La gestión y el reciclaje de residuos crecen rápidamente en el mundo, pero con una elevada informalidad, salarios bajos, largas jornadas laborales, bajos niveles de cualificación y exposición a riesgos para la salud.
De acuerdo a un análisis de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la industria del reciclaje es impulsada por una mayor generación mundial de residuos, más concienciación pública, las iniciativas gubernamentales y la demanda de materiales reciclados, a medida que crecen las poblaciones y las economías, así como por compromisos empresariales más sólidos.
La (OIT) destaca que esta industria no sólo beneficia al medio ambiente al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero -causantes del calentamiento global-, sino que también desempeña un papel importante en la creación de empleo y en el sostenimiento de las economías locales.
El reciclaje ha sido durante mucho tiempo un medio de recuperar el valor de lo que de otro modo serían residuos -materiales como vidrio, plástico, papel, metal y aparatos electrónicos-, proporcionando medios de vida a muchos pobres, especialmente en los países en desarrollo con escasas oportunidades.
El empleo en la industria de los residuos y el reciclaje incluye a 6,9 millones de personas, lo que representa 0,2% del total mundial la ocupación, aunque el organismo advierte que es una subestimación debido a las limitaciones de los datos.
Los trabajadores de esa industria contribuyen a la sostenibilidad medioambiental pero enfrentan a menudo importantes riesgos para la salud, como exposición a sustancias químicas tóxicas, agentes biológicos y riesgos físicos por la manipulación de materiales peligrosos y el manejo de maquinaria pesada.
Esos riesgos son más graves en los países en desarrollo, donde la normativa sobre seguridad y salud en el trabajo es a menudo más débil o está aplicada de forma deficiente, lo que hace que los trabajadores sean más vulnerables a las lesiones, los problemas respiratorios y los problemas de salud a largo plazo.
Este marcado contraste entre el papel de la industria en la promoción de una economía verde y las condiciones inseguras que soportan muchos trabajadores pone de relieve la necesidad de reforzar la protección de la seguridad y salud en el trabajo, apuntó la (OIT).
A nivel mundial, aproximadamente 85 trabajadores están empleados en la industria de residuos y reciclaje por cada 100.000 personas.
Europa y Asia central tienen la tasa más alta, con 174 trabajadores por cada 100.000 personas, mientras que África tiene la más baja, con menos de 30 por 100.000: el empleo en esta industria tiende a ser mayor en las regiones más desarrolladas, donde las prácticas de reciclaje están más extendidas.
El sector de la gestión y el reciclaje de residuos está dominado por los hombres, ya que las mujeres sólo representan 22,7% de la mano de obra. Curiosamente, mientras que África tiene tasas globales más bajas la ocupación, las mujeres constituyen una proporción relativamente más alta de esa mano de obra, 29,5%.
Eso puede deberse a las escasas oportunidades que ofrece la ocupación a las mujeres y a la falta de protección social, lo que las obliga a aceptar trabajos no deseados o mal pagados y que a menudo implican malas condiciones de labor, incluida la exposición a riesgos para la salud.


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