Brutal robo en barrio República: un mes sin detenidos y una familia sin justicia

El pasado 11 de agosto, una tranquila noche de sábado en el barrio República se transformó en una pesadilla para un hombre de 60 años, quien fue brutalmente atacado dentro de su propia casa. Lo que parecía un intento de robo dejó a la víctima al borde de la muerte y, a más de un mes del hecho, la investigación sigue estancada. La familia del hombre, quien aún permanece en terapia intensiva, lucha contra la desesperación ante la falta de avances en el caso y la imposibilidad de contratar un abogado que los represente. A pesar de la gravedad de la agresión, las autoridades no han logrado detener a los responsables.

El ataque ocurrió en la manzana 4 del barrio República, en el oeste de la ciudad de San Luis. Según los primeros testimonios recogidos por la Policía, la víctima fue sorprendida por un agresor que ingresó en su vivienda, aparentemente con la intención de robar. El delincuente, armado con un pico o una herramienta similar, lo golpeó brutalmente en la cabeza, dejándolo gravemente herido. Tras el ataque, el agresor se llevó algunas mercaderías de la casa, antes de huir del lugar sin dejar rastros.

Los vecinos, alertados por los gritos y ruidos provenientes de la casa, dieron aviso a la Policía, que rápidamente llegó al lugar acompañada de una ambulancia. Al ingresar a la vivienda, los efectivos encontraron al hombre en estado crítico, tendido en el suelo y con signos de haber recibido un fuerte golpe en la cabeza. "Fue una escena impactante", describió uno de los agentes, quien detalló que el hombre no respondía y sangraba profusamente. De inmediato fue trasladado al Hospital Central "Ramón Carrillo", donde fue ingresado a terapia intensiva.

La gravedad de las heridas

El parte médico emitido en las horas posteriores al ataque confirmó la gravedad de las lesiones: la víctima sufrió desprendimiento encefálico y fractura de cráneo. Los médicos informaron que el golpe principal fue en el parietal derecho, producto de la punta de un pico o alguna herramienta contundente, mientras que otras heridas podrían haber sido causadas al caer al suelo o chocar contra las paredes de la casa.

Desde ese día, el hombre ha permanecido en estado crítico, con pronóstico reservado. "No se sabe si podrá recuperarse completamente, si quedará con secuelas graves o si incluso sobrevivirá", declaró un médico del hospital bajo condición de anonimato. La familia, por su parte, se encuentra devastada, no solo por la situación médica de la víctima, sino también por la falta de avances en la investigación.

Una investigación sin resultados

A pesar de que ya ha pasado más de un mes desde el violento ataque, la Policía no ha logrado detener a ningún sospechoso. La investigación parece haber quedado en un punto muerto y, aunque se realizaron allanamientos en el barrio y se tomaron declaraciones a vecinos y conocidos de la víctima, hasta el momento no se ha podido identificar al agresor.

Uno de los familiares, que prefirió mantener su identidad en reserva, expresó su frustración: "No sabemos nada. Desde que lo llevaron al hospital, nadie nos ha dado información clara. La Policía nos dice que están investigando, pero ya ha pasado un mes y no hay detenidos. Es desesperante". La falta de recursos de la familia para contratar un abogado querellante ha complicado aún más la situación. "No podemos pagar un abogado, y sin alguien que presione a la Fiscalía, todo avanza muy lento. No queremos que esto quede impune, como tantos otros casos", agregaron.

La comparación con el caso de Nino Videla, otro brutal asesinato ocurrido en la provincia, es inevitable. "De milagro no lo mataron, pero fue muy similar a lo que le hicieron a Videla. Aquí en barrio República ya no nos sentimos seguros", dijo un vecino que prefirió no ser identificado por temor a represalias. En la comunidad, el miedo y la sensación de impunidad crecen, mientras las autoridades no parecen tener respuestas claras.

El vacío de justicia

La familia no solo enfrenta el dolor de ver a su ser querido en una cama de hospital luchando por su vida, sino también la impotencia de una justicia que, por falta de recursos y presión, parece no avanzar. "Nos dicen que la Fiscalía está trabajando en el caso, pero la realidad es que no hay avances. Estamos en un país donde si no tenés plata para pagar abogados, las cosas no se mueven", lamentó otro pariente de la víctima.

A lo largo de este mes, los allegados al hombre han intentado conseguir apoyo legal para representar los intereses de la familia, pero las dificultades económicas han sido un obstáculo insalvable. "El hospital nos ha brindado atención, pero hay muchos gastos adicionales. No podemos cubrir todo, y mucho menos pagar un abogado. Nos sentimos solos, desamparados", expresó con angustia la esposa del hombre.

Los vecinos, en tanto, han realizado algunas manifestaciones pacíficas para exigir justicia y mayor presencia policial en la zona. "Estamos cansados de vivir con miedo. Este ataque es una muestra de que nadie está seguro en su propia casa. Necesitamos que las autoridades actúen rápido antes de que haya más víctimas", señalaron.

Un barrio en vilo

El ataque en barrio República ha dejado una marca profunda en la comunidad. Lo que antes era un lugar de relativa tranquilidad, se ha convertido en un foco de preocupación y temor. Muchos vecinos han comenzado a tomar medidas adicionales de seguridad, reforzando puertas y ventanas, y organizando rondas de vigilancia entre ellos. "No podemos confiar en que la Policía esté siempre para protegernos, así que tenemos que cuidarnos entre nosotros", explicó uno de los residentes.

Sin embargo, más allá de las medidas preventivas, la verdadera solución para la familia de la víctima y para los vecinos de barrio República sigue estando en manos de la Justicia. La esperanza es que, a pesar de las dificultades económicas y la lentitud del proceso, pronto se pueda identificar y detener a los responsables de este ataque brutal, antes de que el miedo se convierta en una constante en las calles del barrio.