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Pablo Teodoro Fels: el héroe de quien nadie habla

Fue el primer piloto en cruzar el Río de la Plata en un aeroplano. Fundó el primer correo aéreo del mundo. Fue condecorado por el presidente Roque Sáenz Peña. Nació en Uruguay, pero siempre se identificó como de Villa Mercedes.

Por Johnny Díaz
| 11 de septiembre de 2022
1891-1969. Pablo Teodoro Fels fue el pionero de la aeronavegación argentina y latinoamericana. Fotos: Archivo El Diario/Gentileza/Nicolás Varvara

El 2 de septiembre se cumplieron 105 años del viaje del primer Correo Aéreo Internacional Oficial. Una hazaña impensada para Argentina, en una época en que la aviación daba sus primeros pasos.

 

Quien pilotaba el aeroplano era Pablo Teodoro Fels. El joven de 26 años repetía la proeza de unir Buenos Aires con Montevideo, Uruguay, cruzando el Río de La Plata, pero esta vez llevaba consigo una saca que contenía 90 correspondencias que había recibido al cierre de las oficinas de Correos y Telégrafos de Buenos Aires.

 

En la ocasión se redactó un acta a la que le imprimieron un matasello que decía: "Primer correo aéreo internacional de la República Argentina".

 

Hijo de Marta Menvielle y de Máximo Fels, Pablo Teodoro nació el 8 de mayo de 1891 en la estancia Santa Rosa (Conchillas), Departamento Colonia, República Oriental del Uruguay. Sus padres se encontraban en viaje de negocios cuando nació el niño.

 

 Caras y Caretas. La revista reflejaba todos los actos de Fels.

 

 

Unos meses después, la familia —unos verdaderos hacendados de la época— emprendió viaje a Villa Mercedes, provincia de San Luis, donde  el pequeño fue bautizado y nacionalizado argentino, su niñez y adolescencia transcurrió en la estancia familiar.

 

Pero ¿qué motivó al intrépido piloto a semejante tarea? ¿Osadía?, ¿audacia?, ¿valentía?, ¿necesidad? Juan Civalero, aficionado a la historia de los pioneros de la aeronáutica argentina, entiende: "En su juventud, Pablo Teodoro había sido enviado a Zúrich (Suiza) para estudiar ingeniería. Allí se contactó con personajes relacionados a la aviación y siguió con entusiasmo los principales vuelos de la época donde fueron protagonistas Louis Charles Joseph Blériot, Arthur Charles Hubert Latham, Jorge Antonio Chávez Dartnell y Bertolomeo Cattaneo, entre otros europeos".

 

 Apasionado. Teodoro Fels a bordo de su famoso Bleriot XI-Gnôme 50/hp, dueño de innumerables hazañas.

 

 

El escritor Julio Víctor Lironi dice en Génesis, un libro sobre la aviación argentina, que en 1911 "Fels regresó a la Argentina, se insertó en el ambiente aeronáutico y se relacionó con los pilotos Alfred Valletón, Max Paris LeClerc y Marcel André Peillette".

 

"Un año después Fels —agrega Civalero— obtiene el brevet internacional y comienza a realizar vuelos junto a sus amigos Jorge Newbery, Manuel Félix Origone y el francés Roland Garros. En noviembre de 1912 tenía un plan: volar a Montevideo en el más absoluto secreto. Una tarea casi imposible para la época y que confió a pocas personas entre los que se encontraban Alberto y Alfredo Calisto, Juan Francisco Zuanich  (cronistas del diario La Nación) y Carlos Borcosque (corresponsal del diario La Argentina)".

 

En la medianoche del 30 de noviembre, el hombre se reunió con sus amigos en un café de avenida Corrientes y San Martín. Allí el piloto les hizo saber que en pocas horas trataría unir Buenos Aires con Montevideo en su aeroplano Bleriot.

 

 Homenaje. Después del saludo con el presidente argentino.

 

 

"Fels vivía en el barrio de Flores y hasta allá fueron a buscar unas latas con combustible. De allí partieron en taxi a Morón donde compraron aceite para el motor del avión en la farmacia de Raffo y Scheffer, y en un carro lechero llegaron a El Palomar. Allí, en penumbras, Fels con su mecánico Eduardo Bordone sacó el Bleriot XI-Gnôme 50/hp del hangar, cuyas puertas habían sido previamente aceitadas para prevenir los ruidos", agregó Civalero.

