Sobre periodismo y delitos

El conductor del Programa Planeta Xilium, Alberto Rodríguez Saá, y la locutora Gloria Velázquez comentaron la realización del congreso de FOPEA el fin de semana sobre “Escenarios actuales y futuros del periodismo en Argentina y en el mundo”. 

Los periodistas cuando utilizan bien su profesión, su función y trabajan por el interés general, se convierten en grandes personalidades. Pero cuando son amarillos, que los hay y muchos, en Buenos Aires, en San Luis y cerca de San Luis, que manejan y son campeones de los multimedios…

—Gloria Velázquez: Se abordaron diversos temas relacionados con la comunicación y acontecimientos que están sucediendo a nivel mundial, de los cuales no estamos lejanos.

—Alberto Rodríguez Saá: ¿Fue una capacitación pero por otro lado un curso informativo para conocer las “teclas” del mundo de hoy?

GV: Sí, para saber qué está pasando en el mundo. En el primer día pudimos conocer el trabajo de los periodistas franceses, con una periodista que llevó adelante un documental que se  realizó en Zambia, con 220 horas de filmación. El documental de 53 minutos se llama “Zambia ¿quién se beneficia con la extracción del cobre?” y habla sobre lo que sucede con la megaminería a cielo abierto que trabajan las multinacionales, lo que sucede con el uso del azufre y cómo lo sufren las comunidades en esos países subdesarrollados.

—ARS: ¿Ustedes saben que Argentina no produce cobre, lo exporta? ¿Saben cómo roban cobre en Argentina? Y todo el cobre que roban no vuelve a Argentina porque no tienen cómo venderlo, entonces lo exportan. Miren qué fácil es detectar dónde están los pillos. ¿Vieron que se suelen cortar las luces en la Autopista en todo un sector?, es porque se roban el cobre. Hacen un daño por 100 mil pesos por robar mil, así de grosera es la maniobra. En todo lo que es energía aparece el cobre porque es un gran transmisor de la electricidad. Quizás el mejor.

—GV: Vimos cómo trabajan las multinacionales, en este caso, en comunidades donde la corrupción es estructural y permiten el asentamiento de las multinacionales, con evasiones fiscales de millones de dólares.

—ARS: ¿Eso tiene algo que ver con Argentina?

—GV: Sí, con vecinos nuestros.

—ARS: Hay una ley que parece que no entendieron, o se hacen los distraídos. Las universidades nacionales reciben dinero del impuesto a la minería a cielo abierto. La señora Presidente se lavó las manos, puso el impuesto, permitió la megaminería y para quedar bien y se callaran las voces de la cultura académica, les puso una zanahoria, que es un pedacito del impuesto. Entonces la UNSL, que tiene la cátedra de Geología y que se muestra siempre preocupada por los derechos  humanos y en este caso por los derechos ambientales, recibe dinero por la minería a cielo abierto. Nunca se pronuncian sobre eso, o si se pronuncian lo hacen con cierta maldad o pillería, como hicieron unos chicos a quienes mandaron al teatro donde yo estaba actuando en Buenos Aires y pusieron el cartel: “No a la minería a cielo abierto en San Luis”, cuando nosotros hemos hecho la Ley que la prohíbe. Eso hacen estos supuestos intelectuales, académicos de la cultura o defensores de medio ambiente. Es una vergüenza. 

En la Argentina siempre se manejan todos estos derechos en forma interesada, quienes tratan de hacer algo es para generalmente buscar algún beneficio personal con esto. Por ejemplo la denuncia que hizo Pino Solanas, omite decir que hemos hecho una campaña y una lucha perfecta en contra de esto, nos ningunea. Todos los méritos los quiere llevar el señor. Nuestros militantes en La Rioja, Catamarca y San Juan se han expresado en contra de la minería a cielo abierto. Y le pidieron al gobernador de San Juan que, si no contaminan, permita una veeduría externa, para tener una voz objetiva, de decir si contamina o no. Porque nosotros sospechamos que contamina, y mucho, la explotación del oro en San Juan, que está yendo a las napas y destruye los glaciares.

