Violencia familiar: en lo que va de 2014 ya hay 2 mil denuncias

En lo que va de 2014 ya hubo unas dos mil denuncias de violencia familiar, según indicó Estela Bustos, titular del Juzgado de Familia y Menores N° 1.  El año pasado se registraron 2.875 y, según aseguran, el aumento en los últimos cuatro años se debe a las campañas que realizan en la sociedad, sobre todo en las escuelas. “Desde que capacitamos al personal docente, en los establecimientos educativos se presta mucha más atención cuando un chico está inmerso en un clima de violencia. Además, desde lo ocurrido con el caso Guadalupe Di Falco (la pequeña que era maltratada por las personas con las que vivía y que sufrió heridas que le provocaron la muerte), en los centros de salud también se agudiza más la detección de indicios. No significa que aumenten los casos de agresión, al haber mayor concientización se animan a denunciar más”, contó la magistrada.

Aseguran que los niños son víctimas indirectas de la violencia entre sus padres.

En el 2011 se registraron 1.182 denuncias, mientras que en 2010 habían sido 1.105. En 2007 sólo se habían denunciado 320 casos. El término violencia tiene varias tipologías y definiciones, pero Bustos explicó que para ella “es difícil desprender la que es de género de la familiar, ya que los hijos que ven cómo el papá le pega a la mamá también están recibiendo indirectamente violencia, porque pasan a ser testigos y sienten miedo”. Y contó que en el porcentaje de denuncias llevan la delantera los adultos. La mayoría de los denunciados suelen ser hombres de entre 20 y 45 años, y el mayor número de víctimas son mujeres de entre 25 y 30 años. “El efecto de las capacitaciones hizo que tomaran conciencia y entiendan la importancia de denunciar. Cuando llegan los casos a la Justicia no es por el primer golpe o grito, datan de dos a tres años. La violencia psíquica tarda más en denunciarse porque es la menos visible. A la víctima le cuesta darse cuenta que está sufriendo violencia psicológica”, explicó.

Una tendencia que se observa desde hace poco es que la víctima intenta justificar al agresor con que estaba nervioso o estresado. En las parejas se detectó que el principal motivo de violencia es por estar bajo los efectos del alcohol o bien una pelea por celos. La víctima trata de justificar y siempre  tiene  una excusa de por qué le pegan. Se tratan de escudar detrás de esos factores”, indicó. 

En los últimos años, además, aumentaron las denuncias por violencia entre adolescentes. “Los papás han empezado a detectar cuándo una pelea entre novios no es la pelea normal de una discusión, comenzaron a percibir cuáles son las relaciones sanas y cuáles no”, dijo. La mayoría de las damnificadas son jóvenes que ya han sido madres. “Una gran cantidad de las adolescentes que sufren violencia tienen hijos, es complejo, al ser una chica menor de edad que está cumpliendo el rol de madre, sufre violencia de su pareja y de la familia biológica, porque en muchas ocasiones le recriminan por el bebé que tuvo o no tienen la contención adecuada. Es una violencia psicológica, y el menor queda al medio”, expresó.

 Y comentó que en esos noviazgos la violencia física la practican generalmente los hombres hacia las mujeres, en cambio la psicológica la ejercen en su mayoría las chicas.

Entre los menores más afectados por la violencia están los que tienen entre 6 y 15 años, que representan un 37%, mientras que los que tiene entre 1 y 5 son el 23%, un 9% tiene entre 16 y 25.

Qué pasa en la escuela

“Mientras el niño está en horario escolar, su guarda está a cargo de la escuela. Entonces hay una parte del manual que le recuerda al docente que para la ley son civilmente responsables. Es una cadena que incluye al profesor, al directivo de la institución y al supervisor. Si un hecho no se comunica a nivel interno, ante un juicio, quizás tengan que responder”, dijo Bustos, quien elaboró una guía de buenas prácticas para abordar la violencia dentro de las escuelas. El cuadernillo detalla cómo deben actuar los maestros ante diferentes situaciones de maltrato o de posible riesgo de algún chico, a quiénes deben notificar y, sobre todo, que tendrán la obligación de realizar la denuncia. Además, se les dictó una capacitación a maestros y profesores, y aún continúa el recorrido por los establecimientos.