SAN LUIS - Sabado 04 de Mayo de 2024

SAN LUIS - Sabado 04 de Mayo de 2024

EN VIVO

Una producción que tendrá todos los planetas alineados

 Ariel Amejeiras es un mendocino que heredó un campo ubicado en Santa Rosa del Cantantal, donde planea instalarse y buscar resultados bajo el enfoque biodinámico.

Por María José Rodríguez
| 03 de octubre de 2021
Valor agregado. El productor planea crear un monte frutal para elaborar él mismo los dulces. Jura que tiene su propia receta. Fotos: El Diario.

Ariel Amejeiras estudia los secretos de la biodinámica y sueña con tener su propia granja orgánica, en la que pueda integrar los cultivos con la ganadería, generar un buen mantenimiento del suelo, realizar el reciclado orgánico, teniendo en cuenta los ciclos planetarios y la energía que fluye de la naturaleza. En el establecimiento Puesto Elvira, que está ubicado en Santa Rosa del Cantantal, justo donde comienza el paraje El Mollarcito, trabaja de sol a sol para lograrlo.

 

Después de atravesar varios pasaganados por un camino rural, en el que la tierra es polvo y el agua es escasa, había una tranquera abierta de par en par que daba la bienvenida al proyecto de Amejeiras. Dentro del predio se veían algunos animales, gente trabajando en la construcción de una casa y un pequeño chivito que corría sin rumbo fijo buscando a su mamá.

 

Por estos días lo que producen en la granja es para consumo propio, el productor asegura que si hay ventas, son chicas. “Este es un campo familiar que heredamos de mi bisabuelo y hace 4 años que estoy acá, porque somos de San Martín, Mendoza. Al principio no había nada, tuvimos que empezar de cero, pero está bien, no me quejo, porque quiero darle un enfoque agroecológico. Respetando el bosque nativo y tratando de diversificar la producción, que no sea solo vacas y cabras, que es lo que sé hacer, sino también agricultura”, explica entusiasmado.

 

 

Frescos. La funcionaria  María Rodríguez le entregó los frutales a Amejeiras. Fotos: El Diario.

 

 

Para acelerar los procesos decidió anotarse en el Plan de Activación Frutihortícola: “Cuando me dijeron que nos iban a dar los frutales, los plantines y las semillas me sentí muy contento porque es como empezar a caminar sobre el sendero que me llevará a cumplir el proyecto. Este es un gran recurso”, cuenta, y asegura que “quiero lograr la ganadería regenerativa, tener animales de granja, darles alimentos orgánicos. Que todo el proceso y el producto final sean orgánicos”.

 

El sol pegaba fuerte durante la visita de la revista El Campo. Escondido bajo un sombrero de tela gris, el productor opina que es importante respetar los ciclos lunares y planetarios que ayudan a que los cultivos estén mejor. “Acá voy a poder aplicar todo el conocimiento que voy adquiriendo. A este proyecto lo comparto con mis primos, hay unas 200 vacas del otro lado. Acá tenemos gallinas, pavos, gansos, patos, ovejas, chanchos y un par de caballos. El enfoque de la biodinámica indica que la granja es un espacio en el que cada parte, como el suelo, los vegetales, los animales y el hombre conforman un sistema. Es importante que todos convivan y vamos a ir construyendo y distribuyendo los espacios de acuerdo a una estructura lo más eficiente posible”, afirma mientras señala una zona en la que pondrá un estanque para patos.

 

 

3.000  hectáreas mide la superficie que Ariel Amejeiras trabaja de manera sustentable, bajo el enfoque agroecológico y atento a los ciclos lunares y planetarios bajo el concepto biodinámico.

