Entrega y vocación: agasajaron a docentes rurales en un encuentro
Contó con la presencia de referentes de las regiones educativas IV, V y VI, y autoridades provinciales.
De todas las etapas de la vida, la niñez es una de las que más se honran y en los recuerdos, la entrega de los docentes queda marcada a fuego. Todos tienen alguna seño o un profe que significó un antes y un después en la vida educativa. Pero hay hechos aún más fuertes y cualquiera que haya cursado en una escuela de campo lo puede certificar. El cariño de esos docentes que trabajan en las lejanías da los cimientos de valores inquebrantables, más allá del conocimiento académico. Y este fin de semana, esa entrega fue honrada en el VII Encuentro Provincial de Docentes Rurales.
Se trató de una convocatoria que se desarrolló en la Escuela Nº 336 “Granadero Victoriano Rivarola”, de Piedras Anchas, un paraje del Departamento San Martín. La cita contó con la presencia de referentes de las regiones educativas IV, V y VI, autoridades provinciales, estudiantes y sus familias. La ministra de Educación, María Eugenia Cantaloube, encabezó la jornada. Y la iniciativa fue nexo para homenajear a los protagonistas a instancias del Día Provincial del Docente Rural.
En cada uno de los discursos se reivindicó el valioso rol de las maestras y maestros, quienes en sus pasos dan cuenta del enorme amor que los motiva a dejar sus huellas en pos del presente y el futuro. Nada da lugar a dudas de que sus acciones demandan mucha vocación. Durante el encuentro efectuaron reconocimientos para distintos docentes, algunos jubilados, y también se dio espacio para números artísticos y un gran almuerzo que generó comunión en toda la región.
La directora del establecimiento anfitrión, Claudia Cornejo, remarcó que la convocatoria le generó muchísima emoción. “Estoy sumamente agradecida por la participación, porque vinieron directores de otras regiones y por primera vez tenemos la visita de una ministra de Educación”, reconoció.
“Este encuentro surge porque nos sentimos en la obligación de reconocer esta grata labor, este esfuerzo increíble que hacen los docentes”, añadió.
Entre los reconocimientos, una de las agasajadas fue Iris Margot Pringles, exdirectora de la escuela en las décadas de 1960 y 1970. Su experiencia en la ruralidad le permite dar una visión fundamental de la profesión en ese ámbito.
“Estoy muy emocionada. Me encontré con exalumnos míos que hoy están acá con sus hijos. Veo la evolución de la educación rural. Cuando estuve, había escuelas sin baño, sin agua, sin caminos de acceso. Hoy hay luz, tienen televisión, computadora. Ver esto me llena de orgullo. Felicito que todo esto haya pasado, que se hayan eliminado las escuelas rancho para pasar a ser escuelas confortables y más aún ahora, con las escuelas generativas, donde los chicos terminan en su lugar, algo que antes era imposible”, expresó.
Por su parte, la coordinadora del Circuito Generativo Rural Nº 18 “Caranday” indicó: “Tener estos encuentros es espectacular. Estamos asistiendo por primera vez y nos parece superemocionante. Ser docente rural es ser profesor, enfermero, tesorero, es ser la cara visible de la comunidad educativa, del paraje. Es dejar a la familia para abocarse directamente a las escuelas. Es muy gratificante”.
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