Una pareja presa por la violación de su sobrina

El sábado a la noche, cuando los detuvieron en un descampado del barrio 500 Viviendas Norte, la sospecha era que un hombre de 35 años había intentado abusar de su sobrina de 17 y que su mujer, de 29, se había quedado sentada en una piedra, en las inmediaciones, para hacer de “campana”. Después, la declaración de la adolescente dejó a la luz una historia que, de comprobarse, complicaría aún más la situación de sus tíos. Dijo que el hombre la violaba desde que tenía 10 años y que su tía lo permitía porque quería que ella se embarazara para quedarse con el bebé.

Ninguno de los arrestados declaró ayer en la indagatoria ante la juez Penal Nº 3 Virginia Palacios.

Ninguno de los arrestados declaró ayer en la indagatoria ante la juez Penal Nº 3 Virginia Palacios. Él está imputado por abuso sexual con acceso carnal. Ella, como partícipe necesario de abuso sexual con acceso carnal.

Podría decirse que los arrestos fueron obra de la casualidad. “Los efectivos del Comando Radioeléctrico hacen recorridos sectorizados, para mayor control. El sábado cerca de las 22 los efectivos que tenían asignado el patrullaje en esa parte del barrio 500 Viviendas Norte advirtieron cierto movimiento extraño en un descampado. Identificaron a un hombre que salía con los pantalones bajos y una chica tirada el piso, con la ropa puesta. Cerca, en las inmediaciones, estaba la mujer del hombre”, resumió el comisario Carlos Villegas, jefe de la Comisaría 6ª.

Cuando los uniformados se aproximaron y los interrogaron sobre qué hacían allí, el hombre les contestó que orinaban. Vieron que la chica estaba nerviosa, la apartaron y le preguntaron su nombre. Les dijo cómo se llamaba, su edad, y les indicó que a la entrada del camino del descampado estaba su tía, hermana de su mamá. Los efectivos fueron a buscarla y repitieron la pregunta: qué hacían allí, en esa oscuridad, a esa hora.

No anduvo con muchos rodeos. Según consta en el expediente, les dijo que sabía que su marido “tenía una relación con su sobrina” y que “no había dicho nada ni denunciado los abusos reiterados” de su esposo a la menor “por miedo a represalias” y porque él la golpeaba. Los policías trasladaron de inmediato a la pareja a la Comisaría 6ª. Están encerrados desde ese momento.

Carlos Salazar, el defensor oficial, explicó anoche que, en una primera lectura del expediente, advirtió “intereses contrapuestos” entre los detenidos. Por ello asumió la defensa sólo de uno de los imputados, el hombre. Aunque prefirió no abundar en detalles, es probable que los intereses contrapuestos que a los que Salazar hizo referencia se relacionen con esas primeras explicaciones que la detenida le dio a los policías, en las que trató de desprenderse de toda responsabilidad.

La mujer fue aconsejada por el defensor oficial Civil, Juan Esteban Pedernera Baigorria. Ambos funcionarios le recomendaron a los arrestados que se abstuvieran de declarar y pidieran una prórroga de la detención, para buscar pruebas a su favor.

La madre sabía

La adolescente tiene un cierto retraso, dificultades de aprendizaje, informó la Policía. Tiene cuatro hermanos. Hace unos años, cuando comenzaron los abusos, vivía en un barrio de la zona oeste de San Luis, cerca del domicilio de la pareja denunciada. Luego se mudaron al 500 Viviendas, donde vive con sus hermanos, su mamá y la pareja de ésta.

Ahora la madre de la chica hizo la denuncia e instó la acción penal, es decir, le pidió a la juez que investigue el delito, que es de instancia privada. Pero hace años que sabía que la conducta de su hermana y su cuñado era incorrecta y dañina para su hija. Al menos eso surge de aquello que admite y manifiesta en su declaración.

Les dijo a los investigadores que su hija tenía 10 años cuando le comentó “que su tío la iba a buscar a la escuela para tener relaciones, que su tía lo sabía y que los tres se ponían de acuerdo”. Aseguró que le explicó a la nena que eso estaba mal, que nunca logró que su hija lo comprendiera –y que inclusive ésta se enojaba y no le obedecía– y que le pidió a su hermana que le pusiera fin a esa situación porque de lo contrario la iba a denunciar a ella y a su esposo. Aseveró que por un tiempo dejaron de verse y que después retomaron el vínculo.

Admitió que sabía que los tres se veían a escondidas. Inclusive expuso que su hija le contó que cuando iba a la casa de la pareja, ella dormía con su tío en la cama y su tía, en el piso. Hace un mes la chica le confió que su tía le había dicho que quería que se quedara embarazada y que le iba a quitar el bebé cuando naciera, ya que ellos no pueden tener hijos.

Cuando declaró, la menor negó no sólo los dichos del detenido sino también los de su mamá. Dijo que no orinaba con su tío en el descampado, que él estaba con los pantalones bajos “porque quería estar con ella”. Aseguró que ella no quería estar con su tío, como asegura su mamá, que no le gusta que él se le acerque, que le tiene miedo y que cuando le pidió que la llevara a la Comisaría del Menor le contestó que lo dejara así, que no quería hacer la denuncia porque se iba a armar problema.