Dicen que son generalizadas las obras clandestinas en el ATE III

Con la irregularidad generalizada como telón de fondo, Ramona “Pancha” Puerta continúa adelante con la construcción de una habitación en plena entrada al monoblock del barrio ATE III, manzana A, en Yapeyú y Concarán. La mujer, que fue denunciada por sus vecinos por esta obra, se ampara en que en el barrio hay múltiples obras sin habilitar por el Municipio, como su propia cochera, que data de hace 10 años. Ahora redobla la apuesta con un cuarto para su hija embarazada y sus dos nietos en terreno comunitario. “Si me quieren voltear la obra a mí, tienen que tirar todo el barrio”, argumentó. Y dijo que en una semana la pieza estará lista. “No soy la primera ni la única que ha edificado sin permiso. Los invito a recorrer”, desafió.

8 vecinos se juntaron para denunciar ante la Municipalidad la obra clandestina de Ramona Puerta.

El conflicto se desató porque el nuevo ambiente de la familia Puerta se emplaza en espacio público y ocupa parte de la entrada al complejo, lo que llevó a un grupo de vecinos a unirse y presentar una nota en la Municipalidad capitalina, que aún no fue respondida. La mujer se enteró de la denuncia por la publicación del jueves pasado de El Diario, donde sus vecinos dan cuenta de la situación, pero prefirieron no revelar sus identidades por miedo a represalias: aducen que Puerta suele reaccionar violentamente y tiene “amistades pesadas”.  Ante las acusaciones, la mujer decidió acudir a este medio para dar su versión de los hechos y confirmó que nadie de la Intendencia se acercó a su casa para pedirle explicaciones.

La mujer indicó que la pieza que construye delante de la cochera no obstaculiza del todo la entrada y que queda espacio para que ingrese una ambulancia o una camioneta ante una emergencia. También añadió que por el otro extremo del complejo, por Martín de Loyola, la entrada está despejada. “Ella es madre soltera y es la única que está conmigo; vamos a hacer una piecita de cinco por cuatro y va a compartir la cocina y el baño conmigo, no es un departamento como dijeron, es un pasillo donde entrarán dos camas, nada más”, precisó.

Sobre la habilitación municipal que asegura normas de seguridad y la legalidad del espacio utilizado, Puerta reconoció que no la ha gestionado, remarcó que “nadie pide eso para construir”. Y describió, como ejemplo cercano, que en la torre del frente un vecino cerró con block todo un perímetro que le quedó como patio. También contó que pegado a su propia cochera hay otra con una habitación sobre la loza con balcón, que fue levantada en forma irregular. “Por todos lados se ven construcciones así. El problema es conmigo, es algo personal que tienen”, dijo.  Según teoriza la mujer, el conflicto puede deberse a que otros vecinos tuvieron intención de usar el mismo lugar para montar una cochera y ella no lo permitió. “Yo pagué el terreno, tengo todos los papeles”, afirmó.

Acerca de lo expresado por sus vecinos sobre el temor a revelar su identidad para dar sus testimonios, Puerta aseveró que es una exageración y que está abierta al diálogo. “Que me digan a quién le pegué, a quién apedreé. Que me comprueben que tengo gente pesada conmigo. Los problemas que he tenido han sido por los niños que meten bulla, por los perros, o por los autos que estacionaban en mi ventana, pero son cosas normales. ¿Por qué no van a mi casa, me golpean la puerta y hablamos?”, manifestó.