—GV: Esa multinacional que trabaja en Zambia también trabaja en Catamarca, habilitada por el gobierno nacional.

—ARS: ¿Qué dicen los chicos de La Cámpora? ¿Saben esto?

—GV: Sí, lo saben. También en la capacitación se trató el tema del Instituto de las Américas y la investigación en América Latina sobre cómo avanzan el crimen organizado y el narcotráfico.

—ARS: Estamos hablando de narcotráfico, escuchen algunos de San Luis. Ya sabemos mucho sobre esto. 

—GV: La gran preocupación en Argentina, y de todos quienes vinieron a capacitar, fue la de los cárteles de droga y su apogeo en América Latina y en Argentina.

—ARS: Se llama “cártel” a la organización mafiosa que maneja el narcotráfico, que ocupa un segmento de un barrio, una provincia o un estado.

—GV: Una de las opiniones es que el gran “cártel” de droga en la provincia de Buenos Aires es la Policía bonaerense.

—ARS: ¿Saben lo que significa esto? Scioli, Cristina… 

—GV: Es de lo que se habla cuando sucede algo dentro de la Policía, como cuando destituyeron doce jefes de la cúpula policial de Córdoba y a los pocos días se produjo la guerra de guerrillas, porque esos doce jefes tenían dividida la ciudad en zonas.

—ARS: Atención Villa Mercedes, barrios de Mercedes. Atención ciudad de San Luis.

—GV: Cada uno tenía una zona, cuando destituyeron a los doce jefes, comenzó la guerra entre líderes de las bandas de narcotraficantes para tomar otras zonas. La ecuación es muy fácil: quien mayor zona tiene, mayor poder, mayor venta, mayor ganancia. No podría existir el narcotráfico sin la anuencia y negligencia en la seguridad del Estado. La impunidad es negligencia de la Justicia y el Estado. La responsabilidad constitucional del Estado es brindar seguridad al ciudadano.

—ARS: Es pública la corrupción policial que hay en la Provincia de San Luis. Pública y notoria. Jefe y plana mayor de la Policía de San Luis: siento vergüenza de lo que está pasando en la Policía de San Luis. Y se hacen los distraídos. De la Bonaerense siente vergüenza el país y el mundo, ante el caradurismo del señor Scioli y los que fueron antes gobernadores, Solá, Duhalde y antes Ruckauf, Cafiero, Armendáriz.

—GV: Cuando escuchamos hablar de esto nos parece lejano y decimos Rosario, donde para instalar un casino tuvieron que pedir permiso en un barrio liderado “Los Monos”. Hubo que pedirle permiso a los narcotraficantes.

—ARS: En la mayor villa miseria de Rosario, que está a la orilla del río Saladillo, pusieron un casino, toda una infraestructura y no la llevaron al barrio. Porque los narcos no quieren, porque el Gobierno no quiere y porque ése es el acuerdo. ¿Escuchará Macri?

—GV: En parte de las conferencias estuvo gente de la BBC de Gran Bretaña porque está cambiando mucho la objetividad y la parcialidad, hay mitos que se van rompiendo. La cuestión corre por el ser humano y en este caso los comunicadores son herramienta de transmisión de lo que le sucede a la comunidad. A través de las investigaciones y denuncias que pueden hacer los periodistas, pueden cambiar para mejor esas realidades que viven nuestras comunidades.

—ARS: Los periodistas por el solo hecho de ser periodistas no son los salvadores de la Patria. Los periodistas cuando utilizan bien su profesión, su función y trabajan por el interés general, se convierten en grandes personalidades. Pero cuando son amarillos, que los hay y muchos, en Buenos Aires, en San Luis y cerca de San Luis, que manejan y son campeones de los multimedios…

—GV: Entre esas charlas estuvo la de Katitza Rodríguez sobre derechos afectados por los sistemas de vigilancia en las ciudades y a través de internet. Ellos bregan por la internet libre e igualitaria.

