Dirigentes "heridos" se resetearon y ahora son "leales" a Bullrich

No fue una interna sana. Fue más bien todo lo contrario: una lucha salvaje, encarnizada y hasta con cuestionamientos de índole personal. Y cuando uno se juega tanto por una figura que lidera esa división, pero la que resulta ganadora es finalmente la otra parte, es muy difícil después reagruparse, dejar atrás todo lo que pasó y hacer como si acá no hubiera pasado nada.

En esa encrucijada se encuentran Claudio Poggi, Alejandro Cacace y Gabriela González Riollo, entre otros dirigentes de Juntos por el Cambio. Tanto el gobernador electo como el diputado nacional y la senadora nacional por San Luis apoyaron explícitamente a Horacio Rodríguez Larreta como candidato a presidente de la Nación por JxC, evitaron en todo momento de la campaña mostrarse junto a Patricia Bullrich y ahora, luego de haber perdido a nivel nacional y provincial, quieren sacarse el cartelito de perdedores de las PASO e intentan curar la herida que aún no cierra.

A poco menos de dos meses para las elecciones generales, la exministra de Seguridad de Mauricio Macri armó un acto en Buenos Aires en el que convocó a gobernadores, legisladores nacionales y postulantes de su tropa; también a los que respaldaron en las Primarias al jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. A Poggi, Cacace y González Riollo no les quedó otra que poner su mejor cara y acudir al llamado "de unidad".

Allí Bullrich bajó línea y trató de levantar el ánimo del frente electoral para revertir el sorpresivo triunfo que obtuvo Javier Milei en casi todo el país. "No seamos boludos", arengó y aclaró que ninguno va a recibir otra instrucción más que ir a las casas, escuchar los problemas de la gente y pensar en cómo resolverlos.

Juntos, Cacace y González Riollo se sacaron la foto con la candidata presidencial y la subieron a sus redes con un brevísimo texto para indicar que ahora el camino es con Patricia. Es que en los comicios del 22 de octubre ambos buscarán su reelección en la boleta que encabezará la presidenta del PRO a nivel nacional. Así que no les queda otra que pegarse.

Lo mismo le pasó a Poggi, un férreo defensor de Rodríguez Larreta, quien aprovechó el estrecho vínculo que mantienen para financiar sus medios afines en San Luis y en el acto del jueves fue uno de los pocos dirigentes que se levantó de su silla, tomó el micrófono y abogó por un trabajo unido que deposite a Bullrich como nueva jefa del Estado argentino.

Mientras sangran por la herida, parece que Poggi, Cacace y González Riollo rápidamente se resetearon.