Un homenaje al trote para Ramón Cabrera

El 18 de febrero de 2019, la noticia caló hondo en el atletismo de San Luis. Ese día falleció Ramón Cabrera, un referente de la disciplina y líder de la agrupación que aún lleva su nombre.  Dos años después, a la misma hora que él siempre citaba a sus atletas (15:30) en el Parque de las Naciones, dos agrupaciones lo recordaron y le rindieron un homenaje: "Big Runners San Luis", en donde están sus hijos Maira, Dayan y Johan; y la "Agrupación Ramón Cabrera".

Tras algunos detalles en el espacio de eventos que lleva su nombre como flores, globos y la pista con corazones dibujada en el piso, la “Ramón Cabrera”, con su característica remera color verde, salió al trote hasta el mural que tiene Cabrera en el Corredor Vial “Eva Perón”. Allí, casi debajo del Puente Blanco, hubo aplausos, suelta de globos y un grito que retumbó en las paredes de esa avenida: “¡Ramón Cabrera, presente… ahora y siempre!”.

“Seguimos firmes con la Agrupación, con su legado, y eso es un orgullo. Él siempre quería que estuviéramos juntos, ayudando a que los atletas mejoren día a día”, dijo Mario Pereyra, integrante del grupo. Y continuó: “Con Ramón nos divertíamos, entrenábamos y luego venían los mates, cuando nos contábamos historias del atletismo. Disfrutábamos mucho todo eso. Eran momentos muy lindos”.

Al mismo tiempo, el team "Big Runners", que tiene como líderes a los destacados atletas Yésica Barloa y José Flores, salió desde el parque rumbo al Cementerio Parque Jardín del Recuerdo, en el sur de la ciudad capital, donde yacen los restos de Cabrera.

Ese grupo, en el que estaban sus hijos, con sus remeras violetas recorrió la calle Riobamba de norte a sur, luego el Parque IV Centenario y, finalmente, la ruta 146. “Es difícil venir acá, ver a todos sus atletas y que no esté él. Pero también es muy importante para nosotros que sea recordado así, de la mejor manera”, subrayó Maira, su hija.

A su lado, Johan agregó: “La idea fue hacer algo parecido al homenaje que le hicimos el año pasado en el primer aniversario de su muerte. Siempre siguiendo el legado de mi viejo”.

Dayan, mientras sus hermanos hablaban, miraba el rostro de su papá pintado en una pared en el ingreso al estacionamiento del Parque de las Naciones. Luego expresó: “Es un día muy especial. Él siempre quiso que cualquier atleta que empezara con este deporte no dejara de correr, sin importar en qué agrupación estaba. Y en la calle la gente siempre te lo recuerda o te cuenta una anécdota, un entrenamiento, un viaje; eso para nosotros es muy importante. Me cuesta creer lo que pasó, ya pasaron dos años pero por ahí pienso que pasó muy poco. Siento como que se fue de viaje”.