 

"En medio de la noche se preparó todo y se terminó de planificar el vuelo. Cuando logró despegar rumbo a Colonia, llevaba un mapa arrancado de la vieja guía Kraft, un salvavidas, sándwiches y 'un susto mayúsculo' —según sus propias palabras—. Así trepó al avión".

 

"Cuando el aeroplano se encontraba a unos doce kilómetros antes de llegar a la costa uruguaya, puso rumbo hacia Montevideo. Dos horas y algunos minutos más tarde el frágil aeroplano aterrizaba en Carrasco".

 

 Volante. ¡Del pueblo de San Luis al pueblo de Mendoza!

 

 

La proeza del joven piloto, había dejado atónitos a los uruguayos que no podían creer lo que estaban viendo y le rindieron los homenajes correspondientes.

 

Un día después, el 2 de diciembre, una multitud despidió al intrépido piloto, que emprendió vuelo a Buenos Aires cruzando nuevamente el peligroso estuario. Sin saberlo, Fels, obtenía —un primero de diciembre de 1912— el récord mundial de permanencia en vuelo sobre el agua al cruzar el Río de La Plata ida y vuelta superando al piloto francés Luis Bleriot, que en 1909 había cruzado el Canal de la Mancha.

 

En Buenos Aires una multitud lo esperaba, se había convertido en un héroe nacional. Jorge Newbery escribió en un diario: “La hazaña del soldado Fels fue increíble, realmente de mucho valor, eran pocas las posibilidades de salir con vida de esta proeza, ya que es el río más ancho del mundo y de poca navegación". El mundo hablaba del acontecimiento.

 

"Cuando aterrizó en El Palomar, una multitud lo esperaba y lo ovacionaba. El coronel Mosconi le pidió al subteniente Manuel Félix Origone, amigo personal y también villamercedino, que le diera la noticia de que iba a ser arrestado y castigado por haber desertado estando bajo bandera. Origone cumplió la orden, pero antes se fundió en un interminable abrazo. Luego fue trasladado al calabozo en el Regimiento de Campo de Mayo, donde era recibido con aplausos y gritos", relata Civalero.

 

 Histórica. Fels y la sanluiseña María Elena Alric, que se convirtió en la primera mujer argentina en volar en aeroplano.

 

 

Ante la gran hazaña de Fels y la repercusión que tuvo el hecho, el presidente de la Nación, Roque Sáenz Peña, citó al soldado en su despacho, lo condecoró, le dio su libertad y lo ascendió a cabo del Ejército.

 

Juan Civalero cuenta una anécdota de aquel hecho que salió publicada el 14 de diciembre de 1912 en la revista Caras y Caretas. "A la salida de la audiencia con el presidente Roque Sáenz Peña, sobre las escalinatas de la Casa Rosada, Fels fue entrevistado por varios periodistas y allí le dijeron que era dudosa su nacionalidad, le preguntaron si era argentino o uruguayo. El flamante cabo contestó: “Nací en Uruguay por accidente, pero yo vengo de Villa Mercedes, provincia de San Luis”.

 

Ese habría sido el principal motivo por el que Fels aceptó oficiar de correo aéreo entre Buenos Aires y Montevideo, un hecho sin precedentes en la incipiente aeronavegación argentina y del mundo.

 

Al cumplirse un año del cruce al Río de La Plata, Fels organizó el raid aeronáutico Córdoba–Villa María-Villa Mercedes-San Luis. Comenzó en enero de 1914 y finalizó el 26 del mismo mes, luego de varios reconocimientos y agasajos.

 

 Juan Civalero. "Fels es nuestro héroe olvidado, ojalá algún día se le rindan los homenajes y honores que merece".

 

 

Junto al puntano Guillermo Livingston, el 31 de enero despegaron desde Villa Mercedes rumbo a la ciudad de San Luis, donde finalizó el raid aeronáutico.

 

Civalero cuenta que la revista Caras y Caretas del 20 de febrero de 1914 publicaba el acontecimiento: "En San Luis, el aeroplano aterrizó detrás de la estación de trenes en una cancha de carreras de caballos. Allí lo esperaba un grupo de personalidades puntanas encabezadas por el intendente de la ciudad Antonio Alric y un grupo de señoritas encabezadas por María Elena Alric, Ojeda, Paladini y Liceda quienes le entregaron un ramo de flores.