 

“No soy un experto ganadero, pero tenemos vacas de la raza pampa que se crían muy bien en este clima tan seco. La idea es mantener el número, son pocas, pero apuntamos a trabajar de manera más eficiente. Por ahora hacemos cría, este tipo de suelo no da todavía para elaborar las pasturas para hacer el engorde. En un tiempo quiero empezar a hacerlo”, indica, y aclara que siempre su objetivo principal es lograr “valor agregado con certificado orgánico y regenerativo. Incluso quiero sembrar buffel y mejorar pasturas para dar el siguiente paso. Con la cría el techo es bajo. Por ahora hacemos venta directa, también busco modernizar la comercialización, pero todo va paso a paso, pensá que aún no tenemos el techo en la casa”, exclama y se ríe.

 

A la cría de vacas sumó, este año, los animales de granja; y ahora, con la ayuda del Plan de Activación Frutihortícola impulsado por el Ministerio de Producción, continúa por el camino que lo llevará a convertirse en agricultor. Le entregaron ochenta árboles en total: 20 higueras, 20 membrillos, 20 damascos y 20 duraznos.

 

 

Queremos lograr una ganadería regenerativa, tener animales de granja y producir frutas y hortalizas. Hago dulces. Ariel Amejeiras.

 

“Quiero completar el ciclo. Voy a agregar tuna, brea, empezar a explotar las especies nativas”, afirma, y sigue: “Me parece excelente lo que hace San Luis con los productores hortícolas, este es un ejemplo importantísimo para replicar en todo el país. Sobre todo porque a través de estas ayudas se diversifica la producción. Cuando se ponen todos los huevos en la misma canasta un año te puede ir bien y otros mal, pero cuando contás con varios focos productivos, vas compensando”.

 

En el predio cuentan con un reservorio de agua antiguo que hizo su abuelo. “Es enorme y junta agua de lluvia. Ahora gracias a que nos conectamos al acueducto Nogolí hicimos un sistema con geomembrana y todas las de la ley, así vamos a poder recorrer largas temporadas con agua. Tenemos el riego asegurado, que era uno de los requisitos para participar en el plan. Antes ese reservorio era solo de uso ganadero y ahora sumaremos agricultura, ya pusimos las mangueras de riego por goteo, pare hacer un uso eficiente del agua.

 

 

 

Este es un paso enorme. Yo quiero demostrarle a la gente que sí se puede hacer esto, que se pueden producir otras cosas”, dice con convicción.

 

Amejeiras expresa que si su bisabuelo pudo trabajar los animales bajo condiciones mucho más adversas, cómo él no va a poder desarrollar su proyecto.  “Ya tenemos agua, estamos instalando la electricidad y hasta pondremos las antenas para tener wifi. No hay excusas. Además tengo un compromiso con el Ministerio de Producción de San Luis porque la entrega de insumos es una excelente ayuda, con esta iniciativa fomentan también las pequeñas economías como la mía”.

 

 

 Actualmente el predio cuenta con servicio de agua cruda y por estos días trabajan para poner electricidad y wifi.

 

“Yo quiero lograr que esta zona tenga una chacra con frutales, sueño con mezclarlos con variedades autóctonas, porque hemos dejado gran parte de lo que ya estaba en la tierra. La biodinamia no da vuelta el pan de tierra, es como que hay un cuidado importante del suelo, más en esta zona que es seca. Esto será lo primero y después nos vamos a expandir hacia atrás, contamos con 3 mil hectáreas dedicadas al ganado. Es mucha la cantidad de suelo que no produce lo que debería, esperamos que pronto sea productiva”, anhela.

 

 

En sincronía con la naturaleza

 

El productor explica que la biodinámica “le permite al hombre entrar en sincronía con la naturaleza, estar mucho más sensible y atento con los ciclos naturales sutiles, más allá de las estaciones, el día y la noche. Me refiero a ciclos más sutiles como los de las plantas y por ende los animales y el ser humano”, dice, y continúa: “El enfoque implica estar atento al ciclo natural de la planta y ayudarla en el momento justo. Esto se hace a través del ciclo lunar, de las estaciones, los ciclos solares, la posición de los planetas del sistema solar y de las constelaciones”.

