"Desafío a la impunidad"

El miércoles, en el programa Planeta Xilium que se emite por FM Lafinur, Alberto Rodríguez Saá entrevistó al abogado Miguel Martínez Petricca que dio detalles de una seguidilla de hechos de inseguridad en el centro Villa Mercedes. Uno de los últimos casos fue un asalto que tuvo como víctima al contador Luis Sívori. 

"A mí lo que me preocupa, Alberto, no sé si lo va a compartir, es semejante desafío desde la impunidad en un lugar céntrico de Villa Mercedes".

—Alberto Rodríguez Saá: doctor (Miguel) Martínez Petricca, me enteré de que usted había dado una noticia pero, lo que me llamó la atención fue que usted fue el único medio, el único periodista, que dio cuenta de ella. Esto me hace poner un poquito mal, que no se conozca un hecho tan triste, lamentable, como el que nos va a relatar.  Me refiero al caso Sívori.
 —Martínez Petricca: yo no soy periodista, hago la comunicación por la pasión que me genera la radio y en esto me comprenden, como decimos los abogados, en las generales de la ley, porque Luis Sívori además de ser un conocido profesional, contador, que tiene su estudio casi a la altura de mi casa, en Villa Mercedes sobre calle Pedernera, a media cuadra de la Plaza del Sesquicentenario. Sívori fue víctima de un hecho grave de violencia, hace aproximadamente 10 días atrás, en un día hábil de la semana a las 17:30. Con el pretexto de una consulta, ingresan tres personas y empuñando armas de fuego, lo redujeron, lo ataron y le robaron 14 mil pesos, algunas chequeras y algunos otros datos nada más. Estamos hablando de un hecho ocurrido a la vuelta prácticamente de la Unidad Regional Nº II, Plaza del Sesquicentenario de por medio. 
A mí me afectó mucho. Primero en lo personal, porque soy muy amigo de él, segundo porque algo parecido me pasó hace ya  6 ó 7 años.

—ARS: ¿Ya le habían robado a él?
—MP: No, a mí. Me pasó hace 6 ó 7 años, y  yo en ese momento recibí todo el afecto de los amigos y también de las autoridades del Gobierno que se pusieron a mi servicio.
A los que hemos pasado este tipo de situaciones, nos quedan secuelas psíquicas, que cualquier problema que uno ve en otro, lo vuelve a un lugar que uno tiene en la memoria. Más allá de la subjetividad del tema, Luis se desató como pudo de las ataduras de alambre que tenía, y fue a la Unidad Regional II e hizo la denuncia.
A mí me llama la atención porque cuando uno está en los medios con un programa de radio como usted sabe, esto trasciende rápidamente, pero no hubo una sola noticia del tema. Y yo tampoco lo sabía, me enteré a los 2 ó 3 días porque no me veo frecuentemente con él.
Yo siempre hablo de la mejor provincia argentina, de muchas cosas desde el lugar en que estoy parado, desde esta realidad de San Luis, y (Sívori) me dice: “Vos que hablás tanto de esto y de aquello, fijate lo que me pasó”. Y realmente me produjo impotencia. Porque  esto nos puede pasar en cualquier lugar del mundo y pregunto ¿qué paso en el camino que no se supo esto? Y él dice que hubo otros hechos en la zona que no sé si fueron antes o después, creo que antes, que tampoco trascendieron.

—ARS: ¿En la zona esa, rodeando su manzana, ahí cerquita de su casa? ¿En la influencia que tiene la Unidad Regional II?
—MP: Está en el centro de la ciudad, él está en calle Pedernera, exactamente al 600, a 20 metros de la Plaza del Sesquicentenario y cruzando la plaza, está a una cuadra y media la Unidad Regional II de Policía. Estamos en pleno centro de Villa Mercedes. Le cuento algunos detalles del hecho.
Lo llamaron por la mañana y le dijeron: (Un supuesto cliente) "Contador, yo soy fulano de tal, soy vecino del campo de tal, que es cliente suyo y necesito hacerle una consulta".
—Bueno, -le dijo (el contador)-, véngase, porque ellos trabajan horario corrido.
—El supuesto cliente le respondió: "Lo que pasa es que no puedo llegar al horario que usted me dice".
—El contador: -Bueno, ¿a qué hora puede venir?.
—(El supuesto cliente):  -A las 17:30.
—(El contador) -Bueno, lo voy a esperar.
O sea, que cuando la gente llega, él estaba solo en el estudio.

