Advierten la caída de las ventas en casas de óptica de la ciudad

En los últimos meses, el precio de los anteojos recetados ha experimentado un incremento alarmante en San Luis. Este aumento ha ocasionado una baja en las ventas y ha llevado a que los clientes opten por reciclar los marcos, en vez de comprar nuevos de alta calidad. De hecho, en algunos casos, la gente ha reducido las características de sus lentes para ajustarse a su presupuesto.

“Lo notamos en la facturación. Hace cuatro meses venimos facturando lo mismo, o menos. Y en seis meses las cosas han subido hasta un 70%. Ahí uno se da cuenta de que se vende menos, además de que hay menor movimiento en el local”, contó Vanesa, vendedora de una óptica del centro de la ciudad.

Según los empresarios y referentes del sector, la inflación y la dificultad de importación de insumos y máquinas para la producción de estos elementos han sido los factores principales.

El costo de un par de anteojos recetados varía de acuerdo a la necesidad: si se trata de un lente de lectura, bifocal, etcétera. En algunos casos, un artículo para lectura puede alcanzar los $24.000. En cambio, los modelos más sofisticados pueden llegar a costar entre $70.000 y $90.000.

Los anteojos de sol también han actualizado sus valores. Un par de lentes importados saltó de $33.000 a $55.000 en tan solo seis meses.

Esta modificación ha perjudicado a la mayoría de los ópticos, que han visto una disminución en las ganancias. La pérdida económica ha obligado a muchos comerciantes a reducir la oferta de marcas en stock.

“Antes había gente que se hacía el anteojo nuevo y dejaba el existente como auxiliar. Ahora no hacen eso. Incluso hay algunos que a lo mejor usaban un antirreflejo, un fotocromático, un multifocal y ahora reducen esas características para tener la salud visual que necesitan”, indicó Felipe, encargado de un local que tiene varias sucursales en la ciudad.

Resulta importante señalar que, a pesar de que se pueden conseguir anteojos fuera de los establecimientos legales de venta y por precios más económicos, esto no es recomendable, ya que no cumplen con los requerimientos de seguridad del Ministerio de Salud de la Nación.

“Se siente una caída. Antes, en un primer día de mes trabajábamos muchísimo, ahora con suerte se vende algo”, detalló Mabel, dueña de una óptica.

Marcela, trabajadora del sector, indicó que en la firma donde se desempeña el movimiento comercial viene en merma. “Por la inflación la gente tiene que reducir gastos. Dentro de lo que se reduce entran este tipo de productos, que a priori no son tan necesarios. Pero en realidad es una cuestión de salud”, dijo.

Otra de las alternativas para evitar erogaciones grandes es optar por anteojos de aumento de tipo de contacto. “Si bien son descartables, un juego de 6 lentes que dura un año cuesta $30.000, es un poco más barato que un armazón con vidrios”, explicó Javier, otro óptico de la ciudad.