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Detrás de la cola de rata

La nueva serie de HBO Max cuenta los dramas que vive una estrella pop y busca dar un mensaje de empoderamiento mientras atraviesa una relación sadomasoquista. Del creador de "Euphoria", Sam Levinson, el brillo se quedó corto.

Por Astrid Moreno
| 19 de junio de 2023
Lily-Rose Melody Depp interpreta a una joven que recién sale de rehabilitación. Foto: Gentileza

Al momento de elegir una serie, uno de los motivos principales, aunque aplica a las piezas artísticas en general, es el sentirse identificado con la historia, los personajes y sus vidas. En “The Idol” lo que atrae es lo opuesto, la curiosidad por una vida que pocos poseen, y de la que mucho se habla.

 

La producción de HBO Max, que estrena un nuevo capítulo todos los domingos en la plataforma, tuvo un inicio un tanto trillado. Jocelyn, interpretada por Lily-Rose Melody Depp, es una joven que recién sale de rehabilitación y está a punto de lanzar un nuevo disco; automáticamente, le pasarán las cosas esperables de las celebridades del pop vinculadas a la presión del público, la industria y sus allegados.

 

El director de "Euphoria", y actual responsable de "The Idol", Sam Levinson hizo lo suyo desde el principio con la oferta de una serie joven, cargada de drama y con postura firmes sobre el machismo, la cosificación y los nuevos debates de la mal llamada “generación de cristal”. No es casual que el primer planteo de la serie sea sobre si deben mostrar o no el pezón de Jocelyn en la tapa de su nuevo disco.

 

Muy propio del creativo, el escándalo marca la serie de entrada cuando se filtra una foto de la estrella con semen en su rostro; a partir de ahí todo el aparato de su equipo intenta resolver la situación a escondidas de la joven. En sus primeros minutos, "The Idol" introduce el término slut-shaming, que en Estados Unidos se utiliza como el acto de culpar a la mujer por mostrar su cuerpo, sexualidad, sensualidad y, a causa de eso, violentarla, excluirla y denigrarla.

 

La respuesta de los consejeros de la estrella es recurrir a la victimización y al empoderamiento femenino. Además de asegurarle que va a servir para impulsar su nuevo material, dejando entrever la posibilidad de que se haya filtrado desde la propia interna.

 

La serie también presenta una sexualización constante de la cantante a través del vestuario, letras, coreografía y poses. Por lo que cuando el personaje que se presenta como el protagónico masculino, Tedros, interpretado por The Weekend —aunque ahora prefiere ser llamado Abel Tesfaye— le dice que no sabe coger, se termina de caer esa fachada.

 

Sin mucha coherencia, la serie comienza a enfocarse en la relación con el empresario de la industria de los clubes nocturnos que tiene un pasado oscuro y unos juegos eróticos que, al menos en los primeros capítulos, son como un upgrade de “50 sombras de Grey”.

 

Tedros representará parte de ese Hollywood oscuro que atrajo, e hizo caer a tantas celebridades; con un tinte chabacano aportado por su cabellera atada en una cola de rata, el cantante no solo presentó sus dotes de actor, sino también de productor, ya que fue él quien, junto a Sam, creó la historia y desplazó a la directora de la serie Amy Seimetz, que renunció; esto fue crucial para que la serie pasara de tener un eje y mensaje de empoderamiento a enfocarse en el cantante.

 

Con el estreno, algunas referencias dieron pie a que Abel se habría inspirado en su exnovia, Selena Gómez, para crear a Jocelyn. Incluso, el propio actor contó en el preestreno de la serie, en el Festival de Cannes, que la protagonista estaba basada en diferentes experiencias personales y en las de otros artistas que él conocía.

 

Antes incluso de que iniciaran las grabaciones, la serie de HBO Max ya había perdido el curso de una producción que hablaba sobre empoderamiento femenino, y el rol de las mujeres en la industria se convirtió en un híbrido con el mensaje opuesto: que para que una mujer pueda componer música sincera debe tener relaciones sadomasoquistas con un hombre mujeriego e integrante de una secta.

 

Para quienes pusieron “The Idol” entre sus listas de ver esperando encontrar una dinámica similar a la de "Euphoria", por ahora, no es más que un pequeño destello, con mucho menos glitter y ritmo. De todas formas, todavía quedan varios capítulos y habrá que esperar a ver cómo se desenvuelve la historia que parece primar el vínculo amoroso y sexual ante las demás temáticas.

 

 

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