 

"Fue ahí que Fels invitó a la joven Alric a dar una vuelta en aeroplano. De esa manera, la puntana se convirtió en la primera mujer argentina en realizar un vuelo en aeroplano".

 

"El piloto fue agasajado por autoridades y la sociedad puntana con banquetes, un baile y un picnic en la residencia de gobernadores de San Luis ubicada en El Volcan", agrega Alfredo Esteves, miembro del Centro de Estudios Genealógicos de San Luis.

 

Durante uno de esos agasajos, el aviador comentó que desde el Ministerio de Guerra de La Nación le habían pedido que participara  de los actos inaugurales del monumento al Ejército de los Andes, enclavado en el Cerro de la Gloria, en Mendoza. La fecha de inauguración estaba prevista para el 12 de febrero de 1914, justo cuando se cumplían los 97 años de la Batalla de Chacabuco, clave en la liberación de Chile. Rápidamente un grupo de puntanos ilustres, diseñaron un volante que fue impreso en el diario “La Opinión”.

 

El texto decía: "¡Al pueblo de Mendoza!, Sea Teodoro Fels el portador de los saludos que el pueblo puntano envía al pueblo hermano de Mendoza, al celebrarse la gloriosa fecha que inmortalizara el monumento al Ejército de Los Andes y al adherirse a tan fausto acontecimiento, hace votos para los manes del gran Libertador, sean inspiración eterna de la Nación Argentina y auspicien sus grandes destinos. El Pueblo de San Luis". Esta original idea dejó atónitos a los mendocinos.

 

"El 8 de febrero de 1914, Fels intentó unir en vuelo San Luis con Mendoza, pero una ráfaga de viento se lo impidió y tuvo que hacer un aterrizaje forzoso, dañando el ala izquierda. No tuvo más remedio que viajar en tren y una vez en Mendoza los periodistas de la época decían: ¡Llegó el aviador Fels, procedente de Buenos Aires! ¡Participará de la inauguración del monumento, el aviador rioplatense! Mientras él escondía la caja que contenía el aeroplano desarmado y que debió trasladar por ferrocarril. También tuvo que aclararles a los periodistas que no venía de Buenos Aires, lo hacía desde San Luis. Quedaron sorprendidos y les aclaró que él era puntano", cuenta Civalero.

 

En la mañana del 12 de febrero, entre cañonazos y salvas de gloria, se anunció el comienzo de los actos de la inauguración del monumento. Mientras esto ocurría, Fels y el piloto italiano Mario Casale planificaban el vuelo que iban a realizar sobre el monumento.

 

Aproximadamente a las 10 de la mañana y ante una multitud, el gobernador de Mendoza, Félix Rufino Ortega Ozami, pronunciaba su discurso que fue irrumpido por el ruido del aeroplano. Los asistentes empezaron a gritar sorprendidos, muchos veían por primera vez un aeroplano.

 

"Fels realizó innumerables piruetas y desde la altura arrojaba los volantes que portaban el saludo del pueblo de San Luis al pueblo de Mendoza. Quedaron todos maravillados por la hazaña. Fels permaneció durante todo el mes de febrero en la vecina Mendoza, donde recibió innumerables honores", dice Civalero.

 

Después de haber fundado el primer correo aéreo del mundo que se registrara en la época, contrajo matrimonio y tuvo dos hijos. En la década del 20 creó una empresa de correos con cinco aviones. La crisis de 1929, que afectó al mundo entero, hizo que perdiera toda su fortuna. El intendente de Rosario lo nombró director del parquímetro de esa ciudad.

 

En la década del 50, ocupó cargos públicos en la Dirección de Aviación Civil. Recibió reconocimientos y una pensión del gobierno uruguayo por su hazaña en los albores de la aviación y también viajó por varios países como representante del gobierno Argentino.

 

Pablo Teodoro Fels falleció el 22 de julio de 1969. Había muerto el pionero de la aviación argentina y latinoamericana. Se han hecho diversas gestiones para que se levantase un monumento en su memoria, pero nada se ha podido conseguir, a pesar que la Municipalidad de Buenos Aires donó un terreno en el cementerio de la Recoleta, para que allí se construyera el monumento.

 

Sus restos descansan en una tumba en el cementerio de Olivos, provincia de Buenos Aires.

 

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