféricos de Villa Mercedes, un mal que siempre acecha y recrudece.

Más de una semana llevaban Dayana Gómez y su familia buscando a una yegua de dos años que se les había perdido. Recorrieron toda la ciudad, fueron hasta Lavaisse y Justo Daract. Hasta que este martes por la noche se encontraron con el peor desenlace: su mascota estaba descuartizada entre los yuyales que se levantan a orillas del río Quinto.

"Es lo peor que nos podrían haber hecho. Le habían sacado las dos piernas y una parte de la mano. La estábamos amansando porque era de mi hija de tres años. Ella pregunta dónde está y no le podemos decir", lamentó la mujer que vive en el barrio San José.

La responsable del refugio municipal, Soledad Martínez, reveló que este es el tercer caballo que es matado cruelmente en la localidad en menos de un mes, después de una yegua de nombre Celeste y su querido Aukan. "Como proteccionista, me duele el alma de pensar que alguien puede hacer algo así. Esto no es hambre, es salvajismo".

En todos estos casos, los dueños plantearon que eran ejemplares muy chicos y delgados, y que las partes despostadas fueron las que contienen menos carne. "Pensamos que ha sido alguien con maldad, porque no vale la pena para comer, porque estaba muy flaca", dijo Gómez.

"Como proteccionista, me duele el alma de pensar que alguien puede hacer algo así. Esto no es hambre, es salvajismo", Soledad Martínez.

 

El fin de semana largo, el personal del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) también se llevó un trago amargo. En una de las recorridas de rutina, los trabajadores del predio hallaron las cabezas y las vísceras de ocho terneros de su plantel, que se sumaron a los dos que ya habían sido asesinados el jueves.

"Tenemos un rodeo de bovinos con fines productivos y que también se usa para hacer ensayos e investigaciones. Esto nos afecta a nivel económico, pero también en el trabajo, porque tenemos que replantear algunas actividades que estaban previstas. Y al mismo tiempo nos desmoraliza", expresó Hugo Bernasconi, director de la Estación Experimental de San Luis.

El valor en el mercado de la hacienda ronda los 150.000 pesos. Y el caso de la institución se suma al de la Escuela Técnica Nº 14 "Luis A. Luco", que sufrió el robo de cuatro lechones hace menos de un mes.

El veterinario Jorge Reynals, quien integra el equipo del INTA, advirtió sobre la peligrosidad de que la gente consuma carne de faenas clandestinas. "Los animales no tienen controles. A veces uno les coloca medicamentos o antiparasitarios, que pueden ocasionar algún perjuicio para la salud, porque quienes se lo llevan no saben de la procedencia".

Martínez admitió que les preocupa la aparición de estos hechos, ya sean por el motivo que se produzcan. "Quien  ataca a un animal de esta manera es capaz de cualquier cosa. Por eso, le pedimos a la gente que denuncie cada vez que sucede algo así".