Clausuraron una fiesta ilegal que realizaban en una quinta

Inspectores de la Unidad de Coordinación e Inspecciones Municipales (UCIM) suspendieron una fiesta que no tenía habilitación. Una mamá que llevó a su hija al lugar, apenas se enteró de la irregularidad, hizo el reclamo al 147. Al festejo, conocido como “Bendito Jueves”, fueron unos 350 adolescentes, aproximadamente, convocados por una red social, a una quinta del extremo oeste de la ciudad.

Convocaban a los adolescentes por una red social.

Durante la madrugada del viernes, cerca de las 4 de la mañana, el Sistema Único de Reclamos 147, de la Municipalidad de Villa Mercedes, percibió un llamado de una mamá que llevó a sus hijas al lugar pero, al enterarse de que sería ilegal, decidió comunicarlo.

“Cuando las llevó, recién ahí le dijeron que era clandestina. La señora se alarmó y llamó al 147. Cuando llegó la patrulla del UCIM, se encuentran con que la Policía ya había acudido pero les habían informado que era una fiesta con habilitación municipal y que no había problemas, por lo que la Policía se retiró”, contó Teresita Ludueña, coordinadora del organismo municipal. Sin embargo, en el momento en el cual los inspectores solicitaron al organizador (a quien Ludueña prefirió mantener en el anonimato) la habilitación correspondiente, no exhibió nada.

“Los interventores me llaman a las 4: 30 de la mañana para preguntarme si sabía de la fiesta, pero les dije que no había nada autorizado, por lo que les comuniqué que procedieran a cortar el festejo”, afirmó. Los agentes policiales regresaron en el móvil y colaboraron con la dispersión de la gente y el completo desalojo del lugar.

Según relató Ludueña, había unos “350 chicos o más” y, a pesar de que el UCIM no está autorizado para solicitar documentación y constatar la edad de los asistentes, “a simple vista se veían que eran menores”. A la serie de irregularidades, hay que sumarle que en el interior del predio vendían bebidas alcohólicas.

El sitio es una quinta ubicada en la calle Asia extremo oeste, según constató la coordinadora, quien además describió que las reuniones, llamadas “Bendito Jueves”, convocaban adolescentes a través de una red social o de mensajes a los celulares personales. “Esta es una mecánica que se ha venido repitiendo varias veces a lo largo del año; contratan o alquilan, por una noche estos lugares, que los van cambiando para no llamar la atención y que comparezca la Policía o el UCIM. Las entradas eran vendidas en el centro y tenían un costo de 25 pesos”, dijo.

Al no ser promocionadas por métodos publicitarios convencionales, "a veces se sabe y a veces no, y no se pueden detectar porque cambian el lugar, se van fuera del radio de la ciudad ya que la jurisdicción nuestra llega hasta ciertos límites, aunque en esta no pasó", destacó la coordinadora. El acta de sanción cita al propietario de la quinta y al organizador.
Aunque algunos parecen no asumir la gravedad de organizar festejos sin autorización, hay riesgos y consideraciones que deben tenerse en cuenta. Los lugares sin la habilitación municipal no fueron supervisados, por lo cual, no tienen certificación eléctrica alguna que haya sido controlada y puesta en condiciones, “puede haber un cortocircuito, un problema de energía, lo que sea”, aseguró Ludueña.

Por lo general, cuentan sólo con un matafuego, y deben considerarse la cantidad de personas que asisten y la superficie del terreno. Además, carecen de cobertura médica para socorrer cualquier emergencia, y de un seguro de responsabilidad civil en el caso de daños en el inmueble.