La historia revive gracias a los alumnos del ex Colegio Nacional

Es indiscutible el devenir histórico que simboliza el Colegio Nº 1 “Juan Crisóstomo Lafinur” (ex Colegio Nacional). En 1995 fue declarado bien de pertenencia al patrimonio cultural de San Luis y tiene en su haber 154 años de vida. Pero todo ese bagaje se expande a horizontes impensados gracias al aporte de la comunidad educativa, en un trabajo clave para revalorizar el ayer. Con acciones minuciosas y prácticamente artesanales, restauran y recuperan elementos documentales y museísticos de la institución.

“Esto es una propuesta personal que surgió antes de la pandemia. Empecé a escuchar comentarios de que había mucho material que estaba olvidado; en el edificio hay muchos lugares de guardado en entretechos. Yo hice la propuesta para poder rescatar; justo me había capacitado en bibliotecas y archivos. Llegó el coronavirus y nos detuvo. Pero cuando volvimos, recibí el ok de los directivos”, expresó la profesora de Historia, Iris Brito.

De acuerdo a lo que comentó, dicta clases en los primeros y terceros años, pero se fueron agrupando alumnos de diferentes cursos de manera voluntaria; incluso el mayor grupo es el de quinto año. Hay mucha predisposición y entusiasmo en los jóvenes. Todo en un marco de respeto, rescate, valoración y aporte pedagógico.

Cuando lo aprobaron, el comienzo fue lento, propio de este tipo de iniciativas. Brito generó inquietud en otros docentes. Mientras tanto, concretó diversas gestiones. No faltó el acompañamiento con capacitación, ni el aporte con artículos como cajas para reciclar. Las acciones siguieron lentas, en todas las tardes se avanzaba un poco. Se trata de intervenciones muy minuciosas.

En unas habitaciones que están arriba, hallaron material invaluable. Al momento, creen que se ha rescatado entre el 20% y el 30% de cuestiones documentales y museísticas.

La semana pasada hubo una muestra abierta al público, en la que interiorizaron a la comunidad de las acciones. Pero el método de trabajo sigue su rumbo. “Cuando empezamos el rescate, se comenzó a investigar sobre los elementos. Encontramos un telégrafo completo, un radioteléfono completo, una caja negra que reproduce imágenes, más de 300 piezas que los alumnos han reacondicionado, todo manualmente. Piezas de botánica, material de física. Incluso un fonógrafo que es el primero que captaba los sonidos y los podía reproducir; este elemento en San Luis tenemos entendido que es el único que hay”, graficó.

“No hemos reconocido ni la mitad de las piezas museísticas. Tenemos muchísimo trabajo por delante. Lo último encontrado fue la bocina del radioteléfono, que es una pieza única porque su cable está forrado en tela. Lo hallado es inmenso en material didáctico, de prueba. Hay una secuencia de ocho máquinas de escribir, desde 1880 en adelante. Entre el jueves y viernes, pudieron hacer funcionar el telégrafo”, añadió.

La profesora subrayó que son artículos que aunque han estado mucho tiempo guardados, varios están en buenas condiciones. Para la puesta en valor, hay una importante ayuda voluntaria en asesoramiento de profesores. Concretan investigaciones con gente del Instituto de Formación Docente Continua, por ejemplo. Entre las contribuciones, se destaca la colaboración del doctor Guillermo Genini.

El mayor problema actualmente es la documentación que está en riesgo por falta de preservación. Contabilizan unas 20 cajas de archivos restaurados, pero estiman que podría haber un total de 500 cajas.

“Tenemos la firma y una carta de Germán Avé Lallemant, de gente destacada de San Luis y la nación. Pudimos mostrar estos elementos en la biblioteca, que fue acondicionada. Nos hemos encontrado con ediciones que no vamos a volver a encontrar y que hay que preservar. Luchamos contra hongos y ácaros. Se trata de documentación, cartas, libros copiadores, de asistencia. En alguna gestión se encuadernó; hasta 1930 está encuadernado. Pero hay urgencia para poner estanterías necesarias porque está sobre madera; la madera y el vidrio es lo peor que se le puede hacer a un libro de 150 años lleno de cartas originales. Están las primeras cartas desde 1869. Encontramos el acta fundacional en muy mal estado, pero la digitalizamos”, mencionó.