—ARS: Y la internet sin gobierno, que no haya gobierno en la red. Fuera los gobiernos de la red, porque es para manipular las conciencias de la gente, meterse en la inteligencia. Como han hecho con la educación.

—GV: Aprendimos cómo los grandes servidores, los que brindan los servicios de internet, en este caso a los estados, son la misma policía de internet, porque le dan al Estado, que compra ese servicio, las medidas de seguridad que pueden aplicar cuando dan internet al ciudadano. Vimos cómo los estados se vuelven cada vez más policiales. Como sucede con el sistema de cámaras, que a pesar de ser una gran medida de seguridad para la gente, también es una gran invasión a la privacidad de las personas.

Se habló de la seguridad que deben tener los ciudadanos a la hora de colocar sus datos en las redes sociales. Debe tenerse muchísimo cuidado con toda la información que se entrega a las redes sociales, sobre la vida, la familia. Facebook, Twitter, Yahoo, Gmail, venden sus bases de dato al gran comprador que es Estados Unidos. “Anonymous”, esta red de hackers que se dedica a impactar y hackear diferentes páginas, trabaja en realidad para el FBI de Estados Unidos, porque el conocimiento y la información son poder. Quien tiene el conocimiento, tiene el poder.

—ARS: La revolución de la inteligencia es cada vez mayor.

—GV: Los grandes desafíos del periodismo de investigación en América latina los vimos con lo que sucede en Brasil y Paraguay. En México aparecieron muertos 43 estudiantes y hay una gran cantidad de periodistas asesinados por el narcotráfico. Es impresionante la cantidad de ciudadanos masacrados por el narcotráfico. La corrupción que provoca es impresionante. El lavado de dinero en compra y venta de jugadores para clubes de fútbol. Las cifras de Paraguay dicen que 2.290 kilos de marihuana salen por hora del país.

—ARS: Más de dos toneladas por hora, son más de 50 toneladas por día. 

—GV: Aprendimos que los periodistas no somos una elite. La ciudadanía cumple el rol también de periodistas a través del solo hecho de ejercer la actividad.

—ARS: Un chico sentado en una computadora es un periodista, se comunica, comenta. Así como cada computadora es una editorial y es una imprenta, cada chico es un periodista, un ciber-ciudadano.

—GV: Estos conceptos generaron resistencia entre algunos periodistas. El concepto lo dio la directora de la Unidad de Libertad de Prensa Internacional, que es del Consejo Mundial de la Libertad de Expresión de Austria. Lo que planteó Bárbara Trionfi es que el solo hecho de ejercer la actividad lo convierte en periodista. Debe plantearse la autorregulación de los medios, así como existe en el mercado.

—ARS: La autorregulación, los tribunales de ética del periodismo, los protocolos de los medios. Cada medio debería tener un protocolo que se pueda saber, publicarlo y entregárselo al lector. Y cuando lo haga funcionar, por algún caso especial, citar el protocolo para que tenga la misma actitud por los tiempos. Por ejemplo, los medios vedan de alguna manera, manejan con mucha discreción o mucha prudencia, los temas de los suicidios. Sobre todo cuando se producen en adolescentes porque es un tema que repercute y puede producir otros casos. Cuando un medio toca ese tema debe ser cauto y tiene que citar su protocolo. Hay otros temas en los que hay compromiso de interés, por ejemplo: la denuncia, la cita de la fuente, en maltratar, en usar los condicionales. Todos estos temas son protocolos de actuación que dan prestigio al medio cuando los cumple reiteradamente. Y los desprestigia cuando se nota que hacen tareas amarillas, cuando trabajan por plata, por interés personal. Un periodismo mercenario.