 

Amejeiras está de acuerdo con la idea de que todo influye en la vida de la tierra en distintos niveles. “El sol es el astro que más influye, el que más se nota y es perceptible para el hombre, pero los planetas tienen una influencia más sutil. Además me interesa muchísimo trabajar el valor agregado. La biodinamia incluye al orgánico, además se abre todo un mercado internacional que busca este tipo de productos naturales. A nivel económico, como negocio, quiero entrar en esos mercados porque considero que esta manera de percibir las cosas es valiosa”.

 

 

 La biodinámica es un proceso que le permite al hombre estar en sincronía con la naturaleza.

 

Sobre el aspecto social de la biodinámica, Amejeiras indica que “el hombre está incluido como parte del organismo granja y por ende cada organismo se tiene que relacionar con su entorno. A nivel local e internacional hay un aspecto social de comunidad, de trabajo en conjunto y ayuda mutua que hay que apoyar en el plano mundial. La biodinámica es una respuesta a muchas cuestiones, no solo a la producción de alimentos, sino también analiza cómo tratamos a la tierra en ese proceso y cómo nos tratamos e interrelacionamos entre seres humanos”, expresa, y aclara que habla en el sentido de “beneficiar el entorno social cercano primero, la cuestión de ayudar a los trabajadores de la zona, y hacer que todo sea fructífero y más fértil en todo aspecto. Lo social es muy importante y considero que el mundo necesita de este enfoque”.

 

 

 ► Dos mundos totalmente diferentes

 

 Del Fantasma de la Ópera en  Londres a la producción en San Luis

 

 Silencio. Amejeiras también trabajó en Mamma Mía, Matilde y Los Miserables.

 

 

 Además de invertir y apostar a la producción biodinámica, Ariel Amejeiras tiene otra pasión, la música. “Tengo un sello discográfico que se llama Aztec Records. soy músico pero me dediqué a producir a otros artistas.  En 1999 me fui a Londres persiguiendo la electrónica, que es la música que me gusta y me quedé a vivir allá hasta 2016”, cuenta pudoroso, porque no le gusta hablar de sí mismo.

 

“Como inmigrante me tocó trabajar en diferentes cosas, sobre todo en pubs. Ahí conocí a técnicos que estaban en el backstage de la obra El Fantasma de la Ópera', en el Magestic Theatre, ahí primero fui telonero y después me pasaron al área de sonido. Además siempre me interesó lo que tiene que ver con esta rama y tenía buena onda con el jefe. Estuve mucho tiempo ahí. La obra es un clásico, hacía 37 años que la presentaban en ese edificio. Supe que en pandemia cerraron para hacer refacciones ”, dice.

 

“Tengo buenos recuerdos, teníamos ocho funciones a la semana, más dos matinés, a sala siempre llena. Es un fenómeno cultural impresionante porque sigue atrayendo gente de todo el mundo. Lo que me traje fueron recuerdos agradables sobre bromas internas de las que la audiencia no se daba  cuenta, movíamos cosas de lugar o poníamos fotos de los actores en partes en las que las que el público no veía. Nos divertíamos mucho. Hacíamos lo mismo ocho veces a la semana. ya no sabíamos qué más hacer”, afirma divertido.

 

“Es un mundo impresionante dentro del arte. El teatro tiene una de las orquestas más grandes de Europa, con 27 músicos,  un elenco de 40 actores y había involucradas casi 200 personas en vestuario, maquillaje, escenografía, efectos especiales, luces y sonido. Había una sincronizacion increíble, fue muy divertido”, expresa, y añade que también trabajó en las obras Mamma Mía, Los Miserables y Matilde.

 

Además asegura que se encontró con otros argentinos como Elena Roger y Gerónimo Rauch. “Es agradable encontrar argentinos en un país extranjero. Esto es parte de mi historia y siento que es otra vida. Ahora estoy enfocado en este proyecto que me llena el alma. Para mí, la biodinámica es importantísima para el mundo y hay mucho todavía por hacer”, concluye.

 

 

 

Redacción / NTV.

 

LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo