Las tormentas ya no descargan tranquilas su furia en San Luis. Ahora se sienten observadas por una cámara indiscreta que las pone en evidencia, con sus luces y sombras. La maneja Nicolás Rosales (18 años), un implacable cazador de estos fenómenos meteorológicos que le provocan admiración y respeto, al punto de ser capaz de perderse una noche entera esperando por la mejor toma.
—¿Cuándo empezaste a sacar fotos? ¿Por qué elegiste las tormentas como tema principal?
—Tenía 15 años y andaba con el celular fotografiando el cielo. Entonces mi papá me compró una camarita, era una Olympus Fe-320 de 8 megapíxeles. Ahora mejoré, al menos tengo una Samsung WB150F, aunque necesito algo más profesional para seguir creciendo. Y lo de las tormentas fue simplemente porque me encantan. Los rayos, la lluvia, el granizo provocan un efecto increíble, no puedo dejar de retratarlas.
—¿Hubo algo que te haya inspirado para comenzar?
—El programa "Cazadores de tormentas", de Discovery Channel. A partir de sus capítulos me largué a fotografiar tormentas sin parar.
—¿Sacás sólo en San Luis capital o fuiste a otros lugares?
—La mayoría las tomé desde la canchita de fútbol que está frente a mi casa, en el barrio 1º de Mayo. Una vez se desató una mientras estaba en Merlo, pero la verdad es que cuesta mucho viajar. Y eso que mi papá me banca bastante.
Nicolás tiene una deuda pendiente con él mismo: terminar el secundario. Es un paso básico para avanzar con su afición, ya que quiere estudiar fotografía de manera profesional. "Dejé en 9º año, iba a la escuela "Juan Manuel de Rosas", mientras no lo complete voy a hacer algún curso corto de fotografía", dice el joven, quien hace un par de meses fue entrevistado en la revista científica y de divulgación "Muy Interesante".
—¿Tenés contacto con otros fanáticos de las tormentas? ¿Es una actividad muy desarrollada?
—En San Luis no somos muchos. Me conecto con un chico de Tilisarao y tengo un amigo, Marcelo, que a veces se queda conmigo en la canchita para verlas. Pero en Córdoba, Santa Fe, La Pampa, Mendoza y Buenos Aires hay varios locos con los que formamos un grupo de Facebook. Y en el mundo sí que está de moda, tengo contactos en Brasil y Estados Unidos con los que intercambiamos fotografías de tormentas.
—¿Cuál es el ranking de las tres mejores fotos que tomaste?
—Una es una panorámica del 30 de enero de 2012, sobre las sierras de San Luis. Otra es una foto nocturna de una tormenta que se desató el 7 de diciembre del año pasado y la tercera es una Súper Celda del 4 de febrero.
—¿Qué es una Súper Celda?
—Se denomina así a las tormentas más potentes, en las cuales se pueden registrar vientos muy fuertes, granizo enorme y lluvia torrencial. Son las que más chances tienen de generar un tornado. Y ése sería mi verdadero sueño, presenciar un tornado. Por ahora no se me dio.
—¿Cómo es el proceso para sacar las mejores fotos de tormentas?
—Primero consulto las web que dan los pronósticos meteorológicos y consulto con otros aficionados a ver si estamos todos de acuerdo. Cargo la cámara un día antes y me pongo a esperar. Primero en mi casa y luego en el campito. Tengo un radio de acción de 500 metros, siempre con la mejor vista de las sierras.
—¿Y cuál es el secreto?
—La paciencia. Hay que saber esperar. Y buscar los sitios adecuados para no perderse ningún ángulo.
—¿Cuál es la mejor tormenta para fotografiar?
—Las eléctricas son ideales para la noche, hay que sacar con exposición. Pero las mejores son las que forman súper celdas de día.
—Si tuvieras la chance de viajar, ¿a dónde irías a verlas?
—A Estados Unidos, ahí se forman las mejores, incluso hay muchos tornados. En la Argentina, la provincia de La Pampa es un buen lugar, con rutas perfectas para recorrer y llanuras inmensas donde esperar que se desarrollen.
—¿Y las playas con mar?
—Deben ser geniales, no tuve la suerte de conocer ninguna, pero me imagino esas olas inmensas, los arenales y el horizonte lleno de nubes con descargas eléctricas. ¡Debe ser inolvidable!
—¿Te gustan sólo las tormentas o también sacás otras cosas?
—En realidad, son mi pasión. Pero con la cámara en la mano también disfruto de sacar fotos de la naturaleza, los paisajes, las flores, los animales.
—¿Es necesario saber de meteorología para sacar buenas fotos de tormentas?
—Hay que conocer lo básico, leer lo que nos informan los radares e interpretar qué nos quieren decir. Así conocemos cómo se mueven las tormentas, qué fuerza trae cada una, con qué nos podemos encontrar. Es apasionante.


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