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Nación busca contener el valor de frutas y verduras

Quieren evitar que el precio internacional se traslade al local y sea accesible para los consumidores.

Por redacción
| 28 de enero de 2021
Sin freno. En septiembre el kilo de tomate estuvo por encima de los $150. Foto: Archivo.

El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, anticipó que tras el acuerdo con frigoríficos y supermercados por el precio de la carne vacuna, el Gobierno va “a tratar de generar un mecanismo similar para contener los aumentos en el sector de frutas, verduras y otros productos de huerta”.

 

Si bien el sector productivo es bien diferente ya que está compuesto por pequeños productores y comercios, con un esquema más complejo, la intención de repetir el esquema logrado con las carnes se mantiene. En ello trabaja Kulfas, codo a codo, junto al ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra.

 

El funcionario señaló que el sector también tiene componentes estacionales y recordó que en septiembre-octubre pasados subió el precio del tomate, que estuvo arriba de los $150, porque es el momento en que se termina la cosecha y baja la producción; y que después, con la cosecha nueva, el precio bajó muchísimo.

 

Sobre el comportamiento de los precios durante 2020, el ministro indicó que la inflación del año pasado fue del 36%, es decir 20 puntos menos que en 2019, “pero en el rubro Alimentos hubo una disparidad importante en la góndola porque en el producto industrial (leche, manteca, harina, etc.), los valores subieron alrededor del 23%, pero los frescos, como la carne, las verduras y frutas hortalizas, aumentaron entre 50 y 60%”, especificó, y añadió: “Hubo un proceso que tuvo que ver con la pandemia y con los precios internacionales, y este año queremos evitar que se repita ese fenómeno”, aseguró Kulfas.

 

“Cuando suben los precios de commodities a nivel internacional representa una buena noticia para el país, porque van a entrar más dólares, lo que es un tema central para la economía argentina ya que se evitan las presiones devaluatorias, y sabemos que con la devaluación el principal impacto es sobre el salario real de los argentinos, como se vio en 2019”.

 

Además reconoció que al mismo tiempo se producen tensiones de precios en el mercado interno, porque los productores locales quieren trasladar los valores externos. Indicó que este aspecto se percibe en el precio del maíz, que es el principal insumo en alimento para los pollos, o el trigo, que es la materia prima de la harina con la que se elaboran los panificados y las pastas, entre otros artículos. “Por eso trabajamos en acuerdos específicos con el armado de un fideicomiso para esos granos, como ya se hizo con el girasol”, sostuvo el ministro de Desarrollo Productivo.

 

La idea es "el desacople de una parte de esa producción para evitar que el precio internacional se traslade al local y mantener montos accesibles para el bolsillo de los consumidores”, concluyó.

 

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