La tenencia del documento, el celular de la víctima y un arma, indicaron el destino de Cristian Gabriel Mansilla, detenido por el ataque a una empleada de una panadería en Villa Mercedes. La damnificada reconoció el buzo azul liso, con capucha, los zapatos y el jean que vestía el ladrón que la despojó de sus pertenencias. El robo que quedó registrado por una cámara de seguridad del comercio donde trabaja la mujer.
Una cámara de la panadería captó el robo. Pero el ladrón se cubría con una capucha.
Estos elementos fueron suficientes para que el juez sostuviera que Mansilla era el autor del ilícito y decidió procesarlo, dictándole la prisión preventiva. El sábado fue trasladado al Servicio Penitenciario Provincial.
La medida fue tomada a pesar de que en la indagatoria, el acusado quiso desprenderse de la causa y declaró que le había prestado el buzo tipo canguro a un amigo. Y cuando se lo devolvió, no se dio cuenta de que en el bolsillo tenía el arma. Al encontrarla, se la colocó en la cintura, apretada por el pantalón.
“No pudo explicar la presencia del celular y del documento de identidad”, dijo una fuente judicial. “Ni mencionó esos elementos en la indagatoria”, agregó.
El asalto ocurrió el miércoles 9 cerca de las 22, después de que Silvia Alejandra Morán del Castillo cerrara la panadería “Las Camelias”, ubicada en Justo Daract y San Martín. Ella es la encargada del negocio.
La mujer de 32 años estaba sentada, sola, frente al local, a la espera de un remis que la llevara a su casa del barrio La Ribera. Allí se le apareció un joven en bicicleta que se le acercó, le apuntó con un arma y le exigió que le diera sus pertenencias.
Silvia le entregó una mochila en la que llevaba su DNI, su teléfono celular, una billetera con unos ciento cincuenta pesos y otros objetos.
Con el botín en su poder, el delincuente escapó y la víctima corrió en busca de ayuda. Alguien la escuchó y llamó a la Policía.
De inmediato se ordenó un operativo cerrojo, que involucró a todas las comisarías y patrullas del Comando Radioeléctrico, que se dedicaron a dar con el ladrón. Los agentes contaban con las descripciones de la vestimenta y otras características del delincuente.
El procedimiento consistió en hacer un recorrido permanente por la zona para identificar a todas las personas que circularan en bicicleta.
Media horas después del ataque, un móvil de la Comisaría 10ª ubicó al sospechoso a unas nueve cuadras de la panadería. Andaba en una bicicleta del plan “TuBi”.
Al policía que concretó la detención, le llamó la atención que al ver la patrulla, Mansilla se puso la capucha del buzo en la cabeza.
Luego de identificarlo, le hicieron un cacheo y le encontraron el arma y los elementos sustraídos a Morán del Castillo.


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