La semana vio temblar los cimientos de Juntos por el Cambio. La causa fueron declaraciones de Elisa Carrio, quien pidió "reglas decentes" y "transparencia" en la coalición opositora, y dejó entrever "negocios" entre miembros de la fuerza con sectores peronistas.
Lilita afirmó que el "empoderamiento" de Sergio Massa "limpió" a JxC, entre los que querían hacer neoperonismo y los que estaban más cerca del radicalismo y del PRO. ¿Los apuntados? Emilio Monzó, Rogelio Frigerio, Gerardo Morales, Cristian Ritondo...
"Tiene que tener reglas decentes, no pueden tener más negocios. Le dije a Mauricio Macri que yo estoy harta de que haya doble juego, y voy a hablar. Y me dijo que tengo razón. Yo ya hablé, y el tembladeral que hay... Me llaman a toda hora", disparó Carrió. Sin embargo, aclaró: "La unidad está asegurada".
No parecen pensar igual otros referentes de JxC. Patricia Bullrich salió a cruzarla durísimo: acusó a su ¿examiga? de dar "un espectáculo degradante". El propio Morales la acusó de irresponsable y advirtió: "No vale todo". Horacio Rodríguez Larreta señaló que "el límite son los agravios". Para Luis Juez, los dichos son inoportunos, "pero no está mal lo que plantea". Para Margarita Stolbizer, Carrió "solo piensa en sus necesidades políticas". Mauricio Macri eligió el silencio.
En medio de los cruces, los agravios, las verdades a medias, los pases de facturas, hubo una voz más. Alejado de la política activa por su salud, a distancia de la pelea mediática, el exsenador nacional Esteban Bullrich fue terminante. "Estamos dando un espectáculo lamentable", dijo. Y... casi, casi que tiene razón.


Más Noticias