SAN LUIS - Jueves 02 de Mayo de 2024

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Malestar entre los empleados de delivery por el pago de sueldos

La patronal ahora les paga por día en una billetera virtual. Dicen que les aplican mal los descuentos. 

Por redacción
| 14 de diciembre de 2022
Rechazo. Los repartidores son monotributistas, pero trabajan bajo exigencias de relación de dependencia. Foto: Inés Cobarrubia

El sector de los empleados de delivery puntanos atraviesa una situación de precariedad que llega al límite. Uno de los puntos de inflexión tiene que ver con la modalidad de cobro y pago de la billetera virtual que maneja la empresa más reconocida del rubro. La mayoría de los trabajadores del sector está en desacuerdo con el esquema porque aseguran que no quedan claros los descuentos a sus salarios. A su vez, reclaman por otros tópicos laborales. Piden ser escuchados.

 

“Nuestro sueldo se calcula según la cantidad de kilómetros que hacemos hacia el local y la cantidad de kilómetros hacia el lugar donde hay que hacer la entrega; además, recibimos por publicidad –que básicamente es la mochila- y también hay un plus por otro concepto, pero es escaso. Es un tema complejo de explicar porque en el medio hay cuestiones con billeteras virtuales y esas cosas. Pero para que se entienda, antes había un resumen semanal que se pagaba. Ahora cambió por completo y abonan el día a día. Lo que se hace un lunes, lo hacen efectivo el martes. Lo que sucedió es que a muchos nos han abonado de manera inexacta. A mí, por ejemplo, me dejaron con $10 mil menos, a otro compañero le pasó lo mismo con $5 mil. Hemos perdido muchísima plata”, contó Daniel, un repartidor que por miedo a perder su fuente laboral prefirió no hacer público su apellido.

 

Si bien no hay cifras oficiales, en el sector aseguran que en la capital puntana hay entre 200 y 250 repartidores. Al menos la mitad tuvo inconvenientes con la nueva modalidad de pago.

Todo lo que concierne a las firmas de repartos en general es un bagaje incierto. En San Luis no hay delegaciones y los empleados no conocen a nadie de la compañía; prácticamente no tienen modo de reclamo. Actualmente, estiman que en la capital puntana hay entre 200 y 250 trabajadores en el sector y creen que al menos la mitad sufrió disgustos con la nueva modalidad de pago.

 

La única forma que tienen para generar descargos es a través de lo que denominan “tickets”, que son trámites que generan por medio de correo electrónico. Aseguran que nadie obtiene soluciones prácticas y concretas bajo este esquema. Contestan a las 72 horas, con respuestas que quedan en el limbo.

 

“No se entiende el descuento que nos hacen. La información tendría que actualizarse al día siguiente, pero no sucede. Uno no sabe si se descontó, no queda claro. La realidad es que cuando cobramos, no nos dan los números”, agregó Federico quien por temor, tampoco accedió a publicar su apellido.

 

El miedo no es una sensación. La condición legal de los empleados es de monotributistas; a la luz de la patronal son prestadores de servicios independientes que buscan un ingreso adicional en horario flexible. Pero en la práctica, la realidad es que son casi trabajadores en relación de dependencia.

 

Para graficar, tienen que hacer repartos por un mínimo de 8 horas si quieren un sueldo que llegue a un promedio de $60 mil (la cifra es ilustrativa, todo depende de lo que hace cada empleado y del movimiento diario). Si buscan incrementar el dinero, tienen que recorrer las calles por al menos doce horas diarias.

 

Los trabajadores con los que se comunicó El Diario no accedieron a publicar sus apellidos. Aseguran que las posibilidades de perder sus fuentes laborales son elevadas si sus identidades salen en los medios.

“A nosotros nos pagan por kilómetro, pero la aplicación que usamos marca distancias lineales y no registra los tramos reales, nunca toma las curvas como referencia. Siempre da más kilómetros lo que uno observa por Google por ejemplo, que lo que la app toma”, apuntó Federico.

 

 

Otros reclamos

 

En los primeros días del mes, los riders hicieron un paro. Entre los reclamos, más allá de la disconformidad por la modalidad de pago, pidieron un aumento acorde a la inflación y gastos básicos para realizar sus tareas, bonos, incentivos, y lo más relevante: requirieron la presencia de un delegado o representante directo de la empresa que pueda brindar ayuda, asesoramiento y soluciones a los problemas habituales.

 

“En cada provincia hay un coordinador. Nosotros teníamos uno de Córdoba, pero nos respondió en una única oportunidad y después no hubo más contacto. Ahora no sabemos quién es el coordinador”, señaló Federico.

 

“No se conoce a nadie de la empresa, no hay forma de reclamar; hace alrededor de 2 años que trabajo y no he visto a nadie como referente de la firma. No conocer una cara genera incertidumbre total. A eso se suma que somos una provincia chica, somos insignificantes para hacer un descargo. Además, sucede que se complica juntar a la totalidad de los trabajadores para tomar una medida de fuerza. La gente a la que no le pasó nada con la nueva modalidad de pago, por ejemplo, no hizo ningún reclamo y se entiende. Ahora proyectamos un nuevo paro para antes de las fiestas”, sumó Daniel.

 

Redacción/MGE

 

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