Sin dudas sería un gran espectáculo y la gente que rebasó la sala Hugo del Carril anoche lo sabía.
12 artistas, entre grupos y solistas le rindieron homenaje a la ciudad en su cumpleaños 420.
La Vigilia Cultural en espera por el día del aniversario de San Luis, fue un show que unió talento y tradición de todas las generaciones y para todas las edades.
Entre el público había familias enteras, unos amantes del folclore, otros de la música clásica, otros de la danza. Para cada público hubo un número.
La noche abrió con el joven virtuosismo de la Orquesta Escuela San Luis. Con sus violines y esa capacidad que tienen de transportar al público a otras épocas tan alejadas de las edades de los músicos que componen el ensamble.
Los estudiantes, se turnaron para tomar el centro de la escena en cada pieza, pero la gente aplaudió a rabiar sin importar quién era el primer violín.
Tras su actuación el escenario se llenó de voces y siluetas danzantes. El aniversario tuvo cara de mujer con el homenaje a las puntanas.
En el centro de la escena, las vocalistas de La Gata Flora también se tunearon para cantar a los corazones femeninos de todas las épocas.
La poderosa y versátil voz de la actriz Adriana Durigutti puso la poesía antes de que la música se adueñara de la sala. Las primeras en ser recordadas fueron las mujeres huarpe, su lucha, su pobreza y su esfuerzo. Yeka Ramos y María Luz Tobares le cantaron a estas guerreras.
Luego llegó Mabel Fernández para cantar a las históricas maestras puntanas, a esas mujeres que dejaban sus casas para educar a los chicos de los rincones más recónditos de la provincia.
Después pasó Leticia Rivero, para exaltar a la mujer en el folclore.
Entre cada número, la voz de Durigutti conducía el relato de esta puesta en escena. Los bailarines del ballet La Sajuriana y de la Escuela de Arte San Luis, pusieron imagen y pasos a las canciones.
La Gata Flora tuvo sus momentos de brillo en solitario, pero para el final todas las mujeres que participaron retomaron su lugar y cerraron el homenaje tras recibir el aplauso cerrado del público.
El ballet Martín Fierro hizo del escenario una pista de baile con las danzas tradicionales puntanas. La academia no fue la única que participó porque también estuvieron sus pares del ballet Estampas Argentinas y Luz de Tradición.
Luego llegó Jorge Falcón quien con su voz de arrabal interpretó "Vieja Viola", un tango guitarreado.
Para ese momento, dos hechos habían conmocionado (sólo un poquito) al público, primero el pedido abrupto para que sacaran un auto que estaba estacionado en una salida de emergencias y la llegada del gobernador Poggi, junto al vice Díaz que hizo que muchos dejaran de prestar atención al show por un momento.
Luego de eso el espectáculo comenzó a tomar un ritmo vertiginoso porque se acercaban las doce.
Ahí hubo una seguidilla de grupos y solistas de folclore que interpretaron canciones netamente puntanas, algunas con arreglos especiales para la ocasión.
Las Voces de la Oración se decantaron por un clásico que hizo al público cantar, la cueca "Caminito del Norte" que interpretaron junto a "Un lugar, San Luis".
Otros históricos del folclore puntano, "Los Cantores del Manantial", hicieron valer su trayectoria con los acordes de "El álbum de San Luis" y "Toda la vida Toda".
Algarroba.com y La Cautana fueron de los primeros en aparecer durante el set de folclore. ADN Folclore también hizo lo propio hacia el cierre del segmento con "Qué bonito San Luis".
Para ese momento, ya cada vez más cerca de la medianoche los "¡Viva San Luis!" eran habituales, en un diálogo de pocas, pero sentidas, palabras entre la audiencia y los artistas.
Al llegar la hora señalada, los artistas salieron de bambalinas para hacer un número final y conjunto. Fue justamente "¡Viva San Luis!", el tema que eligieron como preámbulo del cierre.
Tras saludar a la gente que los aplaudió toda la noche, el grupo vocal Piano tomó el escenario para interpretar el "Himno a San Luis". La gente de pie entonó cada estrofa con orgullo. Ese fue el final de un show que tuvo a unos doce artistas en escena en un festejo que no terminaría dentro de la sala.
A la salida, luego de que la gente se acomodara en el hall que une la sala con el buffet del Complejo Cultural Puente Blanco, esperaba un brindis con torta incluida para celebrar el cumpleaños como se debe.
Con copas de champagne en mano y un "que los cumpla feliz" en la voz, los puntanos le cantaron a la ciudad. El Gobernador apagó la velita, ante la mirada atenta de una comitiva que incluyo al obispo Martínez y a algunos ministros. Los mozos repartieron el pastel en un festejo multitudinario que comenzaba a extenderse cómodo ya en 25 de Agosto.
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