Cacho Buenaventura en San Luis

Cacho Buenaventura tuvo tres años de mala racha en la salud: sufrió un infarto y otras dolencias relacionadas con el sistema digestivo. Casi se encuentra en una estadística de mortalidad, pero ahora que salió cambió su estilo de vida y ve a su trabajo como una terapia para estar mejor. Esta noche en San Luis, mañana en Villa Mercedes y el domingo en Merlo compartirá algunos de los mejores momentos de su vida con el público puntano en "En defensa propia" .

"Yo soy un trabajador, tengo la suerte de hacer lo que me gusta".

Antes de viajar a la provincia, y recién llegado de otra gira, el humorista cordobés habló del show y de su nuevo plan vital.

— ¿Cuál es la idea central de este show?

 — Quiero que nos juntemos a estar contentos, a festejar que estamos vivos: juntarnos a estar contentos en defensa propia.

— El año pasado llenaste la sala, tuvieron que agregar sillas, había gente en las escaleras ¿A qué creés que se debe la fidelidad de tu público?

— Hace cuarenta años que estoy en esto. Me parece que es un poco por notoriedad pública, pero me pasan cosas muy lindas. Tengo gente que me dice: "Yo te venía a ver con mi viejo cuando era chico", y ahora vienen con sus hijos. Después algunos de esos hijos ya vienen solos con sus novias. Hay un vínculo que va más allá de lo artístico, de la admiración y se acerca mucho al cariño y al afecto por conocimiento.

—Hablás mucho de la familia en tus shows...

—La familia es desde donde me construyo cada día. Gracias a ellos descubrí que podía reinventarme todo el tiempo. Con ellos pasé todos estos años de transformación de mi público. Ya pasaron cuarenta años desde la primera vez que fui a golpear la puerta de la casa de mi novia y llevo cuarenta y dos de casados. Tuvimos hijos, ellos ahora me traen a sus hijos. Esa evolución también me permitió conectarme de otra forma con mi público.

— ¿Qué planes tenés para este verano?

— Estoy en plena decisión de hacer teatro en Carlos Paz, a cinco cuadras de mi casa, que me quedaría muy cómodo; o volver a hacer festivales.

— ¿No te llama la atención esa vorágine que se arma todos los veranos alrededor de las obras de teatro?

—No me gusta, a tal punto que nunca estoy involucrado en esas cosas de "me dijo, no me dijo". Yo soy un trabajador, tengo la suerte de trabajar de lo que me gusta. También soy afortunado porque el público me lo reconoce, a diferencia de otros artistas. Yo voy una o dos horas antes al teatro, para abrazarme con los músicos, nos tomamos unos mates, una copita de vino si amerita, guitarreamos un rato. Generamos la misma motivación o el mismo deseo de juntarnos con la gente.  Y una vez que termino la función suelo higienizarme, si hay posibilidades...

— No hay necesidad de meterse en dramas...

— Yo creo que nadie necesita el drama. Cuando caigo al gimnasio a las nueve de la mañana me miran como diciendo "¿qué hacés vos acá?". Me levanto temprano porque esa es la única hora en la que el cuerpo me da. Hago una rutina de aeróbico para que no me maten los nietos cuando me vienen a visitar.

—Pero trabajás de noche...

-Sí pero a la una de lamañana ya estoy durmiendo. A las 8 me desperté, 8:30 me puse los championes y me fui al gimnasio. Ahora (N de la R: mediodía del miércoles) me voy a dar una recorrida en bici,  para aprovechar el sol. Después vengo, almuerzo y ya me quedo en mi casa. Si estoy de gira hago algo parecido, si no encuentro un gimnasio, salgo a caminar. Ahora si vos te quedás todo el tiempo en la noche, en algún lado te encajás, dijo el can can.