19°SAN LUIS - Jueves 25 de Abril de 2024

19°SAN LUIS - Jueves 25 de Abril de 2024

EN VIVO

Arriba el telón, salgamos a escena

Marcelo Di Gennaro hace teatro desde que era un niño. Estudió en el TEA de Córdoba y en el Centro Cultural "San Martín". En 1986 fue becado por el Fondo Nacional de las Artes. El próximo 8 de diciembre estrena "El Burgués" en la UNSL.

Por Johnny Díaz
| 28 de noviembre de 2022
Su voz. "El teatro es un juego, tiene que ver con la concentración, la viveza y la agilidad para resolver cuestiones". Fotos: Héctor Portela /Gentileza.

Uno de los pioneros del teatro en San Luis hizo sus primeras actuaciones en la escuela Mitre, donde era alumno regular.

 

Fue Gloria Páez de Zoppi quien le dio roles en los actos escolares. En el seno de su hogar, su padre Carlos Herman "Chalo" Di Gennaro integraba la agrupación coral Orfeón Puntano, dirigida por el profesor Augusto Müller, y pusieron en escena una obra dramática-musical en el desaparecido cine Ópera. Marcelo Di Gennaro era uno de quienes lo acompañaban a mirar y escuchar los ensayos.

 

“Yo tenía 7 u 8 años —dice hoy el actor—, siempre lo acompañaba a sus ensayos y cuando fui a la escuela tuve la suerte de participar en actos escolares. Todo eso me fue marcando. Uno a veces en su memoria no tiene una fecha exacta de sus inicios, pero si uno se remite a su historia encuentra aristas determinadas que después lo llevan a tomar una actitud que nos lleva a decidir sobre nuestro futuro”.

 

 

Distinguidos. Por el Instituto Nacional del Teatro.

 

 

Di Gennaro hizo la primera parte de la escolaridad primaria en la escuela Mitre y tres años de la secundaria en la Normal "Juan Pascual Pringles". Cuando cursaba tercer año y con 14 de edad, se fue a Córdoba. “En 1968 se decía que los técnicos iban a ser los hombres del futuro. Mis padres, 'Chalo' y Mercedes Martha Sáez, hicieron los trámites para que me incorporara a la escuela dependiente de la IKA (Industrias Káiser Argentina) que formaba técnicos del automotor. Viajé a Córdoba donde terminé la secundaria en el instituto IKA-Renault y los fines de semana hacía talleres de teatro destinados a operarios y alumnos”, recuerda.

 

“Los años 1969-1970 eran tiempos muy álgidos y sobre todo para el gremio que los nucleaba: Smata. Era un gremio muy fuerte y numeroso, los talleres estaban dictados por gente muy identificada, eran talleres-políticos donde se bajaba línea a los más jóvenes como nosotros”.

 

Di Gennaro agrega: “A los 15 años estuve en el ‘Cordobazo’. Recorrer las calles en esos tiempos era toda una gran aventura, éramos espectadores activos de lo que pasaba. No entendíamos nada, pero marcábamos presencia. Había actos vandálicos por todos lados, recuerdo que en Casa Muñoz , en la confitería El Pan de Azúcar, frente a la plaza principal o los kioscos se llevaban hasta los encendedores, saqueaban todo. Con el tiempo fui comprendiendo que fue una aventura que pudo haber terminado muy mal, no estaba para nada bien. Hoy lo miro y me digo que era un kamikaze”.

 

 

En escena. Con Graciela Guerreira y Mariel Robledo.

 

 

Se recibió de técnico mecánico en 1973 y tuvo dos opciones: o se iba a trabajar a la presa hidroeléctrica El Chocón o continuaba estudiando. Volvió a Córdoba a estudiar Ingeniería y allá se acercó al Teatro Estudio Arte de Córdoba (TEAC) que funcionaba en la galería San Martín al lado de una radio. “Cursé tres años y en abril o mayo del 76 entrenamos una obra que se llamó 'Sodoma 2000’, con fragmentos de otras. No tuvo vida, fue el debut, dos funciones y despedida", rememora. Integraban el elenco Mabel Sarracina de San Juan, quien estudiaba Medicina, e Hilda Chappero. El director era Jorge Ortega y la asistente de dirección "Pupi" Koslo. El crítico Luis Mazza les dedicó un espacio en el diario La Voz de Córdoba. "Después del estreno el director fue preso y nosotros investigados", dice Marcelo.

