La asociación Amigxs de Merlo sabe de luchas y de pesares. El histórico espacio cultural que fue esplendoroso en una época soportó la desidia en otra, las intervenciones (poco) interesadas en otra y supo reconstruirse gracias al cariño y al empeño de un grupo de artistas, está en pleno funcionamiento, con actividades durante toda la semana.
Para llegar a este momento tuvo que pasar, como está dicho, por mucho trabajo material y espiritual, que llevó años de esfuerzos. Pero nada demandó tanto trajín y tanta pérdida de tiempo como la terca burocracia municipal, que tiene inexplicablemente retenida documentación de la asociación y no permite continuar con las obras.
Uno de los pedidos más antiguos de la agrupación es el permiso para romper las veredas y conectar el gas natural, cuya instalación está terminada y verificada dentro del edificio. Pero el silencio comunal ensordece.
La semana pasada unas 150 personas, la mayoría artistas que usan el teatro para presentar sus obras, se manifestaron frente a la Municipalidad para pedir apoyo de la población y exigir una respuesta de las autoridades. Por supuesto que nadie salió mientras duró la marcha. Un video difundido por las redes muestra al intendente de la localidad, Juan Álvarez Pinto, salir del edificio a los pocos minutos de difuminada la manifestación.
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