Fuera de ser una tendencia estética, la colocación de rejas en el perímetro de los monumentos de las plazas y plazoletas más importantes de la ciudad tiene sólo un motivo: protegerlos de constantes actos de vandalismo. El jueves comenzaron con las obras de cercado en la plaza San Martín donde también limpiarán los graffitis que hicieron los alumnos de sexto año de un colegio privado hace un mes y medio.
En el bulevar Martínez primero robaron 25 laureles, luego unos 50 y por último 100.
“Decidimos hacer la reja al monumento para protegerlo y evitar actos de vandalismo en las piedras y en el caballo. También se va a enarenar la estatua para limpiar las pintadas”, comentó Virginia Scally, subsecretaria de Espacios Verdes. Son 70 metros lineales de perímetro que sostiene un muro pequeño como base.
Además de los graffitis, buscan evitar el robo de las plantas de cada uno de los espacios verdes de la ciudad y de los bulevares más importantes, como ocurrió en el Vicente Martínez. "O te cortan las flores y te rompen la planta, o te roban el plantín completo. Van en la noche, cuando recién las ponés y se las llevan. Por supuesto que hay un alto grado de reposición, pero si ponés tres cajones tenés que reponer uno seguro”.
Otros antecedentes muestran que la General Pedernera fue una de las primeras plazas en sufrir los ataques, que aún continúan. El personal a cargo del mantenimiento de los espacios verdes registró robos de las placas conmemorativas en los muros del monumento y plantas quebradas, incluso notaron que algunos patean las luces cercanas al piso y que pintan ciertos sectores.
Según manifestó Scally, algunos de los que cometen ciertos malos hábitos son los lavacoches. “Nos pasa con la fuente, es permanente la reparación, saltan la reja y sacan agua de ahí. Les pusimos una canilla para evitarlo, pero no fue suficiente, en el fondo está raspado como si lo hicieran con el balde para sacar el agua y ahora se ha saltado la pintura”, detalló.
El mes pasado, el área a cargo de Scally junto con la coordinación de Obras Públicas, restauraron plaza Pringles, frente a la parroquia San Roque, en plena zona Estación. “Incluyó la pintura de toda la plaza, mobiliario urbano como los bancos, se cerró el perímetro alrededor del monumento, aunque en menor longitud que en San Martín, agregamos juegos infantiles y reforzamos el alumbrado en el sector recreativo", especificó Gastón Bitiol, coordinador de la obra.
Bitiol agregó que "permanentemente realizan la reposición de los artefactos rotos, que principalmente son las luminarias". Depende del tipo de agravio, tardan entre diez o quince días en reparar los daños.
Otra de las plazas que aún está en evaluación para cercar el monolito es la Sarmiento, entre 25 de Mayo, Betbeder, Pueyrredón y Rivadavia, donde también piensan incorporar especies en los canteros y algunos árboles.
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