El número de personas que emprenden peligrosas travesías marítimas desde países del norte y oeste de África, con destino a Europa, a través de las islas Canarias (España), continuó en los últimos meses a pesar de repetidos naufragios en el Atlántico.
La última tragedia mortal en un naufragio ocurrió frente a la costa de la capital de Mauritania, Nuakchot, el 22 de julio, en el que al menos 15 personas perecieron, un centenar fueron rescatadas y un número aún no determinado siguen desaparecidas, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Las autoridades informaron de 25 muertes en un total de 140 ocupantes en la embarcación -suelen ser barcazas de madera, inadecuadas para la navegación oceánica-, de las que 103 fueron rescatadas y 12 siguen desaparecidas.
La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) reportó que en los últimos meses siguió aumentando el número de personas que parten de países como Gambia, Senegal, Mauritania y Marruecos.
El primer día de julio naufragó otra embarcación frente a las costas del suroeste de Mauritania y 89 de sus ocupantes perecieron. Mientras otras 70 personas fueron reportadas desaparecidas.
En el caso más reciente, la (OIM) precisó que la piragua de madera procedía de Gambia, donde habían embarcado con intención de migrar decenas de hombres, mujeres y niños, y el naufragio ocurrió al cabo de siete días en el mar.
La llamada “Ruta del Atlántico” frente a las costas de África occidental es una de las rutas más mortíferas del mundo, con miles de migrantes y refugiados ahogándose en los últimos años.
Desde junio del año pasado, más de 76 embarcaciones con aproximadamente 6.130 supervivientes desembarcaron en Mauritania.
Según (OIM), sólo del 1 de enero al 15 de julio de 2024 al menos 19.700 migrantes llegaron de forma irregular a Canarias por la peligrosa ruta, un aumento del 160% en comparación con los 7.590 que arribaron del mismo modo en igual lapso de 2023.
Los organismos reiteraron los llamados a la comunidad internacional para que apoye soluciones legales para las personas en peligro o en situaciones extremas para que puedan desplazarse a través de países y continentes sin el creciente riesgo para sus vidas.
Otras rutas para migrantes africanos también revelan peligro, pues un estudio de (Acnur) y la (OIM) documentó 1.206 muertes de quienes cruzaban el desierto del Sahara tratando de alcanzar las costas de Libia o Túnez en el mar Mediterráneo para desde allí llegar a Europa, y consideran que el número real debe ser mucho mayor.
En el Mediterráneo en el año 2023 perecieron 3.120 personas migrantes y refugiadas -y en lo que va de 2024 han muerto o desaparecido otras 800-, al naufragar los frágiles botes o viejas barcazas en las que intentaron cruzar ese mar.
En la ruta Atlántica, el proyecto Migrantes Desaparecidos de la (OIM) registró más de 4.500 muertes y desapariciones desde 2014, incluidas más de 950 muertes el año pasado.


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