—ARS: Tenía una inteligencia previa.
—MP: Exactamente. El acceso al estudio de él es con un timbre, se abre una puerta en forma eléctrica y accede a una escalera en planta alta. Ése es el estudio de Luis (Sívori) y ahí es atacado. 
Después, investigando, le dije: “¿Luis, pero por qué vos?  Si sólo tenías 14 mil pesos, que no es tanto dinero para semejante acto de organización, y a plena luz del día en el centro de Villa Mercedes. Y él atribuye indirectamente a que dos o tres días antes, un cliente del Banco Francés que está a una cuadra y media también por la misma Pedernera, lo había acompañado a retirar una importante suma de dinero de una cobranza, y él mismo lo acompañó a una playa de estacionamiento que está al lado del banco. El dueño del dinero se subió a su vehículo y se fue. Puede ser que hayan creído que yo…

—ARS: Ah, sacó el dinero él, o algo así.
—MP: Claro, con lo cual uno piensa en las salideras bancarias. Bueno, esto fue todo lo que pasó, yo lo único que hice fue relatar esto desde una subjetividad muy fuerte. 

—ARS: Bueno, un detalle más, ¿a él solamente lo ataron o fue víctima de otra violencia? 
—MP: No, solamente lo ataron. Le abrieron la caja fuerte y de ahí le sacaron 14 mil pesos, una chequera y otros papeles. No fue golpeado. Pero bueno, con la violencia ésa es suficiente.

—ARS: No, por supuesto. Es tremendo.
—MP: A mí lo que me llama la atención, más allá de que estamos expuestos a que nos pase a todos, son dos cosas: primero que haya sucedido a la luz del día, en un lugar como el que estamos hablando, y segundo que no haya trascendido en los medios de comunicación. Eso me preocupa mucho realmente.

—ARS: ¿Se trata del contador Sívori, el mismo que fue diputado provincial?
—MP: Sí, el mismo que fue diputado provincial y que hace muchos años se dedica a la actividad particular de las empresas. 

—ARS: Claro, un ciudadano de los honorables, de los ciudadanos mercedinos más caracterizados…
—MP: Sí, porque camina todos los días por las calles, es de tomar el café en el Lavalle al mediodía, a la noche, es un hombre que no tiene franco. No tiene actividad de ninguna naturaleza que uno le pueda conocer como complicada, anda todo el día solo, como andamos todos los ciudadanos del lugar donde vivimos, nadie toma prevención de ninguna naturaleza. Le podría pasar a todos. Me podría pasar a mí en este momento en la oficina, si me tocan timbre, voy a abrir. Para eso estoy.
A mí lo que me preocupa, Alberto, no sé si lo va a compartir, es semejante desafío desde la impunidad en un lugar céntrico de Villa Mercedes. 

—ARS: ¿Ése sería tu título: Desafío a la impunidad?
—MP: Yo creo que sí, porque es como una mojada de oreja que nos están haciendo a todos los sanluiseños y usted sabe cómo pienso yo en estas cosas y bueno, a lo mejor da para que hablemos en un programa. No creo ni en la culpa social, ni en la justificación de la delincuencia en una provincia que lo está dando todo para que realmente tengamos lo que tenemos.

—ARS: Sí, hay que parar esta locura de la irresponsabilidad en la seguridad.
—MP: Seguro, usted lo sabe más que nadie porque fue el autor de todo esto, generarle el rango constitucional de la inclusión social en la provincia no fue con la quiescencia de todo el mundo, costó que se entendiera. Hoy el delito no debe estar asociado ni justificado por la exclusión económica y social, entonces no sé, acá hace falta un debate fuerte. Yo, la primera curiosidad  que tengo como ciudadano es saber por qué no trascendió esto a los medios de comunicación.

—ARS: Claro, que es lo que me llamó la atención. Yo cuando mencioné hoy el caso, que me lo habían comentado en Mercedes, lo dije con mucha timidez, porque la verdad es que no encontramos ninguna noticia en ningún lado, entonces inmediatamente se me ocurrió llamarlo porque sabía que usted había hecho la denuncia. 
—MP: Luis (Sívori) conmigo tiene mucha confianza y él me contó todo lo que le digo, no me pidió reserva. Y estaba bastante traumado con toda esta situación porque él a veces llama a la radio por algún tema de interés y siempre tiene algún comentario que hacer sobre los temas que tocamos de la ciudad y bueno, en ese momento no pude lograr que saliera al aire, pero me contó todo puntualmente y yo hice un editorial porque creo que esto no puede volver a ocurrir pero además, no puede dejar de trascender. 

—ARS: Y unos días antes, o unos meses antes, habían ocurrido hechos similares en el centro de Villa Mercedes, casos parecidos a éstos. 
—MP: ¿Quiere que le siga contando, Alberto?

