Fuimos a la terminal con los bolsos listos y nuestros familiares que nos iban a despedir. Estábamos muy contentas, pero esa misma noche nos dijeron que no se hacía nada. Y estamos muy decepcionadas, porque nos costó juntar el dinero; y con la ilusión de la gente no se juega”. Estela Mary Sivoss (63) es una de las 23 jubiladas de Tilisarao que pagó 2.550 pesos por un viaje a Salta que nunca salió.
"Estamos muy dolidos porque somos una generación que siempre confió en la palabra de la gente", Estela Mary Sivoss.
En mayo pasado, Sivoss, junto a otros 24 vecinos del pueblo del Departamento Chacabuco –entre ellos, una radióloga y dos profesoras en actividad-, comenzaron a abonar las cinco cuotas de 510 pesos para participar de un Congreso de la Mujer en la provincia del norte.
“Si bien la empresa ‘Elena Tour’ era de Villa Mercedes, nosotros teníamos como referente a Mónica Martín, una persona que conocemos de toda la vida. Ella nos incentivó a inscribirnos, y nos aseguró que salía más económico porque tenía un subsidio del gobierno nacional. Perfecto, nos entusiasmamos muchísimo y a principio de cada mes pagábamos. Pero en junio yo ya comencé a dudar, porque nunca nos dieron un recibo. Y en agosto sucedió otro hecho que nos hizo desconfiar un poco más: nos pidieron que buscáramos más gente para llenar el colectivo. Y nosotros invitamos a conocidos, si bien no nos correspondía”, relató Olga Bianchi (59), otra de las damnificadas.
Más allá de la falta de comprobantes y algunas “corazonadas pesimistas”, los 25 pasajeros llegaron a las 20 a la terminal vieja. Pero el colectivo nunca llegó.
“Cuando vino Mónica nos dijo que no se hacía porque el micro se había roto, y nos convocó para juntarnos al otro día porque venía un representante de la empresa. Y finalmente nos comunicaron que se pasaba para el mes siguiente, y que los que no podían viajar les devolvían el dinero. Esperamos todo el mes y el 19 de noviembre a la mañana me la crucé a Mónica y le dije: ‘Bueno, nos vemos a las 20’, y me respondió: ‘Si Dios quiere’. Y al mediodía una vecina me contó que le habían avisado por teléfono que se suspendía definitivamente porque en realidad uno de los socios se fue con toda la plata”, recordó con bronca Bianchi.
Inmediatamente las damnificadas fueron a la casa de Martín, donde estaba Francisco Irusta, uno de los dueños de la agencia. “Él nos comentó que su socio (Fernando Daniel Otazua, también supuesto dueño del transporte) lo había estafado, y que sólo tenía 5 mil para dividir entre todos; que lo esperemos hasta marzo para que pueda juntar y devolver el monto completo. Es decir, repartieron 200 pesos para cada uno. Y ahí nos dimos cuenta que fuimos estafadas”, agregó la ex profesora.
“Estamos muy mal todas, porque la mayoría somos jubiladas y apenas cobrábamos juntábamos la ‘platita’ para pagar la cuota. Ahora queremos que nos devuelvan peso por peso, porque eran nuestros ahorros. Igual tenemos pensado ir a todos los medios, denunciar el tema ante el Ministerio de Turismo y buscar un abogado”, anticipó Sivoss, más conocida como ‘Blanquita’ de Páez.
Cómplices o víctimas
El mismo 19 de noviembre, Irusta fue a la comisaría de Villa Mercedes para realizar una exposición donde asegura que conformó con Otazua la empresa "Elena Tour". Y si bien habían coordinado la excursión para los 25 pasajeros, el 9 del mes pasado su socio le avisó que no lo podían hacer porque se había roto el colectivo, mientras que al mes siguiente lo canceló por tener otros compromisos.
Otra de las personas involucradas es Martín, quien, según las damnificadas, siempre fue una persona correcta, por lo que dudan si ella es cómplice o víctima.


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