Abel Momo: emigrar para crecer entre sierras

Algo mágico y diferente tiene San Luis, que conquista a los artistas para que lleguen con sus equipajes y lo elijan para seguir su carrera desde algún punto de la provincia. Son muchos quienes dejan las grandes ciudades y se internan en algún pueblo puntano o en la misma capital donde los esperan otros colegas con sueños similares.

Una de las localidades más habitadas culturalmente es la Villa de Merlo que, con su microclima y las sierras que la rodean, enamora a cualquiera.

Merlo, por ejemplo, es sinónimo de teatro, música y arte callejero en cada esquina de la ciudad. Los artistas se reúnen en la plaza o en los centros culturales independientes que abren sus puertas para el talento que llega al pueblo y sus ciudades aledañas.

Uno de esos artistas que decidió trabajar desde San Luis es Abel Momo, un instrumentista, actor y payaso que tenía su vida hecha en Buenos Aires pero decidió dar vuelta la historia y se encontró, de repente, con la oportunidad de quedarse a vivir cerca de las sierras de los Comechingones.

Abel llegó a San Luis junto a su compañero Nicolás Tognola de Despelotango, una orquesta de murga y tango que visitó Merlo en enero del año pasado. Allí logró los contactos necesarios para quedarse y tejer nuevas redes de compañerismo y cultura. Además, otra cosa que lo conquistó fue la imponente naturaleza que en su lugar de origen no encontró.

Pero no abandonó del todo su vida citadina. Todavía forma parte de la orquesta que fundó junto con Nicolás y difunde en la provincia los proyectos que llegan desde Buenos Aires. Uno de los últimos fue "Derecho viejo", el capítulo uno de una serie de videos que lanzó el grupo de once integrantes en YouTube.

Además, el 11 de marzo será la presentación oficial de "La resistencia del abrazo", el último disco de Despelotango, donde Abel toca el bombo y el platillo.

La banda recrea viejos clásicos de la música popular argentina, como canciones de Ángel Villoldo, considerado el padre del tango, quien le dio la cuota de picardía y humor que con el tiempo mutó en drama y desamor. Con un sonido fresco y desfachatado, la orquesta presenta expresiones rítmicas muy diversas, que van desde murga, candombe, milonga y folclore hasta cumbia, características del espíritu festivo y popular de toda la cuenca del Río de la Plata.

"En San Luis hay mucho cariño, actividades para todos los gustos y principalmente una paz infinita para crear nuevos proyectos y salir adelante con lo que uno siente y planea en su cabeza", contó Abel, quien es un amante de las murgas y los carnavales, y que el fin de semana largo de febrero estuvo apegado a la fiesta que se realizó en Los Molles.

Redacción/MGE