—ARS: Sí, sigame contando. 
—MP: Yo vivo en calle General Paz al 600, a la misma altura que él (Luis Sívori) vive en calle Pedernera, dos cuadras de por medio. Nos separa la avenida Mitre, la calle principal de Villa Mercedes. Estamos en el centro los dos. En el barrio hubo tres hechos de violencia, en horas del día. En la esquina de mi casa, donde vive la familia Fourcade, salió la señora y una hora después, le violentaron la casa. No sé cómo se enteraron de que supuestamente había cobrado una renta de un alquiler de un campo que tienen acá, en Colonia Los Manantiales. 

—ARS: ¿También había ido al banco?
—MP: No, fue un sábado. Ella salió de compras y cuando volvió, encontró la puerta abierta y la casa dada vuelta. Vino llorando y buscando una explicación, me dijo: “Lo único que puede ser es que ayer cobré un alquiler de las hectáreas de campo que corresponden de una herencia y ese dinero está en el banco, en casa no tengo nada”.
A los pocos días, en la esquina de mi casa, a un inmueble que conozco también, se metieron y se llevaron todo. Ahí vive una chica sola con una hija, el papá es un funcionario público importante y eso tampoco trascendió. 
Unos meses antes, a unas cuadras atrás de mi casa, ocurrió lo mismo en el  domicilio de un ingeniero. Ninguna de estas cosas trascendió. Serán hechos menores, no sé.

—ARS: Bueno, vamos a ponernos en la posición más suave y menos crítica hacia la Policía. Puede ser que quieran disminuir los índices de delitos, ocultando lo que sucede, esto poniéndonos en la mejor situación a favor de la Policía, para no decir complicidad ni lo que fuere. 
—MP: Sí, pero eso sería un acto de egoísmo muy grande. Un tiempo atrás creamos la Seguridad Comunitaria, donde el ciudadano se involucra en esto. Entonces, cómo ayudamos desde lo civil si no es a través de la trascendencia en los medios de comunicación y haciendo que todo el mundo hable para que el delincuente sepa que en esta provincia no tiene cabida. 

—ARS: ¿Cámaras (de seguridad) hay? 
—MP: En ese lugar no hay y en la zona de mi casa tampoco. Yo estoy hablando con los vecinos para ver si podemos comprar entre todos una cámara.

—ARS: ¿Pero quién la mira a la cámara después?
—MP: Bueno, ése es el problema. La Policía de Los Ángeles compró 9 mil cámaras personales para ponerle en el pecho a los efectivos, esto es por la pelea entre blancos y negros. Es decir, no tiene límite la posibilidad de usar la tecnología. Pero hay que saberla usar.

—ARS: Mire qué bueno esto, ponerle a los policías una cámara. A uno lo vamos a ver tomando mate, al otro a quién le ceba mates. Y cuando se paran frente a una casa hay que ponerse tremendamente nervioso porque pueden estar haciéndote inteligencia. 
—MP: Es que es así, entonces usted que viene de una época en la que dejaba, no digo la puerta abierta pero…

—ARS: Pero claro, la puerta abierta, en mi casa se cerraba la puerta cuando llegaba el último chico, o el último hijo o la última persona. Con Adolfo por ahí llegábamos a las 4 ó 5 de la mañana y se cerraba y se volvía a abrir a las 7 cuando salían a barrer la vereda. Entonces, la puerta estaba todo el día abierta y dejabas el triciclo afuera y venía el vecino y te avisaba. 
—MP: Yo estas cosas las difundí y me presté a esta amable charla que usted me ha permitido, porque creo que, amando profundamente la provincia es la única manera de ayudar en estas cosas. El rol que uno tiene es tratar de hacer saber las cosas, para que llegue la información a donde tiene que llegar.

—ARS: Transparencia se llama, es una militancia en los derechos y deberes de los demás, mostrar, y en este caso, mostrar todo lo que es el delito para que sepa el vecino y saber de qué se trata. 
—MP: Y si me permite una ironía, es una chanza, en todo caso: “Alguien le tiene que sacar el látigo al pescante” porque la delincuencia piensa permanentemente, y piensa en cómo delinquir y las personas de bien pensamos permanentemente en cómo hacer las cosas bien. 

—ARS: Pensamos que nos están cuidando y nos damos cuenta de que no nos están cuidando, entonces tenemos que hacernos cargo de que no nos están cuidando. ¿Quién nos tiene que cuidar? La Policía. Qué triste.

Bueno muchísimas gracias doctor Martínez Petricca por esta comunicación desde Villa Mercedes y lamento que sea por un hecho tan triste que involucre a un amigo suyo, amigo de todos, ciudadano ilustre de Villa Mercedes, el contador Luis Sívori.