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Más de 15 mil mujeres llegarán al 35º Encuentro Nacional

San Luis quedará en la historia por ser la primera provincia con dos encuentros. Habrá talleres, feriantes y artistas.

Por redacción
| 23 de octubre de 2022
Juntas. Las organizadoras dijeron que 15 días antes del encuentro informarán sobre talleres y la grilla cultural. Foto: Gentileza.

Mientras que los neologismos se utilizan para describir una nueva realidad, los nombres son escogidos y acuñados con el fin de identificar una persona, una institución o concepto. Pero, ¿cómo se escoge la nomenclatura de un movimiento que, como la palabra describe, está en constante cambio? Quizá lo que llevó a la división es la imposibilidad de conformar a todos sus heterogéneos, y orgullosos de serlo, integrantes.

 

A pesar de los intentos de ambas comisiones organizadoras por unificar fechas e ideales, la provincia recibió a la marea verde y violeta, pero no lo hizo en su totalidad. La primera ola llegó el 8, 9 y 10 de octubre y acuñó la nomenclatura de 35º Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias luego de que un amplio sector manifestara en el anterior encuentro, realizado en La Plata, su disconformidad con el nombre inicial, Encuentro Nacional de Mujeres (ENM), por dejar afuera sectores que también conforman el movimiento.

 

Sin embargo, esa división que inició en 2019 se mantuvo durante tres años y llevó a que San Luis se prepare para recibir una segunda ola, con el nombre inicial del encuentro, el fin de semana largo del 19, 20 y 21 de noviembre.

 

“Fracturar el encuentro ha sido un gran error. Muchas de nosotras peleamos en las dos comisiones por lo mismo. Por ahí nos ciega la inmediatez o alguna cuestión coyuntural, pero tenemos que ser capaces de ser más estrategas integral, política e históricamente del rol y la potencialidad transformadora del movimiento de mujeres y diversidades. Nos da mucha pena porque sea en este territorio. San Luis quedará en la historia como el espacio de fractura del encuentro”, expresó Cecilia Betervide, integrante de la comisión organizadora del 35º ENM.

 

Aunque en el encuentro de La Plata se realizó una votación multitudinaria sobre el deseo de cambiar el nombre; la comisión del ENM sostiene la necesidad de consensuar entre mujeres y diversidades el título definitivo para que el próximo se realice en una sola fecha y de forma unificada.

 

“Confiamos en que en estas diferencias se puedan ir saltando, no empieza ni va a terminar el encuentro en San Luis, sino que es una instancia dentro de la historia de los encuentros. Espero que el propio movimiento pueda saldar estas diferencias”, alentó.

 

Sin embargo, el tema ya fue debatido en los espacios de diálogo, por mencionar los 105 talleres, a los que más de 120 mil asistentes estuvieron en octubre; seguramente, lo mismo se replicará en el encuentro de noviembre. Aunque ninguno de los dos tuvo/tendrá un taller específico sobre el debate del nombre, habrá que esperar a las conclusiones de cierre para ver si se unen a la próxima sede escogida por el Pluriencuentro para 2023, en Bariloche.

 

 

En los preparativos

 

Luego de una larga tarea de selección, el ENM ya tiene logo. Se llama “Badgonner” y como principal característica, de la ya tradicional paloma que simboliza al encuentro, está la puntanidad. En él están representadas las sierras de San Luis con un Venado de las Pampas y dos mujeres emblemáticas de la provincia: Francisca “Pancha” Hernández y Enriqueta Lucio Lucero. A su derecha hay rostros de “las ausencias que nos duelen”, como las describieron; por mencionar algunas, Guadalupe Lucero Cialone, Johana Galdeano, Mónica Ramos, Carla Pereira, Dora Arce y Florencia Magalí Morales.

 

 

 

En la izquierda del logo hay una fábrica con mujeres de puño en alto, que representa la lucha de las proletarias puntanas, representadas en esta ocasión por trabajadoras de la fábrica recuperada C.U.P.S. de Concarán. En el centro está la whipala, mal llamada bandera de la pachamama y la naturaleza, con la forma de chakana (símbolo milenario quechua con estilo de cruz), que representa a los pueblos originarios.

 

En referencia al número de encuentreres que vendrán a San Luis, la comisión no se basa en las inscripciones por su imprecisión, sino en los pedidos de alojamiento “a piso”, de aquellas mujeres y diversidades que dormirán en espacios públicos, brindados por el encuentro. Por el momento, hay una base de unas 15 mil personas, sin contar aquellas que alquilarán alojamientos.

 

La marcha principal, que se realizará el domingo 20 de noviembre, comenzará entre las 18 y 19, el horario dependerá del calor, y desde la comisión aseguraron que no será muy extensa debido a que hay muchas marchantes que se ven limitadas a recorrer tantos kilómetros.

 

Además, el ENM contará con al menos 60 talleres, una grilla cultural y un espacio para feriantes. La convocatoria, tanto para sumar espacios y temáticas de diálogo como para formar parte de la movida cultural, continúa abierta y quienes deseen proponer ideas o presentarse como artistas pueden hacerlo a través del mail comisioncultura35enm2022 gmail.com.

 

Los talleres mantendrán su modalidad original, serán de característica horizontal con moderadoras que tomarán notas para realizar después un temario con las conclusiones, problemáticas y abordajes a considerar dentro del movimiento y para próximos espacios de encuentro. Los tópicos se leerán en el cierre.

 

Sobre dónde se realizarán los actos de apertura, en el que se realizará una lectura única y un acto cultural y de cierre, Cecilia explicó: “Tenemos tres lugares, estamos tratando de cerrar, solo falta que desde la Secretaría la Mujer y las Diversidades nos convoquen de nuevo a reunión, como para terminar de definir eso y la elección de las escuelas para el hospedaje y la realización de los talleres”.

 

La comisión también trabaja con las empresas de transporte público para ofrecer un servicio con frecuencia aumentada y con el Ministerio de Seguridad en referencia a los cuidados.

 

“El vallado termina siendo una provocación, aunque no sea esa la intención. Así que queremos que sea en armonía y con todo lo que hay que reclamar, pero que la sociedad no lo viva como una invasión ni una cuestión de violencia, sino de autocrítica por la historia, por la presión del sistema para con las mujeres y que nos deja de lado”, finalizó Cecilia.

 

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