Si a algún alumno o docente le roban la netbook o la pierde tiene que hacer un reclamo a través de una aplicación virtual, que le pedirá una copia de la denuncia y luego el programa le enviará una nueva. El trámite es sencillo, pero sólo puede efectuarse una vez. En cambio, con las máquinas que están rotas el trayecto es un poco más largo. La escuela debe realizar la queja, imprimir el comprobante con el número de solicitud y esperar a que alguien se acerque hasta el colegio para llevárselas. Las compus viajan a Buenos Aires a la empresa que las fabricó, que la repara y la manda de vuelta a la institución.
Los chicos que se cambian de una escuela, que ya recibió los equipos, a otra, que todavía los espera, deben dejar su máquina en el colegio y esperar obtener otra cuando la institución sea visitada por Conectar Igualdad. Según Navarro, las netbook poseen un fin pedagógico y es necesario que los chicos las tengan sólo si las van a usar en el aula. Aquellos que ya la habían recibido y piden el pase a un centro educativo que cuenta con las computadoras de la Nación, cuando las lleven a la nueva aula deben hacer un trámite de migración, para que el equipo salga del sistema de un establecimiento y se vincule al otro.
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