 

 

Mayo de 1995. Di Gennaro, con Norma Aleandro en Buenos Aires.

 

 

El joven vivía en Nueva Córdoba, en Obispo Trejo y Achaval Rodríguez: "Nos vivían allanando, mis vecinos eran los Vaca Narvaja, era imposible vivir”.

 

Marcelo admite que sus estudios no iban como él quería, que además integraba el Centro de Estudiantes de la Facultada de Ingeniería y militaba en el MAS (Movimiento al Socialismo, que después fue el PST ) y en el 76 los expulsaron de la universidad. Entendió que no tenía más nada que hacer en Córdoba y en julio, regresó a San Luis a la casa de sus padres en General Paz y Julio A. Roca.

 

“Fue un golpe muy duro, me había ido de San Luis a los 14 años y volvía ocho años después a los 22. Me encontré con otra forma de vivir la vida, estaba muy solo, como en cuarentena. Encontré que mis amigos estaban desperdigados o se habían radicado en otros lugares. Me refugié en el barrio con mis amigos de la infancia, me ‘sosegué’ un poco a la fuerza. Con 'Rulo' Dagata, Juan Gilberto Funes, ‘Coco’ Rosales, Pedro y ‘Lito’ Presti, Pedro y José Zavala y ‘Carloncho’ Guevara jugábamos al fútbol en la canchita del barrio y nos comíamos lindos asados”, señala.

 

 

Admirador. El actor sanluiseño, con el famoso escritor Ernesto Sábato.

 

 

En el barrio, Marcelo Di Gennaro puso en práctica lo mucho que había estudiado en Córdoba y armó un grupo de teatro. "Yayi" Presti y sus hermanas Fátima y Mónica le dieron una mano como alumnas del "San Luis Gonzaga". En ese lugar y después de hablar con la hermana Benigna a cargo del bufet, presentaron la obra infantil “El sueño dorado de Pituco”, cuyo personaje principal era una pantera rosa. El elenco además estaba integrado por Liliana Flores, los iluminadores eran “Coco” Rosales y "Tony" Presti. Walter Lucero, artista plástico de San Luis, hizo la cabeza del personaje principal y “Chacho”, el sodero del barrio con su camioncito, era el encargado de trasladar la escenografía.

 

“La hermana Benigna aceptó la idea y un sábado a las 16, en la sala de la escuela, debutamos, fue a sala llena, la gente hacía fila para entrar. Fue un éxito, hicimos mucha plata, el bufet de la hermana trabajó muy bien y nosotros ganamos mucho dinero, el 70% para el elenco y el 30% de las entradas era para 'San Luis Gonzaga'”, recuerda hoy.

 

 

Sala Augustus. Con Víctor Franzi y Graciela Martínez, en la obra "El Lugar".

 

 

“El éxito y la confianza hizo que nos fuéramos de gira en el camión de ‘Chacho’ por Naschel, Tilisarao, Concarán y El Trapiche. Se había creado la productora Dig-Sa (Di Gennaro-Sáez), hacíamos teatro ambulante y la gente nos recibía muy bien, fueron experiencias impagables y jamás repetidas”.

 

Con el tiempo, Di Gennaro y todos quienes hacían teatro en San Luis fueron llamados por la Dirección de Cultura para armar un elenco oficial, pero lamentablemente nunca se logró. Gloria Zoppi terminó creando un grupo independiente que se llamó Teatro Vocacional Amigos del Arte, integrado entre otros por Arturo Fernández, Víctor Franzi, Liliana Flores, “Lito” López, Mirta Zoppi y Lidia Olguín. Presentaron ‘El novicio rebelde’ de Guillermo y Horacio Pelay.

 

En San Luis no había salas teatrales, por eso pusieron la obra en el cine Roma de la Sociedad Italiana el 4 de noviembre de 1977. Días después lo hicieron en La Strega de Juana Koslay, al aire libre, y también en la galería de la escuela que es hoy "Juan Martín de Pueyrredón".

 

 

Sus padres. Carlos Herman "Chalo" Di Gennaro y Mercedes Martha Sáez.

