Vuelve el niño sensible del hardcore nacional y promete otra explosiva presentación, temprano, esta noche en Panacea.
Sentado en el comedor de su casa, Boom Boom Kid dejó de lado un dibujo que empezó la noche anterior para charlar de todo un poco con ETC, mientras toma café.
El cantante es una pila de energía que comienza esta noche en San Luis una gira que hasta agosto lo llevará de Mendoza a Tucumán, sin saltearse un día. “Es lo que me gusta: ¡chivatear!”, comentó sobre las cruzadas musicales realizadas en una minivan.
Habla con una paz que contradice su actitud en vivo, cuando encara las vallas, para bailar entre (o sobre) la gente. “No pasa nada, estamos acostumbrados”, minimizó sobre una rutina que ya es una gimnasia. Y se comparó con una persona que medita, “es una catarsis para estar mejor al otro día”.
El niño Carlos Rodríguez agrega a su música la escritura de libros y fanzine. “No es que hago un ejercicio, que me levanto cada mañana y empiezo una tarea. Tengo que estar atento porque me bajan melodías, ideas y cosas en cualquier momento”. Por eso siempre lleva lápiz y papel en la mochila.
El cantante prometió más de 50 temas en el repertorio de esta noche, que la gran mayoría pertenecen al nuevo CD, “Demasiado en fiestas, sin timón y con el mono al hombro".
Precursor de la venta de merchandising, BBK fue rechazado al principio por su presunto interés por el dinero. “Vender las cosas uno mismo es más directo y conocés a la gente que compra tu música”, detalló sobre su material oficial. “Vengo de una cultura que hacía sus propias cosas, por eso aprendí serigrafía, para hacer mis primeras remeras”, dijo sobre su mesa de saldos.
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