“Estoy feliz, muy emocionada por este día. Compartir con tantas amigas una despedida así es algo maravilloso que nunca voy a olvidar. Quiero darle las gracias a la gente de San Luis por llenar el estadio, por tanto cariño", con esas palabras la "Leona" Soledad García reflejó sus sentimientos en la tarde del adiós, en el plano profesional, al deporte que abrazó con pasión desde los cuatro años.
Cerca de 4.500 personas coparon el estadio del Ave Fénix para escuchar el último rugido de Soledad.
El partido despedida de la brillante delantera fue en el Estadio Provincial de Hockey sobre Césped, ubicado dentro del predio del Ave Fénix, en Juana Koslay. Unas 4.500 personas llegaron de distintos puntos del país para aplaudir una vez más a la cordobesa y ver de cerca a jugadoras de la Selección Argentina, "Las Leonas", y a ex integrantes de esa mítica formación.
Pero la historia de Sole García y San Luis tiene mucho que ver con el amor. A veces el corazón puede llevarnos a lugares donde la razón jamás lo imaginó. Y a la artillera surgida en las inferiores de Universitario, en la capital mediterránea, fue Cupido el que la trajo sin escalas.
Un buen día, en plena Docta, se cruzó con el puntano Nicolás Aostri y el resto es historia conocida. Se conocieron, se enamoraron y desde hace un año viven en esta ciudad. La provincia recibió a Sole como a todos: con los brazos abiertos y en su adiós de las canchas los puntanos coparon el estadio para brindarle su afecto.
Pero hoy también llegaron hasta Juana Koslay fanáticos de Sole de distintos puntos de Córdoba, Mendoza y La Pampa además de las diversas localidades sanluiseñas. Los micros en el estacionamiento del estadio y las banderas colgadas del alambrado lo acreditaron. La más emotiva rezaba lo que muchos sienten por García: "Leona por siempre".
Pero el romance entre la ex delantera del Rot Weiss de Alemania y San Luis va rumbo a consolidarse muy fuerte. El Gobierno de la Provincia -a través del Ministerio de Deportes- la quiere como una de las cabezas de un proyecto súper ambicioso que comenzará muy pronto: el Plan Maestro del Hockey sobre Césped, una tarea que tendrá a la ex goleadora del Champions Trophy 2005 (se jugó en Camberra, Australia) ocupada en busca de talentos por todo el territorio. Junto a ella trabajará Aldo Ayala, entrenador de gran experiencia y amplia sabiduría.
El gobernador Claudio Poggi ya adelantó que será un plan muy amplio, que irá de la mano con la construcción de canchas en el interior provincial y el uso permanente del estadio ubicado en el Ave Fénix. Con los terrenos de juego, un semillero que crece día a día y una profe de la talla de Soledad, San Luis apostará fuerte. Sólo será cuestión de tiempo para que las chiquitas puntanas se conviertan en "Leoncitas".
Un partido de lujo
La fiesta de despedida de la ex artillera de Las Leonas fue inmejorable. Tuvo emociones, jugadas de gran nivel y el apoyo de cuatro mil personas. Sobre el césped hubo jugadoras que todavía defienden los colores albicelestes y algunas de las grandes ídolas que forjaron la leyenda. Luciana Aymar, Maguie Aicega, Mariana González Oliva, Alejandra Gulla, Maripi Hernández, Vanina Oneto, Jorgelina Rimoldi, Mariné Russo, Ayelén Stepnik, Claudia Burkart, Giselle Kañevsky y María Paula Castelli fueron algunas de las estrellas que llegaron hasta la provincia para acompañar a su amiga en el partido del adiós. Jugaron con los colores que mejor les quedan: el celeste y el blanco.
Del otro lado estuvieron otras enormes jugadoras que también derrochan magia con el stick y la bocha. Sole y Vanesa Capua, Valeria García (hermana de Sole), Rosario Luchetti, Delfina Merino, Macarena Rodríguez, Julieta Scozari, entre otras, vistieron las camiseta de Córdoba, con colores blancos y rojo.
Tras la salida de los equipos, las emociones comenzaron temprano para la ex delantera del Push de Holanda. Sus tres sobrinos, vestidos con camisetas argentinas con el diez en la espalda y la leyenda "Tía", le entregaron un ramo de flores. Los ojos verdes de la cordobesa se llenaron de lágrimas.
Minutos más tarde, Carmen, la mamá de la homenajeada, leyó un poema mientras desde las dos pantallas gigantes salían imágenes de la artillera reventando redes y gritando goles para Argentina. El abrazo entre madre e hija conmovió a todos.
Luego vino el partido y García jugó un tiempo para cada equipo. Fueron 40 minutos pero alcanzaron para ver que la sociedad Aymar-García está intacta. Las chicas se entendieron como si jugaran juntas todos los días. "Lucha" puso los pases y Sole los goles. También Aicega, Oneto, Merino, Díaz Oliva, Luchetti y Gulla pasearon su talento. Fue la despedida soñada para una genia del hockey. La ídola que eligió San Luis como su nuevo lugar en el mundo.
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