 

 

"Recuerdo que Roberto Mazzola, Pablo Melto y Enrique Solares nos hicieron una propuesta. La sala tiene 900 butacas, si vendíamos 900 entradas pasábamos a ser el elenco oficial de Sociedad Italiana, con ganancias de un 70 por ciento para nosotros y un 30 para la institución. Aceptamos. Arturo era el marido de Rosa Munaffo y dueña de boutique Jovita. Nos ayudó a vender entradas, logramos el objetivo y pasamos a ser el elenco oficial", cuenta Di Gennaro.

 

Y agrega: “En 1977  trabajé con Luis Rezzano, Mario Cuello y Patricia Ponzo. Hicimos ‘Como se hace un drama’ y también un taller de teatro para adultos y presentamos ‘El caso de las petunias pisoteadas’, con María Fernández Schwindt y 'Patito’ Rodríguez en la parte técnica”.Era en 1978, época en la que había que tener mucho cuidado con todo, por eso optamos en hacer comedias especialmente de Darío Vittori; hicimos ‘La plata del gringo’, ‘Los maridos de mamá’, ‘Siempre perdona’, ‘Aprobado en castidad’. Año a año íbamos dando una vuelta de rosca acomodándonos a los tiempos y estudiando detenidamente los libretos".

 

 

Dupla. Di Gennaro y Arturo Fernández, en la obra "La plata del gringo".

 

 

En 1981 se realizó en Buenos Aires un ciclo emblemático contra la dictadura militar, la resistencia cultural denominada Teatro Abierto. Allí presentaron tres obras: ‘Decir sí’,  ‘Desconcierto’ y ‘El acompañamiento".

 

"En el 82 lo hicimos en Córdoba ante una impresionante cantidad de público. Un diario tituló ‘Un aire fresco viene de San Luis’. Polo Godoy Rojo nos invitó a su casa para conocernos y felicitarnos. Estaban Arturo Fernández, Daniel Pando, Víctor Hugo Franzi, mi compadre Guillermo Marone, Graciela y Raúl Martínez. Dos años después nos desvinculamos de Sociedad Italiana y armamos Gente de Teatro, nos fuimos a trabajar a la biblioteca de la Asociación Bancaria".

 

Di Gennaro cuenta que cuando vino de Córdoba trabajó en Laminadora Puntana, en Annan de Pergamino, de Sucre y avenida España y en la fábrica SCAC. En 1980 ingresó a la Universidad Nacional de San Luis, donde se jubiló.

 

 

Relax. Marcelo, con sus hermanas Fátima y Mónica, en El Trapiche.

 

 

“En 1986 obtuve una beca del Fondo Nacional de las Artes en Buenos Aires para estudiar teatro. Me pasaron a la Secretaría de Extensión Cultural para completar los requisitos. Mi profesora era Alejandra Boedo, tenía clases tres días a la semana y durante el día hacía talleres en el Centro Cultural 'General San Martín'. Me inscribí en la Escuela Municipal de Teatro, tenía 32 años. Me extendieron la beca a tres años con la condición de que durante 10 tuviera actividad formativa en la UNSL”.

 

Di Gennaro agrega que está en permanente actividad y produciendo. “Con el grupo de teatro de la universidad Le Maquinal presentamos la comedia 'El Burgués', de Moliere, en giras por Mendoza, Bell Ville y la capital mediterránea.

 

"En San Luis la subiremos a escena el 8 de diciembre en el auditorio 'Mauricio López', es dirigida por Marcela Aravena y trabajan Vatto Fuhrmann, Nelson Rosales, Melisa Furlong, Melisa Arcuri, Eugenia Paone, Marcel Machado, Elina Gómez y ‘Patito’ Rodríguez. Somos unas diez a doce personas".

 

“El teatro me dejó muchos amigos, lo máximo fue cuando regresé de Córdoba y me reencontré con mis orígenes barriales. Fue algo maravilloso, siempre que estoy con estudiosos del teatro les digo que el fútbol me enseñó muchísimo, me acercó, a mis amigos y me fue muy útil para mi labor actoral".

 

 

En familia. Con sus hijos Antonella y Franco, y su nieta Feliciana.

 

 

"El teatro es un juego que une al grupo, pasa con la mayoría de los actores, tiene que ver con estar concentrado, viveza y agilidad para resolver cuestiones. Fue muy importante, me di cuenta mucho tiempo después. Esa experiencia fue lo que más rescato del teatro, conocerme a mí mismo y poder conocer al otro, al personaje que se interpreta, una realidad con la que tengo que vivir toda la vida”, sentencia.

 

LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo