El semillero del tenis lució sus joyas en Villa Mercedes

La de ayer no fue una fecha patria más para el semillero local del tenis, quienes raqueta en mano y escarapela en el pecho disfrutaron sin parar del “Torneo Iniciación Corazón de Búfalo”. Una clínica llena de enseñanzas, donde la alegría, la integración y la amistad, estuvieron presentes entre los más pequeños.

30 Fueron los pequeños que participaron de la clínica de tenis en las canchas del club aurinegro.

Acompañado por una treintena de mini jugadores y jugadoras de entre 4 a 12 años, el profesor Ariel Deón, a cargo de la actividad, recreó una sala de diversión sobre las canchas de arcilla del club Jorge Newbery. Hubo Metegoles, aros, vayas y campos de juegos reducidos; todo parte de una innovadora estrategia de aprendizaje que empieza a ganar terreno en las academias del país.

“La de hoy (por ayer) fue una clínica de iniciación al tenis. Fundamentalmente consiste en darle promoción a la disciplina. Lo que hicimos fue dividir las actividades en tres bloques: arte lúdico y físico. La idea es acercarles material de trabajo nuevo a los chicos para que aprendan de una forma entretenida. Participaron tres categorías: rojo (4 a 6 años), naranja (7 a 8 años) y verde (9 a 12 años). Siempre abocados a integrar”, mencionó Deón, entusiasmado por la convocatoria.

Agrupados por diferentes colores y edades, la acción comenzó a las 9:30. El profesor anfitrión Luis Pereyra, acompañado por sus colegas Ezequiel Demo, Pablo Clara, Matías Closa y Brian Frías; junto a miembros de la fundación Corazón de Búfalo, se encargaron del precalentamiento y armaron un circuito con sogas, conos, aros y vallas que sirvieron para poner en ritmo a los niños.

Después todo cambio. Y la adrenalina se mudó al polvo de ladrillo donde el constante peloteo, con premios de por medio, ganó el entusiasmo de los protagonistas. Incluso algunos papás formaron parte del desafío.

“Los ejercicios que realizaron son rutinas básicas, muy cuidadas para que no se lastimen. La finalidad que tenemos es corregir posturas y que algunos movimientos se conviertan en un acto incorporado cada vez que jueguen”, señaló Deón.

Mientras que Eugenio Adaro, miembro de la fundación organizadora Corazón de Búfalo, presidida por Juan Pablo Funes, hijo del ídolo puntano Juan Gilberto Funes, contó las prioridades y objetivos de su trabajo. “Siempre apoyamos el deporte e intentamos fomentarlo constantemente. Ese es parte del trabajo que realizamos a diario en San Luis Capital. El objetivo principal de la fundación es dar una mano a quien más lo necesite, devolverle a la sociedad un poco de lo que nos da y generar un sonrisa”, dijo.

“Estamos muy contentos con la clínica que brindaron los profes, con buena convocatoria y predisposición de los niños por aprender. Ahora nuestra próxima actividad será conmemorar el aniversario de la fundación el 8 de junio. Para eso estamos haciendo relevamientos en los barrios carenciados y recolectando ropa, para entregarles y seguir brindando ayuda”, agregó Adaro.

Pasado el mediodía y luego de tres horas de sana diversión, uno a uno los mini fanáticos del tenis iniciaron su retirada. Aunque antes de despedirse y tras recibir sus merecidos diplomas, prometieron regresar y poner en práctica todo lo aprendido. La próxima cita será en octubre, cuando una vez más los niños disfruten un día de plena enseñanza.