El pasado siempre regresa: "Vía antigua" festejó su aniversario
El anticuario de calle Colón cumplió 12 años y lo celebró con un brindis con amigos, clientes y antigüedades.
Quienes saben con qué se encontrarán cada vez que visitan Vía Antigua, el anticuario de calle Colón, esperan la fecha acordada para hacer un viaje al pasado a través del arte. Quienes asisten por primera vez terminan el paseo cuanto menos sorprendidos por la cantidad de piezas que se distribuyen en el pequeño lugar.
Para celebrar el 12º aniversario de la casa de antigüedades que constituye un espacio único en la provincia, Gabriela Nostray, responsable del lugar, organizó un festejo especial: por primera vez, el anticuario fue sede de una exposición de obras de arte. El célebre Miguel Ángel Guardia, un amigo de la casa; María Cristina Sosa, quien llevó sus pinturas al óleo; y Valentina Nostray, de 14 años, hija de la dueña, hicieron lo propio para ofrecer un elemento nuevo en Vía Antigua.
Un brindis por el cumpleaños acompañó la celebración que estuvo protagonizada por amigos y clientes de la casa, quienes aprovecharon para observar los nuevos elementos.
“Trajimos mucha cristalería para Navidad, manteles y otras cosas que la gente pidió durante todo el año”, sostuvo Nostray.
La reunión del sábado contó con la alegría por la celebración y, sobre todo, por el reencuentro, ya que el año pasado los amigos de Vía Antigua no pudieron juntarse a brindar.
En la tarde del brindis hubo charlas sobre monedas antiguas, música, arte y, por supuesto, las antigüedades. “Son reuniones muy lindas en donde se habla de todo, creemos que Vía Antigua es un polo donde se juntan todas las pasiones”, resumió Nostray sobre los encuentros de los sábados.
El edificio donde funciona el anticuario abre los sábados a partir de las 17 y cierra cerca de las 22. En ese lapso recibe una veintena de clientes por jornada, que van a comprar piezas especiales o simplemente a contemplar las bellezas que hay en el lugar. “Lo bueno es que todos los sábados viene alguien nuevo”, agregó Gabriela, quien señaló que de lunes a viernes en el domicilio funciona su estudio jurídico.
Si bien la responsable del espacio indicó que no es tan fácil hacer que el público puntano se acerque a las antigüedades como posible compra o inversión y que lo más difícil es hacerse conocer como opción, se mostró satisfecha con la convocatoria y con las ventas efectuadas durante la pandemia.
“Hay que desterrar la idea de que las piezas antiguas son caras, porque la verdad es que tenemos cosas para todos. Por ejemplo, una taza de té, de porcelana antigua, inglesa, oscila en los dos mil pesos”, dijo Nostray, quien señaló que en el lugar también hay lámparas victorianas, juegos de ajedrez, copas de cristal, muñecas, muebles, relojes de pared y otros adornos, con la belleza y la distinción como punto característico.
Entre los objetivos que tiene el año que viene, el anticuario encarará una idea muy ambiciosa llamada “Estilo Vía”, que pretende “generar un nuevo concepto en decoración de oficinas, casas, departamentos”, explicó Nostray. La propuesta consiste en incluir un elemento antiguo en la decoración del nuevo espacio. Además, Vía Antigua pretende continuar con la práctica establecida este año de convertirse como un espacio para exposiciones y muestras.


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