Otro que tuvo que enfrentar críticas esta semana fue el precandidato presidencial Javier Milei. Fue después que un precandidato de La Libertad Avanza, Lucas Luna, lanzara repudiables dichos sobre la postulación a diputado nacional de Franco Rinaldi por Juntos por el Cambio.
"Nadie votaría jamás —esto lo digo con toda la buena leche del mundo— a un discapacitado. Lo digo con respeto y sin mala leche, de verdad. Esto es así", había afirmado Luna en una conversación de Space de Twitter con otros seguidores libertarios, que se viralizó. Rinaldi tiene una discapacidad conocida como "huesos de cristal", por la que se mueve en silla de ruedas.
Milei criticó en duros términos a Luna. "Cometió un error inadmisible", dijo el jefe de La Libertad Avanza.
Sin embargo, no quedó ahí y buscó victimizarse por el que, a su juicio, es un ataque en su contra desproporcionado frente a las críticas que reciben otros espacios.
"Hay cosas que son mucho más graves y a mí me destruyen por cosas mucho más chicas", dijo al hablar de la cobertura que dieron los medios al incidente.
Más problemas. La Libertad Avanza tendrá boleta propia en todo el país menos en Santa Cruz, donde no pudo presentar candidatos a gobernador, diputados ni senadores: irá en esa provincia con boleta corta solo con la fórmula presidencial.
Además, el frente libertario tiene inconvenientes en el armado de sus listas en Misiones y La Pampa, donde se judicializaron sus presentaciones, y en Entre Ríos, donde uno de los partidos se alejó de la alianza con graves acusaciones. El partido Ser acusó al espacio de ser "una banda de inescrupulosos que usaron las ideas de la libertad para llenarse los bolsillos".
"Creímos en un león, pero estaba repleto de cuervos", dijeron. ¿Todo mal? Parece.
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