La justicia social en tiempo y forma

Muchas de las predicciones que salieron a la luz a partir de la pandemia de coronavirus se están cumpliendo rigurosamente. Las buenas y las malas. Esta peste iba a hacer aflorar lo mejor y lo peor de cada uno. No casualmente Albert Camus, autor de “La peste”, obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1939. Allí consta magistralmente descripta esta sentencia inexorable. Y todo está a la vista. Las miserias afloran casi naturalmente. Por eso es muy importante que los gobernantes hagan “lo mejor” que la coyuntura permita. Y que lo hagan en tiempo y forma. Y este es el tiempo para algunos anuncios esperanzadores. No hay otro tiempo.

La Provincia difundió un incremento salarial del 40% para toda la administración pública. Será en dos cuotas de 15% (marzo y julio) y una final de 10% (noviembre). Este aumento alcanza al personal de salud, docentes, fuerzas de seguridad y escalafón general. El Plan de Inclusión Social llegará a los $17.200. Los becarios 22AG alcanzarán los $6.000 mensuales.

Además, 213 agentes de la administración pública, mujeres mayores de 50 años y hombres mayores de 55, con más de cinco años de antigüedad, pasan a la categoría A. También se recategorizará a 131 agentes de la salud y se incrementará en un 40% el incentivo a la productividad de las fuerzas de seguridad. Por otra parte, se prevé el pase a planta permanente de 177 trabajadores públicos.

Una medida concreta que a fin de marzo llegará puntualmente a los bolsillos de todos los agentes de la administración pública. Y se pagará en tiempo y forma, como desde hace muchos años lo hace San Luis. No hay que esperar ni “el derrame neoliberal”, ni milagros, ni reuniones secretas de neoiluminados, ni prestaciones externas. Es imprescindible recordar que, pese a la pandemia, la provincia sostuvo en 2020 un incremento del 40%, cuando la media nacional fue del 22%. Justicia social, inteligencia, eficiencia y prudencia fueron los ejes que se resaltaron al momento del anuncio.

Existe un elemento adicional a esta realidad que de ninguna manera puede ser desestimado a la hora del análisis serio. La teoría económica acompaña a la perfección este razonamiento sostenido en una base empírica. La macroeconomía estudia con mucha atención la relación entre el ingreso y el consumo. Está claro que el ingreso es igual a la suma del consumo más el ahorro (consumo diferido). Sobre esta igualdad se calcula la propensión media al consumo (proporción del ingreso que las familias dedican al consumo). En tiempos de crisis recurrentes y a determinados niveles de ingreso, las familias se ven forzadas a consumir todo su ingreso. Su propensión media a consumir es igual a 1. Lo interesante es revisar su propensión marginal a consumir. Es decir, sobre cada peso que aumente su ingreso qué porcentaje destinarían al consumo. Ante el contexto descripto, todo el aumento iría en su totalidad al consumo. En estos principios se sostiene la noción del círculo virtuoso que se menciona habitualmente. Al aumentar el consumo interno crecen la producción y el empleo. Esto genera un nuevo aumento de ingresos, y así sucesivamente. Y de ninguna manera se trata de una cuestión menor. Es un serio sustento para fundamentar la necesidad de incrementar los ingresos de una buena parte de la población. No solo para que las familias puedan cubrir sus necesidades básicas insatisfechas, sino para que su mayor consumo sea un factor decisivo en la reactivación económica. Este incremento salarial es un claro ejemplo de redistribución de ingresos, y una muestra del cumplimiento de una de las funciones elementales del Estado como es la reactivación económica. Los detractores de estos criterios suelen mostrar muy poca preocupación por el nivel del salario real y su influencia en la economía de los ciudadanos. Son otras las variables que les generan algún desvelo.

Es trascendente que el Gobierno de San Luis asuma su responsabilidad, y responda de un modo tan concreto y terminante a las demandas que este momento impone. Y que honrando el mandato popular se ocupe con atención de lo que efectivamente debe ocuparse.